Los bombardeos estadounidenses permiten a las milicias kurdas recuperar terreno en una ciudad que se ha convertido en el principal campo de batalla de Occidente contra el Estado Islámico.
Casi un mes después del avance definitivo del Estado Islámico (EI) sobre la ciudad siria, la resistencia kurda del YPG (Unidades de Protección Popular, por sus siglas en kurdo) comienza a recuperar terreno. Después del mayor ataque aéreo sobre Kobanê desde que la coalición internacional liderada por Estados Unidos actúa en Siria, con 39 bombardeos entre el martes y el miércoles, las posiciones kurdas avanzaron en el este y sureste en el día de ayer. El subdirector del comité de relaciones exteriores de Kobane, Idris Nassan, declaró a la BBC que los yihadistas han perdido más del 20% del pueblo en los últimos días. El Estado Islámico consiguió controlar hasta un 40% de la población aunque han muerto cientos de ellos debido a los últimos bombardeos, según cálculos del portavoz del Departamento de Defensa estadounidense. Pero la caída de Kobanê, tras un mes de resistencia numantina, sigue siendo posible, ya que la situación sigue siendo crítica.
La esperanza ha cruzado la frontera y los kurdos en el lado turco creen que la ciudad estará bajo dominio kurdo íntegramente en un día o dos. “Tenemos la esperanza de declarar la liberación de Kobane al mundo entero en poco tiempo” afirmó el líder del Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo, principal partido kurdo de Siria), Salih Muslim. El mismo optimismo tiene Nalin Efrin, oficial de YPG en Kobane. “La resistencia continúa, la victoria está cerca” dijo en el día de ayer a PUKMedia.
La comunidad internacional parece haber tomado la iniciativa en la defensa de los kurdos, a juzgar por los bombardeos estadounidenses y las últimas declaraciones del presidente francés. François Hollande declaró que Francia seguirá enviando armas a los kurdos que combaten al Estado Islámico en Siria, incluyendo “armamento adaptado”, sin especificar qué armas. Francia forma parte de la coalición internacional contra EI aunque no participa en los bombardeos. Turquía sigue manteniendo una actitud ambigua contra el Estado Islámico, situado en su frontera. No se unirá a la coalición al menos que la misma luche también contra el Gobierno sirio. El martes 14, Turquía bombardeó posiciones de la milicia kurda del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán, en kurdo) en el extremo sureste del país, cerca de las fronteras con Irán e Iraq. El Ejército turco no ha atacado ninguna posición yihadista pese a que el Gobierno cuenta con el permiso del Parlamento para incursiones militares transfronterizas, algo que Siria consideraría una agresión aunque el territorio no lo controle el Estado sirio sino el Islámico.
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