Comienza de forma sutil. Parte desde la alta dirección y baja a todos los escalafones y, si la persona que ocupa un puesto de trabajo en la entidad bancaria “no tiene las ideas muy claras”, se convierte en una rutina más del empleo en el banco. Según la sección sindical de CGT en Banco de Sabadell, las horas extras sin contabilizar son muy habituales en el sector bancario. Este martes, ese sindicato se movilizó para denunciar esta práctica en el Sabadell. El cuarto grupo bancario del país, que presentó un beneficio de 167,7 millones de euros en el segundo trimestre de 2014, y que tiene más de 161 mil millones de euros en activos, ha cometido un fraude en las cotizaciones a la Seguridad Social estimado por CGT en 50 millones de euros.

Estimado, porque la forma de cuantificar cuántas horas se pierden en el limbo de la presión laboral, es recurrir al propio registro del banco, que niega sistemáticamente que se trabajen horas fuera de convenio. Aún así Inspección de Trabajo ha constatado en varias ocasiones y de manera presencial que empleados de Sabadell estaban en su puesto de trabajo fuera de su horario tanto en Barcelona como en Alicante, Baleares y Murcia. La denuncia la han interpuesto todos los sindicatos en el Sabadell ante la Inspección de Trabajo. Ya en marzo, Comisiones Obreras pedía un sistema de control y registro de las horas extraordinarias ante una nueva resolución de Inspección de Trabajo que obligaba a la empresa a compensar las horas extraordinarias. Pero Sabadell opta por afrontar las sanciones antes que controlar su política de empresa. Además, según los sindicatos, la denuncia pueden seguir el proceso hasta que Inspección establece la sanción, pero no se puede comprobar cuántas de estas sanciones son recurridas y cuánto acaba pagando la dirección de Sabadell por estas prácticas.

Sólo dé la orden

Junto a las horas que no se registran, está lo que la plantilla deja de percibir --vía salarios o a través de compensaciones en días libres--, pero Inspección y Seguridad Social solo pueden intervenir cuando se personan en el centro de trabajo. La otra solución, que el trabajador haga una reclamación de horas en los juzgados de lo social servirían para destapar esa práctica, choca con el primer párrafo de este artículo: la forma sutil de inocular el virus de las horas extra sin cobrar. Y es que, como señala la publicidad corporativa del banco, solo falta que alguien dé la orden, aunque no haya registro de ella.

Mediante criterios establecidos por el  propio Sabadell, se asigna un número de trabajadores a cada oficina que dista mucho de las necesidades de la empresa, dice Jordi Aymerich, delegado de CGT en Barcelona. “En todos los departamentos y oficinas el personal se calcula de manera errónea”. Además, el banco está llevando a cabo una política de desvinculaciones para desprenderse de los mayores de 55 años con el argumento de que les falta motivación y con compensaciones muy a la baja. Esto, concluye este delegado, provoca que en las oficinas falte personal y que “la gente acabe alargando su jornada”.