menos inversión para evitar el fuego
Los recortes en prevención y medios arrasan los montes

En lo que va de año se ha quemado el triple de hectáreas que en el mismo periodo de 2013.

03/08/14 · 8:00
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En lo que va de año se ha quemado tres veces más superficie que en el mismo periodo de 2013. / Contando Estrelas

“En 2010 contábamos con el doble de personal. Ahora somos muchos menos y además el 30 de septiembre nos mandan al paro durante seis meses. ¿Quién va a limpiar los montes este invierno?”, se pregunta Vanesa Molina, bombera forestal de Toledo, vicepresidenta de la Asocia­ción Nacional de Bomberos Forestales.

El primer retén que trató de combatir el fuego en Aleas sólo contaba con cinco personas

Los incendios en Guadalajara, el primero originado el pasado 17 de julio por una cosechadora en Aleas, pedanía de Cogolludo, y el segundo en Bustares, al día siguiente, provocado por un apicultor, arrasaron más de 3.000 hectáreas de monte. Estos fuegos, que han afectado al Parque Natural de la Sierra Norte, han puesto de manifiesto, un año más, que los recortes en personal forestal y medios exponen al monte a ser pasto de las llamas.

El primer retén que trató de combatir el fuego en Aleas sólo contaba con cinco personas, que tuvieron que luchar contra las llamas durante horas. Hace cuatro años, ese mismo retén lo integraban 11 trabajadores.

 

En Castilla-La Mancha, la gestión forestal antiincendios la lleva a cabo la empresa pública Geacam, pero la política de recortes del Gobierno de Do­lores de Cospedal en medios y personal es muy similar a la de otras comunidades en las que el servicio está privatizado. En Cas­tilla-La Man­cha hasta 2010 existían 3.000 efectivos, hoy son menos de la mitad, según denuncian los sindicatos.

“Si tienes más gente, puedes cubrir más terreno, impedir que el fuego se escape y que los trabajadores forestales tengan que estar muchas horas para apagar el fuego, y estén tan cansados como ha ocurrido en Guadalajara... Luego la gente se extraña de que el fuego se reavive”, explica Molina, que lleva 11 años trabajando como “punta de lanza” contra el fuego, echando agua a las llamas con la manguera, en una brigada próxima al Parque Nacional de Ca­ba­ñeros, en Toledo.

Más hectáreas quemadas

En la misma línea, Ecologistas en Acción denuncia que los recortes en los montes salen caros. “Las comunidades están eliminando fondos en prevención y extinción de incendios, pero el poco dinero que se ahorran luego se multiplica por 10 en la regeneración de las zonas quemadas”, apunta Theo Oberhuber, de la organización ecologista. Según datos del Ministerio de Agri­­cultura, Alimentación y Medio Ambiente, en lo que va de año, hasta el pasado 13 de julio, se han quemado en el Estado 28.973,22 hectáreas. Esta superficie triplica las 9.143,21 registradas en el mismo período de 2013.

“El mejor incendio es el que no se produce”, afirma Oberhuber. Ecolo­gistas en Acción denuncia que la inversión en prevención en las administraciones autonómicas es muy inferior a la de extinción. “Buena parte de los incendios forestales se podrían evitar. Las comunidades gastan el 70% del dinero en extinción e invierten el 30% en prevención. Tendría que ser justo al revés”, señala.

La vicepresidenta de los bomberos forestales apunta que “la clave para evitar los incendios está en la limpieza de los montes, pero a casi ninguna comunidad autónoma le importa tenerlos limpios y que los cortafuegos estén en buen estado. Los incendios se hacen grandes rápidamente porque el monte está muy sucio”.

La despoblación de los municipios y el abandono del pastoreo y de la explotación de los montes favorecen que éstos ardan con rapidez. Pero también “la falta de medidas más estrictas de las administraciones autonómicas para prohibir determinadas actividades”, denuncian desde Eco­lo­gis­tas en Acción. Según datos oficiales, el 50% de los incendios se produce por la quema de rastrojos: “No entendemos cómo las administraciones siguen autorizando esta práctica en época de máximo riesgo”, afirma Oberhuber.

Molina explica que al estado de los montes se añade la intervención del hombre, “directamente por disputas entre vecinos, por ejemplo por el tema de la caza, o por los pirómanos. Indirecta­men­te por barbacoas, un cigarrillo lanzado desde un coche, por quarks y motos que circulan por zonas prohibidas y por cosechadoras”.

 

Recortes en todas partes

En otras comunidades autónomas, como Andalucía, la situación no es mejor. Se ha perdido una media de un retén por provincia y el 10% de los contratos para la extinción son eventuales.
En la Comunidad Valenciana se ha reducido la inversión en los montes en más de un 75% en los últimos años y se han eliminado brigadas. Una situación similar a la de Castilla y León, denuncian los sindicatos.

En Madrid, también hay recortes de personal y presión sobre los retenes. Según señala José Morilla, delegado sindical de CNT, desde que el servicio de extinción de incendios de la Comunidad de Madrid se privatizó en 1997, la gestión está a cargo de dos empresas: Matinsa, propiedad de Esther Koplowitz, que gestiona la zona oeste de la región, y en la zona este, Infosa, propiedad de Carlos Roldán, amigo del exconsejero Car­los Mayor Oreja, que impulsó la privatización de este servicio en la Comunidad de Madrid.

En el último pliego de condiciones para la gestión forestal, las dos empresas ofrecieron una bajada en el precio de la gestión que han intentado repercutir en los trabajadores. “Primero lo intentaron con una reducción de salario, y luego con un aumento de la jornada laboral”, señala Morilla. Estas empresas han eliminado dos brigadas forestales en zonas de riesgo –Navalcarnero y Bui­trago de Lozoya– e Infosa ha aprovechado para cambiar los contratos de los trabajadores forestales de una de esas brigadas. “De indefinidos han pasado a trabajar sólo cuatro meses al año”, explican desde el sindicato.
 

 

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