Para entender los datos del empleo
Otro 1 de Mayo sin “brotes verdes” en el empleo

Los autores defienden que aunque a nivel individual “cualquier empleo sea mejor que ningún empleo” el conjunto de la población trabajadora necesita imponer un cambio de rumbo.

01/05/14 · 8:00
En 2012 y 2013 se perdieron 1,3 millones de empleos. / Olmo Calvo

A pesar de la insistente campaña gubernamental en torno a una supuesta “recuperación” económica todos los datos muestran que desde 2008 no se ha detenido la destrucción de empleo, con sus secuelas de paro de larga duración y falta de cobertura. Además, en los últimos años sólo crecen los empleos “insuficientes”: los asalariados a jornada parcial y los precarios por cuenta propia.

Caída continua de la ocupación, de momento sin final

Para saber qué pasa con el empleo a veces no conviene centrarse en las cifras de parados. ¿Por qué?, porque el desempleo no se refiere a la población que no tiene empleo sino a la que, además, lo busca activamente. Por tanto, el paro puede disminuir tanto si la gente encuentra ocupación como si deja de buscarla por puro desánimo. Debido a esta circunstancia es más oportuno analizar los cambios en la tasa de ocupación, que mide el porcentaje de personas ocupadas respecto a toda la población en edad laboral. Las cifras [1], recogidas en el Gráfico 1, indican que desde el inicio del “ajuste” esta tasa ha disminuido de forma continua: en 2007 54 de cada 100 personas tenía una ocupación, en 2013 sólo eran 44; es decir que el 10 de la población en edad laboral perdió su empleo a lo largo de estos años. Los descensos más bruscos se produjeron en 2009 y 2012 (pérdida de dos puntos porcentuales) pero en 2013 ha continuado sin mostrar ningún signo evidente de reversión de la tendencia.

En el período 2007-2011, de gobierno del PSOE, la caída de la tasa de ocupación fue de 7 puntos; en los dos años siguientes (2011-2013), bajo la dirección del PP, el retroceso fue de otros 3,1 puntos. Por tanto, desde el punto de vista de su volumen total no existe ninguna recuperación del empleo. Y los datos del primer trimestre de 2014 confirman esta afirmación (otra cosa es la propaganda gubernamental, que no habla de los datos reales sino de sus previsiones a futuro).

Como hemos comentado en otros post, esta evolución negativa tiene consecuencias sobre los ingresos salariales y sobre los de la población desempleada. Pero fijémonos con más detalles en la evolución del empleo en función de distintos tipos de ocupación.

Evolución según tipos de empleo: destrucción continua de empleo a jornada completa …a cambio de migajas a tiempo parcial

Dejando de lado a los empleadores (empresarios que contratan mano de obra) clasificamos a la población ocupada en cinco grupos: 1) asalariados con contrato indefinido y jornada completa (en principio, el paradigma del “buen empleo”, aunque esto resulta cada vez menos cierto); indefinidos a jornada parcial; empleo temporal a jornada completa; temporales a jornada parcial y trabajadores por cuenta propia (o autónomos sin asalariados). Salvo circunstancias excepcionales podemos suponer que es mejor un empleo a jornada completa que otro a tiempo parcial, y uno de carácter indefinido antes que otro de carácter temporal. En cuanto al empleo autónomo caben modalidades muy diferentes, pero en circunstancias de crisis proliferan los “emprendimientos” precarios, sin margen financiero y basado en la autoexplotación de los trabajadores.

Teniendo en cuenta esta clasificación ¿qué ha sucedido a partir de 2007? Más aún, ¿existen diferencias significativas entre el período de gobierno del PSOE (2007-2011) y el del PP (2012-2013)? El Gráfico 2 muestra la evolución del volumen de ocupados por tipo de empleo año a año. Vemos que en 2008, en los albores de la crisis, cayó el empleo temporal (especialmente el de jornada completa) y el autónomo mientras se incrementaba el de carácter indefinido. A partir de entonces todos los años ha habido destrucción neta de empleo asalariado a jornada completa, sea de carácter indefinido o temporal. En cambio, los contratos temporales de jornada parcial, el empleo asalariado más precario, se incrementaron en 2010, 2011 y 2013, con un ligero retroceso en 2012.
 

 

En los últimos cuatro años de gobierno del PSOE el balance muestra una caída global de 2,2 millones de ocupados, producto de una disminución del empleo a jornada completa, especialmente el temporal (1,5 millones) pero también el indefinido (330.000) y el autónomo (400.000), que fue acompañada por un incremento de la ocupación a jornada parcial, especialmente los de carácter indefinido (en su mayor parte como consecuencia producto de una reducción de empleos de jornada completa ante el inicio de la crisis). En resumen, el “ajuste” en este período se centró en los empleos temporales a jornada completa.
 

A finales de 2011 se produjo el cambio de gobierno y en 2012 el PP impuso una reforma laboral que debilitó el poder social de negociación de la población asalariada, incrementando los márgenes de discrecionalidad de la patronal. En los dos años completos transcurridos (2012 y 2013) se perdieron 1,3 millones de empleos pero en esta ocasión los más perjudicados fueron los asalariados indefinidos a jornada completa (910.000 ocupados menos) seguidos por los temporales a jornada completa (otros 660.000); simultáneamente se incrementó la ocupación a jornada parcial (particularmente los contratos indefinidos) y el empleo por cuenta propia. Aunque este último caso puede ser reivindicado por la ideología gubernamental y sus continuos cantos en favor del “emprendimiento” individual, es necesario destacar que con mucha frecuencia se trata de experiencias de “empringamiento”, en la que se invierten ahorros o prestaciones de desempleo para acabar en cierres prematuros y mayor precariedad vital. En consecuencia, el “balance positivo” de los dos últimos años se limita a un incremento de 168.000 empleos asalariados de jornada parcial y 116.000 por cuenta propia frente a la pérdida de 1,5 millones de ocupaciones de jornada completa.

Las perspectivas: si la lucha social no revierte esta dinámica sólo podemos esperar más desempleo y/o más empleo insuficiente

Los datos oficiales desmienten, pues, los continuos anuncios gubernamentales de una “nueva perspectiva” respecto al empleo. Las cifras del primer trimestre de 2014 indican que la pendiente de destrucción de puestos de trabajo no ha finalizado. Pero, aunque esto ocurriera en un plazo más o menos próximo, es fundamental tener en cuenta que el hipotético crecimiento sólo puede basarse en los cimientos que las élites han logrado imponer en los últimos años: más empleo “insuficiente” (pocas horas, duración breve, sin garantías, con condiciones de trabajo en constante degradación, etc.) y continuo desgaste de los segmentos que aún disfrutan del “privilegio” de ocupaciones que garantizan la supervivencia y reproducción suficiente. Sólo si consiguen que un contrato indefinido a jornada completa valga tan poco como actualmente otro de mayor precariedad volverán a impulsar estas formas de contratación.

Por tanto, aunque a nivel individual “cualquier empleo sea mejor que ningún empleo” el conjunto de la población trabajadora necesita imponer un cambio de rumbo que permita garantizar una supervivencia digna (sea a través del empleo o de una renta ciudadana), que permita fortalecer los lazos comunitarios y la autoorganización democrática. Este 1 de Mayo hay poco que festejar y mucho por lo que luchar.

[1] Los datos se refieren a medias anuales con el fin de evitar las variaciones coyunturales debido a la estacionalidad del empleo.

Artículo publicado en el Barómetro Social de España.

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comentarios

1

  • |
    Ramón Peñalba
    |
    01/05/2014 - 1:52pm
    No podían describirlo mejor en tan poco espacio. La gran pena es que las cúpulas de los grandes sindicatos vayan mendigando 'diálogo' en lugar de impulsar la lucha y la confluencia con movimientos sociales.
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