Utopías
‘Corraleras’ de Sevilla, Málaga y Granada

La fotógrafa Da­nielle Shitrit ha visitado con su cámara la Corrala Utopía (Sevilla), El Triunfo (Granada) y la corrala Buena­ventura (Málaga), para retratar la lucha por la vivienda en Andalucía.

20/03/14 · 8:00
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Da­nielle Shitrit

Una sentencia del Tribunal de Es­trasburgo (TEDH) del 5 de marzo pide a las administraciones del Es­tado español que demuestren medidas efectivas para el cumplimiento del derecho a la vivienda antes de desalojar a familias que viven en un bloque ocupado. En concreto la sentencia se refiere a la Corrala Utopía, el edificio de Ibercaja recuperado por el 15M en Sevilla. Las familias que viven en este inmueble, situado en la avenida de las Juventudes Musicales, se enfrentan a una orden de desalojo que, hasta la respuesta del TEDH, podía ejecutarse en cualquier momento.

La Corrala Utopía fue recuperada en mayo de 2012 como parte de las movilizaciones que coincidieron con el primer aniversario del 15M. Des­de el principio trataron de llegar a un acuerdo con Ibercaja. Pero no fue posible. El banco terminó por echarse atrás después de un primer anuncio sobre la voluntad de avanzar en las negociaciones. Tras el nacimiento de la Utopía, la experiencia se replicó en otros rincones de Sevilla, en Málaga y en Granada.

En noviembre de 2013, se abría la Corrala El Triunfo, un edificio de Cajamar que llevaba cinco años abandonado en el centro de Gra­nada. Doce familias se realojaban allí. Entre ellos, Mario, de 31 años, y Cristina, de 48, que tiene una hija de ocho años. Su imagen forma parte del trabajo de la fotógrafa Da­nielle Shitrit, que ha visitado con su cámara la Corrala Utopía, El Triunfo y la corrala Buena­ventura, en Málaga.

El desalojo en octubre de este edificio, propiedad de Bankinter, muestra la otra cara de las corralas: el riesgo de perder la cotidianidad que poco a poco se construye en aquellas familias que vieron cómo la crisis pasaba por encima de sus proyectos de vida. Entre los 13 hogares desalojados en la Buena­ventura estaba el de Catalina y sus dos hijos, que ahora viven en un edificio con los muros rotos y entre residuos. Ella, junto a las mujeres de la Corrala Las Luchadoras, compuesta sólo por mujeres, forma parte del movimiento de vivienda de Málaga, una ciudad en la que se han producido más de 3.000 ejecuciones hipotecarias anuales desde 2010.

Rostros que hacen visible lo que el Movimiento Andaluz por el Derecho a la Vivienda considera una situación de “emergencia habitacional”. En Andalucía se produjeron más de 30.000 lanzamientos desde enero de 2008 hasta septiembre de 2013, según el Consejo General del Poder Judicial. Miles de personas que perdieron o no conocieron el derecho a una vivienda digna nunca serán recogidas en las cifras oficiales.

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