Casi 20.000 personas protestaron este domingo en las calles París para exigir la dimisión del presidente francés, Francois Hollande, y mostrar su rechazo a sus políticas neoliberales.
Los manifestantes desfilaron desde la Plaza de la Bastilla atendiendo a una convocatoria de varios colectivos que se oponen a diferentes puntos de la política gubernamental.
La manifestación terminó con enfrentamientos con la policía, que vigilaba el desarrollo de la protesta en el distrito VII, en los que hubo lanzamiento de petardos, cubos de basura y otros objetos. Los agentes dispersaron la protesta con gases lacrimógenos.
Según un sondeo realizado en diciembre pasado por el Instituto Francés de Opinión Pública (Ifop) para el Journal du Dimanche, el 78 por ciento de los franceses está insatisfecho con la gestión del presidente François Hollande, quien lleva poco más de un año en ese cargo.
Hollande ha mostrado su lado más belicista apoyando intervenciones militares en países africanos como Mali o la República Centroafricana (RCA). El mandatario francés fue anunciado el pasado mes de noviembre como el presidente más impopular de Francia desde el año 1958.
Francia, al igual que el resto de países europeos, atraviesa desde 2008 una crisis capitalista sin precedentes. El aumento del desempleo, los recortes salariales, la privatización de servicios públicos y la imposición de políticas que benefician al gran empresariado en detrimento de la clase trabajadora han generado un gran descontento en el pueblo galo.
Artículo publicado originalmente en Librered
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