Hay una sala a la que acuden los hombres y mujeres más poderosos de la economía global. La ciudad de Davos, en Suiza, alberga estos días esa sala, en la que varias decenas de filántropos analizan los problemas del capitalismo global, o se sientan para aquello que se conoce vulgarmente como "arreglar el mundo", junto a mandatarios, ministros, actores y cantantes de prestigio. En el informe de trabajo destinado a la que ha sido llamada "misa del capitalismo global" se analizan los diez principales riesgos globales, incluidos por su expansión actual y por el riesgo de contagio a lo largo de 2014. Entre quienes tratarán de desentrañar estos riesgos se encuentran representantes de cien empresas, cien "socios preferentes" de sectores diversos como las telecomunicaciones, la industria automovilística, la extracción de petróleo, la alimentación y last but not least, el sector financiero, verdadero protagonista de un foro al que asisten delegaciones comerciales y gubernamentales de distintos países. Hemos analizado los diez riesgos globales y el papel que algunas de estas cien empresas están jugando respecto a esos diez problemas.

1.- Las crisis fiscales en economías clave

Lo que entienden allá en Davos por crisis fiscales es la descompensación de déficit y deuda pública de los distintos estados (o economías clave). En Davos estarán presentes representantes de bancos comerciales y fondos de inversión. Entre los estadounidenses, JPMorgan y Goldman Sachs, dos bancos que formaron parte del Programa de Compras de Capital (Capital Purchase Program), dotado con 200.000 millones de euros dentro del TARP, Troubled Asset Relief Program, es decir, el programa de rescate de la industria financiera puesto en marcha a raíz de la crisis de las hipotecas subprime en 2008. Si existen los bancos “demasiado grandes para caer”, Goldman es el primero y si no existen, Goldman nunca caerá por la voluntad de que sigan existiendo: el banco ha sido rescatado hasta cinco veces desde los años 20 del siglo XX.

A Suiza también acudirán los representantes de Deutsche Bank, puntero banco europeo. Este fin de semana se publicaba un artículo sobre los test de estrés a la banca europea que calcula que el 84% de los activos de Deustche son “activos de riesgo” y que cifraba en unos asequibles 770.000 millones de euros las necesidades de los principales bancos de la UE.

2.- Alto desempleo

La expansión del paro y especialmente del paro juvenil en la Unión Europea y EE UU, donde se mantiene por encima del 7% (en 2008 estaba en el 4%) es otro de los aspectos que forman parte de la Agenda de Davos. En 2013 el número de parados a nivel global se situó en 202 millones de personas, son 23 millones más que hace cinco años; según la Organización Internacional del Trabajo, en 2018 habrá 215 millones de personas desempleadas. Además, el empleo vulnerable, es decir, empleo sin garantías o precario es el 48% del empleo total. Se estima que 375 millones de trabajadores han sobrevivido en 2013 con menos de 1,25 dólares al día.

Entre los socios estratégicos, cuentan con un lugar en la mesa empresas de trabajo temporal como Manpower Group y Adecco Group. Las reformas del mercado de trabajo, en España la reforma laboral de enero de 2012, han supuesto un espaldarazo para las agencias privadas de colocación. El informe Impacto de las empresas de trabajo temporal en el mercado laboral y las finanzas públicas, publicado por Asempleo, asociación de las grandes ETT surgida en 2012, posiciona a las ETT como proveedoras de mano de obra en el contexto de “mecanismos de flexibilidad interna y de negociación colectiva” introducidos por la legislación laboral. La tasa de penetración en Europa de las ETT es del 1,64%, el porcentaje es menor en España, donde las ETT aseguran ser intermediarias de aproximadamente un millón y medio de contrataciones cada año. 

La flexibilidad y la limitación de la negociación colectiva forman parte de la hoja de ruta de KPMG International, Pricewaterhouse Coopers (PWC) o McKinsey, consultoras que han participado en distintos grados en la labor de lobby de las modificaciones del mercado de trabajo en el sector público europeo. Bain Capital, la empresa fundada en 1984 por Mitt Romney, es otro ejemplo de políticas laborales basadas en la flexibilidad, también en la inversión y desestructuración de empresas, algo que también es la especialidad de la case de Jones Lang Lasalle, también presente en el top cien.

3.- Crisis por falta de agua

Nestlé, Pepsico, o The Coca Cola Company son algunos de los actores del sector alimenticio presentes como socios preferentes en Davos. Entre ellos discutirán acerca del problema del acceso al agua, que afecta actualmente a casi 800 millones de personas en todo el planeta. Se calcula que aproximadamente 2,5 millones de personas mueren cada año de enfermedades relacionadas con la calidad y el acceso al agua. Según la consultora especializada Pictec, el sector de los servicios de este recurso a nivel mundial es un mercado con un valor de 500.000 millones de dólares que está creciendo actualmente a un ritmo de un 6% anual.

En África, una de cada tres personas sufre la escasez de agua. Precisamente la chocolatera Nestlé, que opera en 80 países y es líder mundial en el mercado del agua embotellada, ha sido denunciado por el monopolio de acuíferos en lugares como Sudáfrica o Etiopía, también en Pakistan en Asia o en Brasil. Pero las denuncias también se extienden a ciudades americanas como Ontario, Denver o Sacramento. Coca-Cola, Pepsico y Unilever también han recibido críticas por las prácticas de acaparamiento y monopolio en la gestión de acuíferos, a los que se sumó el informe de Oxfam de 2013, La fiebre del azúcar, en donde se introducen otros problemas relacionados con el acceso al agua como la contaminación de acuíferos, el impacto sobre la pesca y el desabastecimiento provocado en las comunidades donde operan estas multinacionales. Solo Coca-Cola respondió a ese informe y firmó un protocolo para evitar el acaparamiento de tierras en su cadena de suministros.

No obstante, al margen de la alimentación, el abastecimiento de agua es clave para la industria tecnológica o automovilística, también representada entre los socios preferentes del "club Davos".

4.- Severa disparidad de ingresos

Inútil especificar los salarios de los consejeros delegados de las empresas que aparecen en la relación de socios del World Economic Forum. Entre los menos conocidos está la Bahrain Economic Development Board (EDB), una agencia semiprivada encargada de la estrategia económica del reino de Bahrain, también el Banco Nacional de Kuwait. Entre la lista de los 25 más ricos que publica anualmente Forbes se sitúan algunos de los directivos de empresas como Google, Thomson Reuters, Wipro, Arcelor Mittal y, cómo no, Bill Gates, cuya fundación junto a su mujer Melinda Gates está en el grupo de las cien elegidas de Davos. Gates tiene una fortuna estimada de 72.000 millones de dólares.

5.- Falta de adaptación al cambio climático

En noviembre, un artículo divulgado por The Guardian indicaba que solo 90 empresas son responsables de dos tercios de las emisiones de los gases del efecto invernadero, un 63% del CO2 emitido desde el siglo XVIII, con especial énfasis a partir del último tercio del siglo XX y el comienzo del XXI. Tres de las cinco primeras responsables, Chevron, Saudí Aramco y BP se sentarán en Davos a discutir sobre la falta de adaptación al cambio climático. Otras petroleras también tendrán acceso a estos debates serán Total, Petrobras, Lukoil o Socar, la compañía petrolera de Azerbayan. 

PwC, otro de los actores invitados, analizaba en 2011 el papel que deben jugar las empresas en las medidas de adaptación que, según ese informe  publicado en "tienen como objetivo reducir el riesgo de impactos climáticos negativos y potenciar al máximo las oportunidades que puedan surgir". Entre las oportunidades que cita para los "strategic partners" destacan áreas como la agricultura o la industria extractiva, los seguros (Old Mutual, Zurich), finanzas (Morgan Stanley, Prudential, IHS, Jones Lang LaSalle y un largo etcétera), tecnología (Siemens, Toshiba) y biotecnología (Dow Chemical, Novartis, Takeda). 

Aparte de la discusión entre filántropos de Davos, el papel de las multinacionales ha cobrado protagonismo en las últimas cumbres del clima. 140 organizaciones y movimientos sociales de todo el mundo denunciaron el secuestro de la última cumbre en la que aparecía como socia Arcelor Mittal, una de las principales contaminantes del sector del acero, beneficiada por los mercados de compensación de emisiones. En enero se supo que este gigante recibió 800 millones de euros en permisos de emisión de dióxido de carbono.

6.- Una mayor incidencia de fenómenos meteorológicos extremos

Entre 2001 y 2010 se produjeron fenómenos climáticos extremos de gran impacto, merced a un importante aumento de las temperaturas a nivel global. La media mundial del nivel del mar aumentó unos tres milímetros por año, según la ONU. El grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC) expuso en 2012 que “Los riesgos de desastre surgen de la interacción entre fenómenos meteorológicos o climáticos extremos, coadyuvantes físicos de los riesgos de desastre, junto con la exposición y vulnerabilidad, coadyuvantes del riesgo desde el punto de vista humano”. La influencia del cambio climático en estos fenónemos ha sido destacada por este panel científico, que asegura también que hay evidencia de que algunos fenómenos climáticos extremos han cambiado como resultado de la influencia antropógena, entre otros, el aumento de las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero.

Así pues, en un primer estadio, el aumento de las cantidades de CO2, provocado por empresas como las que enumeramos en el punto anterior, contribuye a agravar las causas de los fenómenos extremos. El aumento en los últimos diez años de fenómenos como las sequías, tormentas, tornados, inundaciones e incendios ha sido evidenciado por un estudio de la Universidad de Harvard, que encargó la CIA, dada la importancia que tienen estos fenómenos sobre variables que influyen en la seguridad nacional estadounidense como la producción de alimentos o las infraestructuras. Entre estas últimas, en el panel de socios aparecen grandes constructoras como Leighton Holdings o Fluor Corporation.

7.- Fracaso de la gobernabilidad a nivel global

Y si el punto 6 se puede relacionar por medio de la influencia de algunas de las cien empresas presentes en Davos en las emisiones de co2, en el caso del punto 7 se produce la tormenta perfecta o ciclogénesis explosiva de todos los puntos anteriores. El fracaso de la gobernabilidad, país por país y de las entidades supranacionales no sería lo mismo sin la estimable ayuda de los mercados financieros, representados por, entre otros, Goldman Sachs, Abraaj Group, Bridgewater, JPMorgan o HSBC, acusada por Hervé Falciani de facilitar la vida a más de cien mil evasores fiscales. Pero no solo la elusión fiscal, el diseño de normativas y el trabajo de lobbies en materia de restricción de la neutralidad en la red (PwC, Infosys, Google, Yahoo), de adelgazamiento o subasta de los sectores públicos (KPMG, McKinsey) la promoción de sistemas sanitarios privados (Aetna, IHS) o límites a patentes e investigaciones farmacéuticas como Novartis o Dow Chemical.

Pero, al margen de influir de distintos modos sobre la gobernabilidad, algunos de los socios cuentan en su currículum con credenciales como "señores de la guerra", es el caso de Alcoa, una productora de aluminio, considerada como una empresa del sector armamentístico puesto que uno de sus principales clientes son las fuerzas de defensa y ejércitos. Así como empresas dedicadas al negocio de la ciberseguridad (Kudelsky). No obstante, son los fondos de inversión y las consultorías las que protagonizan este top cien. Y para ilustrar su capacidad de intervenir en la gobernabilidad basta un dato: las diez principales sociedades de inversión del planeta tienen en cartera 16 billones de dólares, más que el PIB anual de EEUU.

8.- Crisis alimentarias

Llegado un punto la inseguridad alimentaria puede dar lugar a episodios de inestabilidad política como los que comenzaron en varios países a partir de 2011. La afirmación es de la ONU, que determina que los alimentos constituyen entre un 10% y un 15% del gasto promedio de un hogar en un país desarrollado. En los sectores pobres de una nación en desarrollo, la proporción se dispara: se llevan entre el 50% y 90% de sus ingresos. Pero ni los fenómenos extremos ni las malas cosechas juegan un papel tan fundamental en este aumento como la especulación.

“Antes tenías que ser un inversor acreditados y las materias primas no se consideraban un tipo de activo --dice un corredor de futuros de gas natural que lleva 25 años viendo cambiar el mercado--. De pronto las materias primas se convirtió en algo que era casi obligatorio tener”, la cita la recoge Matt Taibi, autor del libro Cleptopía, en el que explica como la desrregulación introduce el principio de escasez en materias primas como el trigo, el maíz o el petróleo, una nueva regulación de la que han salido beneficiados los principales actores del Dow Jones: Goldman Sachs, Barclays, Morgan Stanley, Citibank, Deutsche Bank, HSBC y JP Morgan entre otros. El mercado de derivados, que se basa en la creación de un contrato con alguien que apuesta por una subida o bajada de precio, mueve 600 billones a nivel global.

9.-La falta de un organismo importante o institución financiera

La finalidad de una institución financiera global será uno de los puntos más calientes del debate, a menos que la enumeración del problema se haya quedado a nivel formal. El relevo en la FED, la reserva federal estadounidense y las políticas expansivas de este organismo y del banco central japonés ha inyectado liquidez sobre los mercados bursátiles, a pesar de lo cual, el riesgo sistémico del sector financiero sigue pendiendo. Un reciente estudio asegura que las necesidades de los bancos europeos rondan los 700.000 millones de euros. Algunos bancos como el Deustche Bank son los más expuestos a una eventual crisis que amenazaría con volar el castillo de naipes generado después de 2008 bajo la premisa de los bancos “demasiado grandes para caer”. En este sentido, las instituciones financieras han seguido ese programa destinado a socializar las pérdidas bancarias por medio de ayudas multimillonarias que han revitalizado las cuentas de algunos de los socios preferentes de Davos.

10.- Una profunda inestabilidad política y social

Cuenta el periodista Andy Robinson en una entrevista a El Diario.es que “en 2011 mientras seguían con sus grandes especulaciones y negocios a gran escala, de repente vieron en enero desde Davos en sus iPads lo que estaba pasando en Egipto. Se notaba cierto desasosiego entre los asistentes a la cumbre. No hay que olvidar que Hosni Mubarak, al que ahora todos tachan de cruel dictador, era un Davos Man (nombre utilizado para los asistentes influyentes del Foro Económico Mundial de Davos). Había llevado el capitalismo desregulado que les interesaba a las grandes corporaciones habituales en Davos a Egipto”. Así pues, la reunión mirará de reojo los posibles brotes de inestabilidad. Planteamos una pregunta para cerrar este breve repaso, ¿cuántos directivos de los cien socios preferentes sabrían situar el barrio de Gamonal en un mapa?