Gamonal
El motín de los abertzandals

La muchedumbre como corriente de fondo a lo largo de la historia.

, Es una escritora y directora de escena burgalesa.
17/01/14 · 13:59
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Decían Hegel y Marx que todo acontecimiento sucede dos veces en la Historia, una vez como tragedia y otra como farsa. El caso es que lo que está pasando ahora en el estado español ya sucedió en el pasado, exactamente en 1766, en lo que se ha conocido como “El Motín contra Esquilache”. El tal motín tuvo varias causas: la subida de precios del pan y artículos de primera necesidad, la subida de precios del aceite para el alumbrado, la subida de impuestos para las reformas urbanísticas y la promulgación de unas medidas disciplinarias y de vigilancia y control de la población, como la prohibición de reunión, la prohibición del carnaval y el famoso bando de las capas y sombreros, tan tergiversado por la posteridad, entre otras. En 1764, el embajador danés en España, Larrey, escribía sobre el ministro Esquilache: "Continúa haciendo despóticamente lo que le viene en gana, llenando las arcas del Rey, enriqueciéndose él mismo, destruyendo el Comercio y la Industria, y precipitando al pueblo cada vez más a la miseria. Esta es ya tan grande, que a poco que se persista en seguir pisando al pueblo, y a nada que la cosecha de este año sea tan mala como fue la del pasado, las consecuencias no podrán ser sino funestas y terribles". Mientras, el rey Carlos III (el menos tonto de los Borbones según unos, pero no muy listo, según todos), se dedicaba a cazar, ignorante de las miserias del pueblo. Al final, las revueltas se desataron en más de cien ciudades en toda la península y durante varios meses. En la corte tenían claro que aquello era una auténtica Revolución. El mismo embajador danés decía: "La sedición, aunque en apariencia está fomentada por el populacho, es de las más graves y serias. El pueblo bajo, en número de unos veinte mil hombres [en Madrid], ocupa todas las grandes plazas y avenidas, pertrechados de armas blancas y de piedras. … El ciego furor del pueblo exige el arreglo de muchos agravios, cuya enumeración no permite detallar la premura del tiempo".

Lo que está pasando ahora en Gamonal, también se veía venir. Las causas son prácticamente las mismas: subidas de precios, familias muriéndose literalmente de hambre o viviendo de la caridad, gente a oscuras en sus casas aunque alumbrados en las calles, subidas de impuestos para pagar bulevares, una monarquía que cuesta un dineral, corrupción generalizada y el rey que se va de caza. Por no hablar de las medidas de vigilancia y control casi idénticas dos siglos y medio después: represión policial, censura y ley mordaza. De los chambergos dieciochescos a los 'abertzandals' no hay tanto trecho. Ya George Rudé escribió a mediados de los sesenta: "Quizá ningún fenómeno histórico haya sido ignorado tan concienzudamente por los historiadores como la muchedumbre. Pocos negarían que la muchedumbre ha desempeñado -con diversos disfraces- un papel significativo en la historia". Hoy día, gracias al 15M, la Multitud tiene plena conciencia de su naturaleza, esa naturaleza heterogénea, anónima e informe que tan nerviosa pone al poder. Pues hoy, como ya en 1766, la multitud se ha atrevido a cuestionar no solo las decisiones del poder, sino la propia legitimidad de aquellos que gobiernan despóticamente en esta farsa de democracia. Veremos si no acaba en tragedia.

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