Vecinos de varias comarcas catalanas se unen contra una línea de muy alta tensión
Vecinos de Girona se oponen a la alta tensión

Varios municipios se oponen a la construcción de la línea de 400.000 voltios y torres de 65 metros.

, Girona
18/01/14 · 8:00
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Línea de muy alta tensión / Jorge Mateo

Los ciudadanos de las comarcas de Girona se oponen al proyecto de construcción de una línea de muy alta tensión (MAT). No sólo se oponen, sino que no han dejado de movilizarse. El 11 de enero pasado, la Plataforma No a la MAT realizó un apagón de 15 minutos del alumbrado público en Santa Coloma de Far­nés, uno de los municipios afectados por la MAT. Y han convocado dos nuevos apagones para los dos sábados siguientes, el 18 y el 25 de enero. Y es que la construcción de una línea de 400.000 voltios, proyecto impulsado por Red Eléctrica Española, ha sembrado la indignación en diferentes comunidades de Girona y Tarragona. 

Desde los inicios del proyecto, en los años 90, la línea de muy alta tensión se topó con la firme resistencia de la Plataforma No a la MAT, que movilizó y gestionó la oposición frente al proyecto. A pesar de las movilizaciones, las diferentes administraciones, desde Barcelona y Madrid, declararon la línea de “uso público”. Y sin consulta alguna, se inició la construcción.

Torres de 65 metros de altura

Actualmente, la mayoría de las torres –algunas de más de 65 metros de altura– ya están construidas. Sin embargo, la Plataforma No a la MAT, que había perdido fuerza en los últimos meses, ha recuperado el pulso. No sólo ha convocado otros dos apagones para los próximos sábados, sino que ha promovido una campaña de voto anticipado que cerrará oficialmente el 25 de enero. Esta acción de resistencia completa la consulta popular que se celebrará el 26 de enero en Santa Coloma de Farners, Sils y Riudarenes. La consulta abrirá de 9h a 21h y permite votar a cualquier ciudadano del mundo. Pero la resistencia no termina aquí. Se han organizado blogs informa­tivos, conciertos y acampadas. Incluso actos insólitos de resistencia, como el de un activista encadenado a su coche enterrado a diez metros de profundidad en Vilade­sens, Girona, uno de los lugares en donde se construye una de las torres de la MAT.
 
Según la Plataforma No a la MAT, la principal razón para oponerse a la línea de muy alta ten­sión es la insostenibilidad del proyecto, tanto por su dependencia de combustibles fósiles como por el impacto medioambiental que acarrea. La plataforma civil denuncia el actual modelo energético, diseñado a medida de las grandes multinacionales del sector eléctrico, y propone una nueva cultura de la energía basada en el ahorro, la eficiencia y las energías limpias y renovables. 

Afectaciones a la salud

Asimismo, los opositores a la MAT critican el puro interés económico que se oculta detrás del proyecto de construcción de la línea por parte de los accionistas de la compañía Red Eléctrica Española. 
 
Otras razones para oponerse a la gigantesca infraestructura eléctrica son la peligrosidad que implica su instalación y sus efectos en la salud de los habitantes de la zona. Las distancias mínimas de seguridad señaladas para este tipo de construcciones fueron en su día pactadas en beneficio de la salud de la población. Sin embargo, según critica la Plataforma, estas distancias no se han respetado cuando el proyecto se ha puesto en marcha. Pero lo que resulta más llamativo para la Plataforma No a la MAT son las contradicciones de la autorización administrativa. En ésta se presenta a MAT como garantía de abastecimiento de energía, a pesar de declarar que su instalación incrementará el riesgo de incidencias en la red eléctrica de Girona.
 
Al mismo tiempo, critica tanto la subvención de 220 millones de euros como el crédito del Banco Europeo de Inversiones de 350 millones de euros para esta gigantesca infraestructura eléctrica, en un momento de recortes en sanidad, educación y otros ámbitos. 
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