Se cumplen dos años de la elección del municipio conquense para la instalación del ATC
Los terrenos del cementerio nuclear en Villar de Cañas hacen agua

Enresa quiere iniciar las obras del cementerio nuclear en febrero y aún no se conoce el estudio geológico sobre la idoneidad de los terrenos. Las zanjas practicadas sobre el emplazamiento están inundadas con agua procedente del subsuelo.

30/12/13 · 8:00

El 30 de diciembre de 2011, tras el segundo Consejo de Ministros del nuevo Gobierno del PP, se eligió la localidad de Villar de Cañas, en Cuenca, para la instalación del Almacén Temporal Centra­lizado (ATC). Dos años después, se confirma que los terrenos donde se quiere construir el cementerio nuclear son inundables.

La localidad de Villar de Cañas cuenta con el visto bueno de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) y el Gobierno, pero sus terrenos, que se inundaron en abril y que ahora, meses después, rebosan agua procedente del subsuelo, no son aptos, según denuncian científicos y grupos ecologistas.

Las imágenes aportadas hace unos días por la Plataforma contra el Cementerio Nuclear en Cuenca revelan la evidencia: las zanjas practicadas en los terrenos donde irá el silo nuclear están llenas de agua. Esto lo han puesto de manifiesto Francisco Castejón, físico nuclear y responsa­ble de energía de Ecolo­gistas en Acción, y Raquel Montón, de Greenpeace, que denunciaron el 17 de diciembre en el Congreso de los Diputados, en la llamada ponencia encargada de las relaciones con el Comité Asesor del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que el emplazamiento elegido para el ATC es “el peor” por los riesgos de inundación que presenta el terreno. También se informó sobre el peligro del traslado por carretera de los residuos radiactivos, que se llevará a cabo tres veces al mes desde las centrales nucleares del Estado español, según consta en un estudio de Enresa. Está previsto que el cementerio almacene 6.730 toneladas de residuos radiactivos de alta y media actividad.

Un emplazamiento peligroso

Sin embargo, para el presidente de Enresa, Francisco Gil-Ortega, que  también intervino en la misma ponencia, el emplazamiento es “perfectamente idóneo”. Pero un informe en la página web de Enresa reconoce que existen “riesgos geotécnicos relevantes”que podrían ocasionar que el terreno se hundiera por su composición kárstica.

Otro informe geotécnico encargado por Enresa, que se adjudicó en febrero de 2012 por 144.500 euros a la unión de empresas Golder Associates y ATSG, también alerta de los peligros del terreno debido a su composición. Dicho documento fue filtrado por El País  y apunta la “existencia de dolinas de subsidencia, generadas por la disolución local de algunos estratos yesíferos del subsuelo”.

Señala que existe un proceso de disolución del terreno por karstificación, que puede generar colapsos.Golder concluye en ese informe que se da “una condición geotécnica desfavorable” para la instalación del ATC en los terrenos de Villar de Cañas.

Inundación del río Záncara en los terrenos del ATC

Por su parte, el presidente de Enresa argumentó en el Congreso de los diputados que, “aunque el Río Záncara [a 500 metros de los terrenos de Villar de Cañas] se inundara”, no habría problemas ya que es “un río que no lleva casi agua”. Sin embargo, existe un grave riesgo de contaminación radiactiva por fuga o filtración al acuífero 23, según acredita otro informe, el del Colegio de Geólogos, elaborado por el eurogeólogo Marc Martínez Parra y del hidrogeólogo José Ángel Díaz Muñoz. Dicho documento apunta que por la proximidad del río Záncara y la gran cantidad de fuentes someras en la zona existen riesgos de inundación de los terrenos.

Además, otro estudio del Instituto Geológico y Minero de España sostiene que en los años 1953 y 1982 se calculó un aporte anual del río Záncara de 74,83 hm3 al corazón del acuífero 23 (entre Alameda de Cervera y Alcázar de San Juan).

Según Castejón, para evitar “una posible inundación del río Záncara, habría que levantar muros de hormigón, sistemas de bombeo y una serie de medidas, mientras que existen otros terrenos que no tienen estos riesgos”. Por su parte, la representante de Green­peace apunta que se necesitará una  “ingente” cantidad de dinero para el despliegue de seguridad y prevenir riesgos en los tres transportes nucleares al mes previstos. Montón recordó también que ni siquiera el CSN ha podido valorar otras ubicaciones porque la instalación en Villar de Cañas "vino impuesta".

Fue el Gobierno socialista, en 2010, con Miguel Sebastián al frente de Industria, el que impulsó el ATC y negoció con la Asociación de Municipios en Áreas Nucleares (AMAC) para que los elegidos en ese proceso fueran Yebra o Ascó. A cambio, el Ministerio daría más dinero a la AMAC y ésta buscaría más candidatos para que el proceso pareciera democrático, según publicó DIAGONAL. Todo apuntaba entonces a que uno de estos dos municipios se quedaría con el ATC. Sin embargo, con la llegada del PP, el emplazamiento elegido, el 30 de diciembre de 2011, hace dos años, fue Villar de Cañas, en cuarto lugar, detrás de Zarra, Ascó y Yebra, en la lista de candidatos.

El ATC, una decisión política

Desde abril de 2013, se trasladaron a Villar de Cañas varias máquinas para drenar el agua estancada en los terrenos tras las fuertes lluvias, según confirmaron vecinos del municipio. Hoy la maquinaria sigue sobre el terreno. Algunos geólogos han manifestado que se necesitará mucho más dinero para construir el ATC porque los terrenos no son estables. Mientras, Enresa no ha publicado el estudio del terreno.

Carlos Villeta, portavoz de Ecologistas en Acción de Cuenca, preguntó el pasado 3 de diciembre por ese informe a través de la web de Enresa. La empresa respondió 20 días después a algunas de las preguntas de Ecologistas en Acción: “Los resultados de los informes geológicos del ATC se integrarán en los documentos oficiales (...) en los que Enresa está trabajando. El proyecto se halla en la fase previa al licenciamiento”.Además, señaló que "todo lo que hacemos es supervisado por el Consejo de Seguridad Nuclear y, mientras que éste, que es un órgano independiente, no nos dé el visto bueno, no podremos iniciar ninguna obra".

Sin embargo, en enero de 2014, Enresa presentará al Ministerio de Industria los documentos necesarios, según los plazos previstos, para iniciar las obras del ATC que pretenden terminar a finales de 2017. En ellas se incluyen carreteras, el cementerio nuclear, naves y accesos al mismo.

Por su parte, Gil-Ortega, a preguntas de la agencia Europa Press hace unos días, reconoció que “fue un empeño de María Dolores de Cospedal la ubicación del ATC en su Comunidad Autónoma”. Pero no explicó que entre enero y febrero de este año Enresa adjudicó uno de los trabajos de la construcción del ATC a Iberinco, filial de Iberdrola, de la que es consejero Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal.

CONTRA EL CEMENTERIO NUCLEAR

La Plataforma contra el Cementerio Nuclear en Cuenca convoca el 30 de diciembre en el centro de la ciudad y en todos los municipios de la provincia una cacerolada para protestar contra la decisión de instalar el ATC en Villar de Cañas, sin consultar con los vecinos y municipios que se verán afectados. Está prevista una protesta en la calle Carretería, esquina con Sánchez Vera, a las 19,00h, esta tarde.

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