Carlos Cano y Carmen B.
Miembros del 15M Granada
“Quieren meter miedo a la gente”

Dos miembros del 15M de Granada han sido condenados a tres años de prisión por participar en un piquete sin violencia en la huelga general del 29 de marzo de 2012.

, Granada
09/12/13 · 8:00
Carlos y Carmen, delante del local donde fueron identificados durante el piquete. / Eduardo Pérez Cortés

Carlos Cano (Córdoba, 1989), estudiante de Medicina,  y Carmen B. (León, 1957), animadora sociocultural en paro, viven una pesadilla judicial desde la huelga general del 29 de marzo de 2012, cuando participaron en un piquete informativo en Granada. El 24 de mayo de 2013 fueron condenados a tres años y un día de cárcel, además de al pago de una abultada multa. El juez les considera responsables de un “delito contra el derecho de los trabajadores” por “amenazas y coacciones” a la dueña de un céntrico bar de la ciudad.

¿Qué pasó el 29 de marzo de 2012?

Carlos Cano: Hubo un piquete informativo del 15M, convocado para las 12 de la noche, fuimos entre 50 y 70 personas. La Champagnería fue el segundo bar en el que entramos. La idea era llegar y presionar un poco para que la dueña cerrara el bar, y si no pues irnos. Con carácter pacífico. La policía nacional nos escoltaba. Hubo gente que pegó pegatinas, la dueña dice que hubo una pintada, la gente empezó a gritar. Había un par de clientes con los que hubo algo de tensión. Llegó un momento en que la dueña se puso nerviosa y llamó a  la policía. Se dejó de armar follón. Parte del piquete salió y varias personas dijimos que nos esperábamos allí, que no estábamos haciendo nada ilegal. La policía llegó y nos identificó, básicamente porque fuimos los últimos en salir. Nos identificó a nosotros dos y a otra persona. Fue una identificación aleatoria, yo no sabía por qué nos estaban identificando.

Carmen B.: Nosotros estábamos quietos esperando a que la situación se calmara. Yo quería denunciar los insultos de la dueña y las amenazas de los clientes, que se presentaron como amigos del dueño. Uno de ellos se encaró con el otro muchacho, yo le dije que no tenía derecho a pegar a nadie. Le dije a la dueña: “Yo quiero que me sirvas”. Ella me dijo: “Yo a ti no te sirvo porque está cerrado”. Le dije que si estaba cerrado que cerrara la puerta, que era huelga general y hacía falta un gesto de apoyo. Y que si estaba abierto, que me sirviera o me diera las hojas de reclamaciones. Yo a la policía le pedí que identificara a la gente del bar, pero no lo hizo. Un mes después nos llamaron a declarar y dijimos que era mentira. No hubo tales daños ni amenazas ni insultos.

¿Qué pasó después?

C.C.: Se suspendió todo hasta mayo de este año, cuando se realizó el juicio. La dueña del bar no identificó a la tercera persona, y quedó absuelta. Sus testigos no vinieron, la policía tampoco. La dueña presenta un peritaje de daños de 700 euros, hecho por ellos. Ni siquiera se admitió en el juicio por ser irregular. Nosotros llevamos testigos, un par de chicos que estaban en el piquete. Ella se contradijo muchas veces. Yo salí confiado pensando que nos iban a absolver. La impresión general era positiva.

"El juez me puede haber condenado pero no me va a destrozar la vida, voy a seguir luchando por mis derechos"
C.B.: Yo no salí tan confiada, pero no contaba con una condena mayor que el año de cárcel que solicitaba la Fiscalía.

C.C.: Poco después llegó la sentencia: tres años y un día de cárcel a nosotros dos por un delito contra el derecho de los trabajadores. 3.655 euros a pagar en concepto de multa y compensación de daños, la mayor parte de la multa. Nos quedamos un poco en shock, yo estaba estudiando ese curso en Italia, de Erasmus, y me tuve que volver.

¿Habéis recurrido?

C.C.: Hemos recurrido a la Audiencia Provincial, hace un par de meses. La resolución será el 13 de mayo.

C.B.: Si ratifican la condena, podríamos recurrir a instancias superiores, pero tendríamos que entrar en prisión.

¿Qué es lo que dice la gente de vuestro entorno?

C.B.: En mi entorno nadie se lo cree y todo el mundo se lo toma a la ligera. “No pasa nada, no vais a entrar, con toda la gente que hace cosas más graves, es sólo para dar un poco de miedo. ¿Cómo vais a ir a la cárcel?”. No es gente que vaya a las huelgas o manifestaciones. Es gente sumisa, gente obediente que rehúye los problemas. Pero cuando ves lo que ha pasado en otros casos, vas ampliando el conocimiento y dices “ostras, ¿dónde estoy metida?”.

C.C: Me he sentido muy arropado tanto por mi familia como por la gente a mi alrededor. Mucha gente me ha dado ánimos, es consciente de la guarrada que nos han hecho. Cuando vine de Italia me reuní con Stop Represión, antes estaba más decaído y cuando el grupo se posicionó de una forma proactiva se me quitó el mal rollo. Me ha permitido no venirme abajo ni comerme mucho el coco.

¿Pensábais que podía pasar esto?

C.B.: Cuando vas a una huelga asumes que puede haber problemas. Yo ese día estuve casi 24 horas activa. Hay principios de derecho que dicen que la Justicia no puede causar más daños que el que pretende restaurar, y en este caso la sentencia causa más que los que presuntamente se han causado. Va en contra de todos los principios del derecho.

C.C.: Esperaba que pudiera ocurrir algo, aunque no algo tan extremo. Es desproporcionado. Aunque nos absolvieran al final, generan miedo entre la gente, tienes que estar muchos meses pensando en esto.

Si mañana se convoca otra huelga general. ¿Qué haríais?

C.B.: Por principios, volvería a participar. Considero que sería más necesario todavía. Aunque te quedes en tu casa, la represión del Estado se te cuela por debajo de la puerta. No creo en la táctica del miedo.

C.C.: No sabes en qué momento te vas a ver envuelto en algo así. El otro día estaba manifestándome contra la LOMCE y arrestaron a dos chavales aleatoriamente tras una carga. Obviamente, tengo que ser más prudente. El juez me puede haber condenado pero no me va a destrozar la vida, voy a seguir luchando por mis derechos.

Tags relacionados: carlos cano Carmen Bajo
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comentarios

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    ivanredes
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    Mar, 07/15/2014 - 13:25
    Por favor, leyendo la descripción de lo que sucedido esta claro que existió coacción. No hay duda que tiene que castigarse cualquier tipo de violencia tanto física como verbal, aunque tres años de condena es desproporcionado. Por otro lado la propietaria está a favor del indulto a estas personas porque tiene miedo de recibir represalias. Por lo tanto, la idea de utilizar una foto de las personas que amenazaron frente al local solo puede traer problemas del mismo tipo.
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    me alegro
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    Vie, 05/09/2014 - 19:57
    jajajaja eso esta bien, se piensa ahora que la gente puede hacer lo que quiere cuando quiera jajajaja. Ahora que carguen con las consecuencias.
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    Terete
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    Lun, 12/09/2013 - 23:22
    <strong>NO HAY DERECHO </strong>a que se callen así las pocas voces que gritan por los derechos de tod@s...NO podemos permitir que se penalice desproporcionadamente actuaciones que nos intentan proteger... NO deberíamos tragarnos todo el pavor que nos quieren meter a través de todos los sentidos y orificios del cuerpo. NO vais a estar sol@s..
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