La campaña Cortocircuito, de VSF Justicia Alimentaria Global, reclama a las administraciones la compra de alimentos en el circuito local.
Una de cada cuatro comidas que se sirven en los comedores escolares españoles son servidas por sólo dos empresas de restauración colectiva, y estas empresas compran a los mayoristas el 70% de los alimentos que utilizan y sólo un 10% al sector primario. Son datos que se desprenden del informe 'Compra pública en sistemas alimentarios locales. Impactos sociales, ambientales y económicos', de VSF Justicia Alimentaria Global, que forma parte de la campaña Cortocircuito, con la que la organización reclama a las administraciones públicas la compra de alimentos en el circuito local.
"Ahora mismo, a nivel de todo el Estado, los gastos de alimentación suponen cerca de 3.000 millones de euros anuales", apunta Javier Guzmán, director de VSF, quien explica también como, en los últimos diez años, el negocio de la restauración colectiva y social (RSyC), que es aquella que se sirve en espacios públicos, como colegios u hospitales, y privados, como aviones o grandes empresas, se ha concentrado hasta repartirse cerca de la mitad de la facturación de este sector entre un puñado de cinco empresas, de las cuáles la mayoría son multinacionales.
El Grupo Serunión es, según el informe de Veterinarios sin Fronteras, la empresa de catering con mayor presencia en este mercado: el 10,68% de las comidas servidas en el sector de la restauración colectiva viene de esta empresa, filial de la francesa Elior. Actualmente, la división de esta firma dirigida a colegios, Serunión Educa, sirve las comidas en más de 2.000 centros educativos y en 2012 se adjudicó el servicio de restauración de los doce hospitales del grupo USP. Una de sus últimas adjudicaciones, a principios de septiembre, fue la del servicio de restauración del Hospital de Alicante por 3 años, servicio por el que la Consellería de Sanidad valenciana ha pagado 12 millones de euros. Entre el accionariado de la filial española destacan las familias San Salvador y Cuatrecasas, a través de su empresa Emesa, que actualmente está bajo investigación por un supuesto fraude fiscal.
EurestCompass, del grupo británico Compass, es la segunda en facturación en la restauración colectiva, con un volumen de negocio que supone el 10,32% del sector, según el informe de VSF, mientras que la también francesa Sodexo roza el 6%.
Aunque las multinacionales son las principales empresas de la restauración colectiva en el Estado español, las españolas también han empezado a hacerse hueco en este sector, en el que la administración podría destinar, según los cálculos de VSF, entre 2.000 y 3.000 millones de euros anuales. El Grupo Cantoblanco, en manos del presidente de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE, Arturo Fernández, factura cerca del 5% de toda la actividad. AuzoLagun, del Grupo Mondragón, es la otra española en la lista, ocupándose del servicio de hostelería de más de 700 centros educativos, 200 residencias y 30 centros hospitalarios.
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