120 industrias acumulan el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero

El Estado español continúa sobrepasando los límites
de emisión de gases de efecto invernadero acordados
en el Protocolo de Kioto. Más de un tercio de
esta contaminación es producida por pocas industrias,
especialmente del sector eléctrico, que sigue
siendo el sector que más margen tiene para
mejorar su eficiencia energética y continúa con
instalaciones altamente contaminantes como las
centrales de generación eléctrica que se alimentan
de carbón. Mientras, el Gobierno se cruza de
brazos y confía en que la profundización de la crisis
le permita cumplir con Kioto.

27/11/08 · 0:00
Edición impresa



Las emisiones de gases de invernadero
en dióxido de
carbono (CO2) equivalente
en España han aumentado
un 52,3% entre 1990 y 2007. No hay
una relación mecánica entre el crecimiento
económico y el aumento de
las emisiones, como demuestra la
experiencia internacional e, incluso,
la española. En el caso de España,
las altas tasas de crecimiento registradas
responden a las políticas de
promover el transporte privado, la
especulación urbanística, el modelo
de urbanismo disperso y el desarrollismo
a ultranza. Es posible crecer y
satisfacer las necesidades de la población
con una disminución de las
emisiones, como demuestran numerosas
experiencias internacionales,
y hoy es una necesidad para frenar
el cambio climático, además de una
obligación en el marco del Protocolo
de Kioto y nuestros compromisos en
el seno de la Unión Europea.

Los mayores aumentos se han
producido en Andalucía, Canarias,
País Valenciano, Murcia, La Rioja,
Baleares, Extremadura, Navarra y
Madrid. Las regiones donde menos
han aumentado las emisiones son
Asturias, Castilla y León, Galicia y
Aragón, todas ellas con centrales
termoeléctricas de carbón, por lo
que puede afirmarse que el descenso
se acentuará en 2008, a causa
de la crisis económica y el mayor
precio del CO2. Los mayores porcentajes
respecto al total corresponden
a Andalucía, Cataluña y
Castilla y León.

Un hecho poco conocido es que
sólo 120 instalaciones emitieron en
2007 el 36% de los gases de efecto
invernadero en España, y 43 instalaciones,
de mayor a menor emisión,
emitieron el 26% de los gases
de efecto invernadero (GEI) en
2007. Los diez campeones emitieron
el 13,2% del total.

Las centrales termoeléctricas de
carbón son responsables del 15,7%
de las emisiones totales de España
en 2007. Ese mismo año funcionaron
muchas horas, en parte debido a
que el precio de la tonelada de CO2
fue de apenas unos céntimos de euro,
pero el panorama ha cambiado
sustancialmente en 2008, debido
tanto al mayor precio del CO2 como
a la duplicación del precio del carbón
importado, lo que beneficia fundamentalmente
a las centrales eléctricas
de ciclo combinado, de gas natural
importado. El carbón recibe importantes
ayudas públicas directas e
indirectas, y apenas genera 8.000
empleos, más otros 2.500 en las centrales
termoeléctricas, frente a los
más de 200.000 empleos en el sector
de las energías renovables.

El sector eléctrico es el más importante
desde el punto de vista de
las emisiones, y es también donde
se pueden alcanzar mayores
reducciones en la contaminación
de la manera menos traumática,
aligerando la presión sobre otros
sectores industriales, por varias razones:
la baja elasticidad
precio/demanda de electricidad, la
escasa repercusión de la competencia
mundial, la variedad de productos
sustitutivos y la posibilidad
de repercutir el coste del CO2 al
consumidor con menores efectos
adversos, tras muchos años de reducción
real del precio del kWh.

El sector eléctrico puede realizar
grandes reducciones de las emisiones
a un precio razonable, y existen
alternativas claras y viables ya en el
mercado, como la energía eólica en
la actualidad y la solar termoeléctrica
en unos pocos años, además de
la cogeneración y el aumento de la
eficiencia. La internalización de costes
que supone la Directiva de
Comercio de Emisiones ha hecho
aflorar las ventajas competitivas de
la eólica y otras energías renovables,
que además tienen otras muchas sinergias,
como mayor generación de
empleo, reducción del déficit comercial
y desarrollo tecnológico. El precio
medio de la electricidad se ha
reducido un 40% en términos constantes
en la última década, lo que
deja un margen para actuaciones
encaminadas a reducir las emisiones,
más si se tiene en cuenta que
han desaparecido otras partidas, como
las destinadas a la moratoria
nuclear. Las centrales de carbón
emiten por kWh entre 2,5 y 3 veces
más CO2 que las centrales de ciclo
combinado de gas natural. La emisión
de la energía eólica es prácticamente
nula. Una cuestión destacable
es el estancamiento de la cogeneración,
a causa de las medidas
adoptadas en los últimos años.


Otros sectores contaminantes

Por su parte, las industrias ligadas
a la construcción, como el cemento,
las cales y ladrillos, son responsables
de un porcentaje significativo
de las emisiones contaminantes.
El panorama ha cambiado sustancialmente
en 2008 con la crisis inmobiliaria,
que va a prolongarse
varios años, y difícilmente regresará
a las cifras de 2007.

El refino del petróleo es otro
sector intensivo en emisiones. Los
vehículos eléctricos, que empezarán
a comercializarse a partir de
2010, pueden contribuir a la reducción
de las emisiones ocasionadas
por derivados del petróleo,
como la gasolina y el gasóleo.

La contaminación tiene responsables
claros, además del Gobierno,
cuya única acción para cumplir el
Protocolo de Kioto se reduce en la
práctica a esperar que la crisis económica
reduzca las emisiones, algo
que ya sucedió en el pasado.

+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

separador

Tienda El Salto