Alberto Franco
Sacerdote integrante del movimiento Colombianos y Colombianas Por la Paz
“En La Habana no se define la paz, se define el conflicto armado”

Alberto Franco, sacerdote implicado en el proceso de paz, señala que es necesario contar con la sociedad civil en las conversaciones que se están llevando a cabo en La Habana. Diversas movimientos sociales colombianos se han dado cita en Botogá para debatir sobre los acuerdos de paz.

, Bogotá (Colombia)
26/04/13 · 12:45
Alberto Franco, sacerdote integrante de Colombianos y Colombianas por la paz. / FOTO: Inés Rein.

El padre Alberto Franco es miembro de la organización Colombianos y Colombianas Por la Paz y representante legal de la Comisón Intereclesial de Justicia y Paz. Es uno de los líderes ecuménicos que está apoyando las iniciativas de participación de la sociedad civil colombiana en la construcción de una propuesta de paz transformadora y con justicia social. Lleva toda la vida acompañando a comunidades rurales y organizaciones de base en la mejora de sus condiciones de vida.
 

¿Cuál es su valoración del Congreso por la Paz, iniciativa del Congreso de los Pueblos?

El Congreso ha supuesto la participación de personas de muchas regiones del país en torno a la construcción de una propuesta de paz con justicia social. Hace parte de una tendencia los últimos años de construcción de grandes redes que van articulando la lucha, con la premisa de que las luchas individuales son muy valiosas pero se necesita avanzar en la consolidación de un proceso de unidad con perspectiva más amplia.
 

El movimiento social aglutinado en la Ruta Social Común para la Paz propone un proyecto de “paz transformadora” frente a el proceso que se está llevando a cabo en La Habana. ¿A qué paz le está apostando la sociedad civil?

Hay dos realidades que marchan paralelas con dinámica propia. Lo que está teniendo lugar en La Habana es muy importante, p ero no agota todas las luchas sociales. La exigencia nuestra es que ahí esté también el ELN y el EPL. Además la agenda de La Habana es insuficiente y no representa a todo el movimiento social colombiano. Hay unas reivindicaciones y propuestas encima de la mesa que se hacen en nombre del pueblo, pero éste no se siente representado. En La Habana no se define la paz, se define el conflicto armado.

¿Cómo se ha dado la participación de la sociedad civil a lo largo de la construcción de paz en Colombia?

Un momento que se generó mucho entusiasmo fue en la época del presidente Betancur, hubo un gran diálogo nacional impulsado desde el estado, donde se reconocieron las causas sociales del conflicto.
Otro momento de ilusión fue en 1991 donde vio la luz la nueva Constitución. También fueron muy importantes los Diálogos de El Caguán, en los que se pactaron unas agendas, pero fue muy difícil cumplirlas por los intereses que hay detrás del conflicto. Los que se benefician de la guerra no están interesados en la solución.

¿El estado está estableciendo mecanismos de participación del movimiento social en el proceso de paz?

En 2012 FARC y gobierno acuerdan, gracias a la presión del movimiento social, la realización del Foro Agrario para el que se convocó a organizaciones de la sociedad civil. Éste fue el primer ejercicio de participación que abrió el gobierno y las conclusiones llegaron a la mesa de negociación, pero no sabemos si las han tenido en cuenta. A finales de abril está programado el Congreso de Participación Política, que es el segundo punto de la agenda de negociación.
 

La imagen de Juan Manuel Santos en los medios de comunicación internacionales pretende mostrar su cariz dialogante y conciliador frente al guerrerismo de su antecesor, Álvaro Uribe. ¿Cómo ha sido la interlocución del movimiento social con el presidente Santos?

Santos es parte de un grupo de poder responsable de la crisis humanitaria que vive Colombia. Fue Ministro de Hacienda y luego de Defensa con Uribe. Representa un ala más moderna del mismo modelo, pero también más peligrosa. Llega en un momento en que la paz se hace necesaria para el capital y quiere pasar a la historia como el “Presidente de la Paz”. Movimiento social y gobierno y oligarquía tienen una conceptualización diferente de la paz. Por ejemplo, piense en un campesino. Llega la guerrilla y le dice “estamos trabajando para la paz”. Luego vienen los militares y le dicen lo mismo; y más tarde los paramilitares y el Gobierno. ¿Y a el campesino quién le ha preguntado qué es lo que es para él la paz? “Yo lo que quiero es que me dejen trabajar tranquilo”, dirá seguramente.

 A nivel personal, ¿ qué expectativas tiene entorno a este proceso de paz?

La Habana podría dar unas cosas, pero no todo. En la mesa de negociación no se va a hacer la revolución. Allí se pueden generar las condiciones básicas para la paz. Esperaría que mucha gente de organizaciones sociales viera la importancia momento histórico y pusiera intereses particulares en función de una construcción común.
 
 
 
 
 
 
 
 

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comentarios

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    Maria
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    Mar, 04/30/2013 - 16:14
    El padre Alberto Franco ha trabajado y vivido al lado de comunidades de base que viven en unas condiciones muy duras, y que además están muy hostigadas por el conflicto armado, social y político que vive Colombia desde hace más de 60 años. Sí, su discurso y su práctica, se enmarcan en la Teología de la Liberación. Es un líder ecuménico que ha sido amenazado de muerte por su labor (este mismo año su coche fue tiroteado: http://www.amnesty.org/es/library/asset/AMR23/007/2013/es/833c6ce2-77c9-4e59-a6e3-322e4370b91c/amr230072013en.pdf)<br />En ese sentido, y cómo aparece en la entrevista, se sitúa al lado de los movimientos sociales de base y hace duras críticas al gobierno. No veo ninguna similitud entre su perfil y el del papa Bergoglio.
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    Ortzi
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    Vie, 04/26/2013 - 14:13
    Amarillismo informativo. &iquest;Es acaso este cura algún representante de la teología de la liberación? Mas bien encaja en el movimiento impulsado por el nuevo papa argentino, colaboracionista con la dictadura fascista argentina.<br />La deriva ideológica del periódico Diagonal, cada vez mas evidente...
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