Brotes verdes, pero ¿para
quién? Mientras las
clases altas recuperan el
nivel económico que
tenían antes de la crisis,
entre los trabajadores
crecen los índices de
pobreza y no se detiene
la escalada del paro.
“Si EE UU está viviendo una guerra
de clases, la mía está ganando
claramente”. Esta frase la dijo
Warren Buffett, uno de los hombres
más ricos del mundo, en 2004
y a finales de 2010 su afirmación
todavía está más ajustada a los datos
económicos, como apunta el
economista y editor de la revista
Sin Permiso, Daniel Raventós.
La crisis ha ensanchado la brecha
social que separa a los ricos
de los pobres, como demuestra el
informe anual de riqueza que
Merryl Lynch dio a conocer en junio.
Según este banco estadounidense,
diez millones de personas
acumulan 39 billones de dólares,
un 18,9% más de la suma que poseían
en 2008. Es decir, los ricos
del mundo son más ricos de lo que
eran hace dos años.
El reverso de esta recuperación
exprés es el aumento de la pobreza
en los países del Norte. El 19% de la
población española vive hoy por debajo
del umbral de la pobreza. En la
UE hay 19 millones de personas en
esta situación y aproximadamente
80 millones de personas trabajadoras
están en riesgo de exclusión. En
EE UU uno de cada seis ciudadanos
está siendo asistido por al menos
un programa gubernamental
de lucha contra la pobreza.
¿Dónde está la recuperación?
El 13 de septiembre la Comisión
Europea anunciaba una “frágil” recuperación,
que no obstante “progresa
a un ritmo más rápido de lo
esperado”. Para el economista y sociólogo
Daniel Albarracín, no se
puede descartar que la economía
salga del bache, pero aun si se produce,
la recuperación será débil y
poco próspera, “no será posible sin
haber destruido buena parte del tejido
productivo, generando un
enorme volumen de paro y retrocediendo
los salarios y derechos sociales
básicos”.
Entre las medidas que estos economistas
consideran necesarias para
que la salida a la crisis no agrande
la brecha social, Raventós defiende
la creación de una Renta
Básica de ciudadanía, “si esta medida
es buena en tiempos de bonanza
todavía lo es más en la actual situación
de crisis”. Otras iniciativas pasan,
para el economista Nacho Álvarez,
por medidas anticíclicas, como
la prohibición de despidos a
empresas con beneficios o el incremento
del salario mínimo a 1.200
euros como medio para recuperar
la demanda agregada.
Por su parte, Albarracín cree que
las medidas de contrapeso pasan
por la regulación del sistema financiero,
lo que haría necesaria una
banca pública y una reforma fiscal
“progresiva y redistribuidora”. Pero,
para este economista, lo prioritario
es que “los y las trabajadoras
planteen la puesta en pie de otro
modelo de democracia, basado en
la participación y en el control de la
economía a favor de las necesidades
sociales”.
DATOS DE LA DESIGUALDAD
40% Es el porcentaje de
personas paradas
de menos de 24
años en España.
Esto la sitúa a la
cola de la UE.
18% Es la tasa de desempleo
femenina
en el Estado español.
Dos millones
de mujeres están
en paro.
6% Es el porcentaje de
empresarios españoles
que dicen que
van a contratar
empleados en lo
que queda de 2010.
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