Texto de Esther Marín Pariente

 

Foto: Laura Boyano Sigüenza

La lluvia no los ha parado. Son españoles residentes en Polonia que también están indignados y quieren aportar su granito de arena a la Spanish revolution. Se han reunido la tarde de la jornada de reflexión enfrente del Instituto Cervantes, organismo que exporta el idioma y la cultura española al resto del mundo, para pedir un cambio en el sistema, en la política y sobre todo para solidarizarse con las miles de personas que han salido a la calle en su país. Porque ellos, aunque estén lejos, también se consideran parte de este movimiento.

La concentración estaba prevista a las 17.00h, pero la tormenta ha atrasado la llegada de la gente media hora. Tras unos minutos de confusión, los asistentes sacaron sus carteles y empezaron a adornar la fachada del edificio. En ellos se podían leer lemas en castellano, inglés y polaco.

Turistas y autóctonos han pasado por la Plaza de Santa María Magdalena y han mostrado su apoyo a los manifestantes e incluso alguno de ellos se ha unido a las protestas. No había edad, ni perfil único, tan solo ilusión y esperanza porque este movimiento siga adelante.

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