ANÁLISIS // EL CIMIENTO DE LA INDIGNACIÓN AGITA EL PANORAMA POLÍTICO
Hoy mejor que antes de ayer

El autor, profesor de ciencias políticas, valora la
primera semana del movimiento 15-M y de la
acampada de la Puerta del Sol.

30/05/11 · 8:00
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Concentración Sol. Foto: Diego González

El movimiento 15-M –hablo
en exclusiva de mi experiencia
madrileña– ha tenido
un eco inesperado por
varias razones: la habilidad de sus
organizadores, su designio de huir
de las siglas, el descontento general,
el caos que Bolonia ha ahondado en
las universidades, la oportunidad
que ofrecían unas tristes elecciones,
el eco de la revuelta árabe –junto con
lo acaecido en Grecia, Portugal e
Islandia–, y, en suma, el trabajo de
años de los movimientos sociales críticos.
Agrego algo obvio: el hecho de
que en su estadio inicial la iniciativa
que cobró cuerpo el 15 de mayo hubiese
superado todas las expectativas
atrajo hacia él inmediatamente a
muchas gentes.

1. Lo que salió de las manifestaciones
del 15 de mayo fue, por lo demás,
una rareza: en las filas del
movimiento naciente, y al menos
en el primer momento, los adultos
faltaban, como faltaban también,
por cierto, los adolescentes.
Generacionalmente constreñido,
con escasa presencia obrera y más
bien interclasista, carecía de forma
orgullosa de líderes, algo que no
dejó de poner de los nervios a unos
medios de incomunicación de
siempre obsesionados con ponerle
cara a las cosas.

2. Sobre un cimiento sólido –el de la
indignación–, el movimiento tenía
dos almas
. Si la primera la aportaban
activistas de los movimientos
sociales críticos, que contestan activamente
el capitalismo y bien podemos
describir, por su vocación
asamblearia, como libertarios, en
la segunda se han instalado jóvenes
que, infinitamente cabreados y
un punto ingenuos y meritocráticos,
postulan una reforma más o
menos radical del sistema y muestran
un franco interés por las elecciones
y sus tramas.
Siendo cierto que esas dos almas
no han dejado de vivificarse mutuamente,
lo suyo es señalar que aunque
en el momento inicial la hegemonía
correspondió a la primera,
con el paso de los días se hizo valer
un peso creciente de la segunda, acaso
facilitado por la presión que ejercieron
las autoridades políticas, judiciales
y policiales. Las cosas como
fueren, y aunque el escenario no era
paradisíaco, seguía siendo claramente
preferible a la miseria que hemos
palpado durante decenios. Bastaba
con echar una ojeada a cualquiera
de las asambleas de la Puerta del Sol
para percatarse de que nos adentrábamos
en un mundo nuevo.

3. Si alguien se pregunta por qué el
movimiento ha provocado tanto temor,
responderé que, aunque al respecto
hayan podido influir el crecimiento
inesperado de las protestas y
la huella emocional derivada de la
revuelta árabe, lo realmente importante
era otra cosa: conectaba de manera
espontánea con muchas de las
percepciones populares sobre la crisis
y su resolución, algo poco común
–admitámoslo– en las iniciativas de
nuestros movimientos sociales.

4. Olvidemos ahora la reacción de la
caverna. Una simple ojeada a las portadas
de La Gaceta, La Razón, ABC
y El Mundo ilustra a la perfección lo
que tenemos entre manos. Me interesa
prestar atención a algo más delicado
por menos evidente, que retrataré
de la mano de una glosa de lo
que han escrito los todólogos de El
País y Público. Luego de haber defendido
de siempre la infamia de las
políticas del PSOE, a cuyo redil volverán
rápidamente, los primeros, los
de El País, han mostrado su franca
simpatía por esos jóvenes marginados.
Por detrás no se barrunta, claro,
ninguna reflexión seria sobre la explotación,
el capitalismo, la represión
o la condición del medio en el
que escriben. Lo de los todólogos de
Público, aunque algo tiene que ver
con lo anterior, discurre por otro canal:
tras mostrar, de nuevo, su simpatía
por los indignados, les invitan a
mostrarse ecuánimes y moderados,
subrayan el vigor de los deberes cívicos
y muestran un atávico terror
–nunca han pisado, claro, un movimiento
social– ante espontaneidades,
radicalidades y menciones
agrias de la miseria que esparcen
nuestros sindicatos mayoritarios.
En realidad hay un elemento participante
más: el que congrega a la socialdemocracia
ilustrada que, afín a
los sindicatos mencionados, tras
quedar en fuera de juego el 15 de mayo
ha recuperado el terreno perdido
y se atribuye ahora un audaz protagonismo.
No tiene problemas, eso sí,
para ubicarse: si los libertarios están
demasiado lejos, los jóvenes indignados,
aunque un tanto naïfs, configuran
un auditorio interesante.

5. ¿Qué sabemos del futuro? Nada.
Aunque los escépticos predominan,
bueno será que subrayemos que el
14 de mayo no daban un duro por
las movilizaciones que se anunciaban.
Que lo vamos a tener difícil a
la hora de ampliar la movilización
y pasar a los hechos es evidente.
Casi tanto como que se abre un escenario
nuevo, claramente mejor
que el de antes de ayer.

POCO MESTIZAJE
EN LA ACAMPADA

Entre las debilidades de la acampada
es necesario referirse a la
poca participación de migrantes en
la vida de la Puerta del Sol, si bien
personas de muchas nacionalidades
asistieron a la manifestación
del 15 de mayo en Madrid. Los
grupos de trabajo sobre migración
han llegado a un consenso en su
intención de pedir al Gobierno que
cierre los Centros de Internamiento
para Extranjeros. Asimismo, durante
la asamblea del domingo 22 de
mayo se aprobó pedirle al Gobierno
que cesen los controles de
identidad racistas y que se dé
'papeles' a los migrantes.

7 DE ABRIL
JUVENTUD SIN FUTURO MOVILIZA A LA UNIVERSIDAD

Las asociaciones universitarias madrileñas se
alejan de su perfil estudiantil y convocan
una manifestación con el lema: «Sin casa,
sin pensión, sin futuro, sin miedo». Al final
se amplia a Sevilla, Valencia, Salamanca
Compostela, Almería, Alicante y Murcia.

15 DE MAYO
LAS MOVILIZACIONES SE EXTIENDEN A LAS PRINCIPALES CIUDADES

Miles de personas, especialmente en Madrid,
protestan exigiendo una Democracia Real
Ya. A esta cita se unen Juventud sin
Futuro y de forma individual numerosos
integrantes de colectivos sociales.
Nolesvotes se desmarcó de esta cita.

#ACAMPADASOL
LA POLICÍA MAGNIFICA LA RESISTENCIA EN EL KILÓMETRO 0

Después de la movilización en Madrid, unas 200
personas deciden en asamblea acampar en la Puerta
del Sol con el objetivo de permanecer, al menos,
hasta las elecciones del 22-M. De forma insólita, la
Policía no actúa. Esa madrugada empiezan a circular
los mensajes de apoyo a la acampada.

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comentarios

5

  • |
    anónima
    |
    31/05/2011 - 9:00am
    ¿No se está alejando de la realidad el "movimiento" (que mal suena este palabrejo)? Hoy por hoy parece que el principal objetivo de los acampados-indignados es la reforma de la ley electoral. No se contempla la posibiidad de dar una dimensión política al asunto, más allá de "captar la atención de los políticos". Y da la sensación de que se pasa de puntillas por temas de pura y simple supervivencia, como las relaciones laborales (últimamente "mercado", como todo) o el carácter necesariamente público de determinados asuntos, como la educación, los servicios sociales... Y no será por falta de provocaciones constantes en estos ámbitos. Espero no acabar decepcionado con esto. Tengo la rara sensación de que, sí, "estamos indignados", "muy indignados", pero, "hábilmente", se ha manejado (o manipulado) esta indignación y descontento contra la clase politica dominante "general" para declarar a bombo y platillo el carácter "apolítico" del "movimiento"... algo así como "protesta, nene, que ya se te pasará el berrinche". Y mientras nos dejan jugar a las revoluciones, en Sol, sin ir más lejos, la principal vecina de los acampados, o sigue jugando a su particular monpoly.
  • |
    anónima
    |
    31/05/2011 - 4:36am
    <p class="spip">solamente decir que si hablamos y ponemos fecha a esto que está sucediendo hemos de marcar varios matices en el calendario para profundizar más en el hecho del desborde y la superación de todo aquello que se proponía antes de la manifestación.</p> <p class="spip">si analizamos los puntos en los cuales el movimiento ha ido creciendo (o girando en torno a su propio eje y siguiendo una cadena en forma de espiral) hemos de entender que el movimiento 15m necesita ser matizado e introducir la fecha de 16m. ¿por qué? es la madrugada del domingo, 15, al lunes, 16, cuando se reúnen lxs primerxs sujetos para decidir qué hacer. aquí marcamos el salto: si bien es cierto que DRY (está claro que van a ir a las elecciones puesto eso es lo que pretenden desde hace tiempo y la manifestación no dejaba de ser un reclamo) convocó la manifestación, son los hechos que suceden una vez disuelta la gente los que provocan ese hecho de indignación y solidaridad que acaban cuajando en un desalojo y un "volveremos". así sucesivamente.</p> <p class="spip">es por esto por lo cual hemos de decir que si el 15m es cuando se produce el pistoletazo de salida, se fueron produciendo diferentes relevos como en un carrera de 4x100. por eso cada día ha ido mutando y haciéndose más grande esto que tenemos entre manos, entre la cabeza y en el corazón (sin olvidar el estómago, aunque ya lo traíamos de antes):15m,16m,17m,18m.....movimiento Sol.</p> <p class="spip">se hablan de propuestas y de mínimos (veremos quién es quien presiona al movimiento/gente/pueblo/asamblea(s) para sacar los 4 puntos de un programa político (que lo somos y no al mismo tiempo)...pero es el propio aprendizaje, el auténtico pañuelo lanzado desde la sociedad civil. Porque no olvidemos que este movimiento lo integran personas que no aceptan siquiera la existencia del Estado...mucho menos aceptarán la escaramuza que quieran hacer aquellos ávidos de dinares. no olvidemos que la acampada molesta (a los de fuera y a los de dentro, si es que existen estas fronteras) y algunxs que están bajo las carpas no quieren que les confundan con perroflautas. una cuestión de clase y status...y eso que pensábamos que la idea de lumpen había terminado.</p> <p class="spip">Veamos si detrás de extender los barrios, aquellos autodenominados (no) no-líderes, lo que se pretende es meter un simple mensaje de marketing electoral a un año vista.NO TENEMOS PRISA!!!</p> <p class="spip">Por que: quién quiere un 22m teniendo un 15m?y quién quiere una democracia real ya cuando podemos hacerla de verdad? Lo que mantiene con vida a este movimiento es su capacidad de andar más allá de intereses personales porque se mantiene vivo gracias a la capacidad excluyente de la inclusión.Pero no olvidemos que sin querer (no) serlo, somos una (no)marca: just do it!</p> <p class="spip">no olvidemos que la gente no es tonta y quien se quiera pillar los dedos puede hacerlo,pero que luego no pida tiritas porque como bien sabemos de nuestras madres "mira que te lo dije".</p> <p class="spip">el amarillo no nos representan porque nos representan todos los colores. aceptemos ser un color más del arco iris y no querer tener más protagonismo que el resto de colores.</p> <p class="spip">hablo como miembro de análisis de movimiento aunque a titulísimo personal.cuestión de referencias y Saber-Poder.</p> <p class="spip">por lo menos que sirva para echar más leña al fuego.</p>
  • |
    anónima
    |
    31/05/2011 - 1:29am
    <p class="spip">Creo como tú que la decisión de quedarse acampando o no no les pertenece en principio a los que allí no están pero, sin embargo, los que están acampando aceptan y desean que la decisión sea popular por todas las personas que apoyan, y también necesitan y reclaman esa fuerza moral y logística para permanecer.</p> <p class="spip">Mientras que a nivel individual quien decida irse no será obligado por otro a quedarse, a nivel general se pretende ser apoyado por todos los que creen necesario ver latir el corazón del movimiento, aunque fisicamente no hagan noche.</p> <p class="spip">El moviento sociocultural que a diario se está gestando es lo que está dando vida al nuevo pueblo. Hay que salir y participar. Tomar la calle, tomar la vida.</p>
  • |
    anónima
    |
    30/05/2011 - 10:13pm
    <p class="spip">Hoy mejor que antes de ayer: sin duda!. Efectivamente, los esfuerzos de los medios de comunicación por ponerle cara al <i class="spip">movimiento</i> (con el objeto de su linchamiento público posterior), minimizar el impacto, ningunear el ideario, o símplemente criticar la falta de soluciones ofrecidas, (soluciones que en 35 años y con toda una pléyade de asesores, ministerios, agencias, senadores, diputados, etc.. no han conseguido aportar), no hace otra cosa que constatar que ni es flor de un día ni va a marchitarse con los rigores del estío. (y no debemos dejar que lo haga).</p> <p class="spip">Ahora bien, estoy muy de acuerdo con lo que se ha comentado más arriba: se quiera o no, esto es un <i class="spip">movimento</i> político, <strong class="spip">POLÍTICO</strong>, si se me permite, con mayúsculas, donde ciertamente se buscan remedios a las "imperfecciones", como leí por ahí, del sistema. Enmiendas sociales, si, pero también políticas, y por supuesto económicas. Por todo ello creo que sí se deberían buscar mecanismos, y no hablo de un simple partido político, que canalizaran todas estas demandas y las llevaran a un marco aún mayor de discusión. Y es ahí donde efectivamente creo muy acertado el traslado de las asambleas a los barrios, e igualmente creo muy acertado la idea aportada más arriba de extender, o explicar que ésto es POLÍTICA, dicho de otro modo, separar por fin el concepto y su significado último de lo que, lamentablemente, conocemos. La mancha de aceite debe seguir creciendo, e involucrar a los partidos actuales, que hablen de esto, pero sobre todo que discurran sobre las propuestas. Que se involucren, y que llegue un punto en el que si no se involucran queden fuera del "sistema". Asociaciones de todo tipo, desde vecinales hasta deportivas, colegios, universidades (por supuesto!), etc... Ayer alguien propuso buscar canales de difusión y discusión para los adolescentes entre 12 y 15 años, que, como muy bien dijo, serán lo que en 10 añitos hereden todo esto...</p> <p class="spip">Para terminar, de nuevo muy de acuerdo con lo indicado sobre la propia acampada. Efectivamente, como núcleo y origen, los integrantes son los que deberían tener la última palabra sobre su levantamiento. Entiendo que en el contexto asambleario en el que estamos inmersos todo se quiera o se deba discurrir colectivamente, pero también hay que ser conscientes de cuál es el objetivo, (y efectivamente, la acampada no lo es, en si misma), y en qué deben emplearse las energías: por ejemplo, en mostrar (y demostrar) que lo que se está haciendo ES política, porque no nos engañemos, exclusivamente con tiendas de campaña no llegaremos lejos. La lucha será larga, y en el camino, la concienciación, la información, la discusión se tornarán fundamentales. No olvidemos nunca que "ahí fuera" sigue existiendo una gran mayoría muy confortablemente sentada frente al televisor, absolutamente desinformada. Cada segundo cuenta. Anoche solo pude estar dos horas y media en sol, y durante todo ese tiempo, lamenté que no se informara de nada sobre lo que se había hablado durante la mañana en la asamblea de barrios. No se si se hizo después, si no fue así, creo que se perdió un momentó precioso para informar en esa multitudinaria asamblea, seguramente mucha de la gente que estuvo por la tarde, no estuvo en la mañana. Para mi, esto también es política.</p>
  • |
    anónima
    |
    30/05/2011 - 12:19pm
    <p class="spip">A raíz de la lectura de sus puntos reflexivos me surgen estas ideas:</p> <p class="spip">1. <i class="spip">El dilema del pueblo constituyente</i>. Creo que todavía muchos individuos no han interiorizado la capacidad revolucionaria del poder constitutivo. ¿Para qué sirve este poder? Asumiendo una vocación libertaria debe promover la autogestión —como ha quedado de facto demostrado con la acampada— y a su vez fomentar estructuras paralelas que vayan dirigidas al socavo del sistema capitalista.</p> <p class="spip">2. <i class="spip">Reforma o Revolución</i>. Este es el dilema clásico al que los movimientos obreros clásicos del siglo diecinueve se enfrentaron. Estoy de acuerdo con tu valoración de que la tendencia reformista radical ha intentado hegemonizar las asambleas. En mi asamblea de barrio ocurrió de forma similar. Una vez alguien hace uso de la palabra y utiliza términos como “revolución”, “anticapitalismo”, “decrecimiento”, “crisis del sistema”, recibe la típica recomendación de no aludir a conceptos ideológicos. Se tiende a la contradicción muchas veces cuando se tiende a la auto identificación como un movimiento revolucionario en el que cabe todo el mundo. Pero si se quiere cambiar el sistema capitalista, que es el que nos tiene sumido en sus continuas y variadas crisis, no podemos continuar esperando que los reformistas sigan dándole brotes de aire al sistema.</p> <p class="spip">3. <i class="spip">El miedo a lo político</i>. Hasta el momento se ha avanzado mucho —por no decir demasiado— en este renglón. Las sonrisas afloran y la gente disfruta de la vida política. Lo que ocurre, y he allí el problema que identifico, es que muchas personas siguen siendo reticentes a aceptar que su participación es política. En los micrófonos se sigue escuchando el concepto de “apolítico”. Esto se entiende sin necesidad de un análisis minucioso. La gente sigue identificando el concepto con los partidos, el gobierno, el sistema, diputados, entre muchas otras cosas. Mi valoración es que debemos trabajar por colmar de nuevo significado el concepto. Estamos haciendo una política —¿por qué no? — de ocio, de alegría y de autogestión. En las tradiciones vernáculas la vida asamblearia se identificaba con espacios de visibilidad, de tiempo para la autogestión y de distribución del trabajo productivo. Esto con el objetivo de que todos trabajaran y así, cada uno dispondría de más tiempo libre.</p> <p class="spip">4. <i class="spip">La acampada</i>. La acampada, desde mi punto de vista, no puede ser un fin en sí mismo. Por tanto, creo que el tiempo invertido en las asambleas para deliberar sobre el “sí” o el “no” a continuar las mismas, debe revalorarse y distribuirse para discutir ideas programáticas que vayan dirigidas a socavar el sistema. Al fin y al cabo, la permanencia en la acampada, no será condicionada por un voto asambleario. ¿Qué hubiese pasado si de forma mayoritaria o unánime la asamblea del 29 de mayo hubiese decido que la acampada tenía que levantarse? ¿Y si las personas que allí acampan quieren permanecer? O viceversa, ¿cómo una persona que no ha acampado puede decirle a otra que se quede allí? El campamento es un símbolo cuyos gestores deben decidir hasta cuando lo pueden gestionar. Deben tomar en consideración para ello la fatiga, el tiempo, las condiciones de salud, entre otras cosas.</p>
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