TESTIMONIOS DE JÓVENES SAHARAUIS EN LAS PALMAS
"Han quemado a muchas personas y las han tirado al río"
18/11/10 · 15:54
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Debido a la proximidad de Canarias con los Territorios Ocupados (la distancia es de poco más de cien kilómetros), en la ciudad de Las Palmas habita una amplia comunidad de saharauis. Proceden tanto de los Territorios Ocupados como de Tinduf y una parte de ellos ya han nacido en las islas. La misma mañana en que se desalojó el Campamento de la Independencia, empezaron a concentrarse espontáneamente ante el consulado de Marruecos en la capital. Desde entonces no han dejado de protagonizar todo tipo de actos reivindicativos por la ciudad, manifestaciones y acampadas, muchas de ellas con el apoyo de las Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui.

Muestran abiertamente todo su enfado con el Frente Polisario: le acusan de pasividad y lo responsabilizan de los actuales hechos en El Aaiún por haber aceptado el armisticio con Marruecos desde el año ‘92 sin que para nada haya cambiado la situación en los Territorios Ocupados ni se haya celebrado aún el referéndum de autodeterminación. Defienden claramente la necesidad de volver a la guerra, y exigen la celebración del referéndum o la vuelta inmediata a las armas. En este sentido, el propio Muhammad Salam, delegado del Frente Polisario en Canarias, reconoció la presión que ya hay por parte de la población civil, tanto de Tinduf como del Sáhara Occidental, y declaró al final de una manifestación: “Soy el primer soldado en volver a coger mi arma”. Según comentaban los jóvenes saharauis, “muchos ya se están trasladando a Tinduf”.

El sábado 13 tuvo lugar otra protesta en el Puerto de La Luz, ante el barco de la compañía Armas, con destino a El Aaiún. Según las explicaciones de los saharauis, estos días “el consulado marroquí compra todos los pasajes en el barco al Sáhara, y regalan los billetes a colonos de Marruecos”, impidiendo así el poder viajar a los propios saharauis. Durante la concentración se dieron conatos de enfrentamientos y alguna pelea entre ciudadanos de Marruecos y ciudadanos saharauis. Finalmente, y para sorpresa de muchos, acabaron muy amistosamente, reflejando, una vez más, el carácter siempre pacífico de la población civil de cualquier país: “¿Hermanos musulmanes!...”, apelaban los saharauis por megafonía a los que subían al barco.

A ello hay que sumar la cada día mayor presencia de otros jóvenes saharauis procedentes de los Territorios Ocupados, posteriormente al desalojo del campamento. Llegan en muchos casos con documentación falsa, o bien vía Mauritania. Sus testimonios son muy duros de escuchar. Ellos mismos se encuentran profundamente afectados psicológicamente, y es difícil que acepten ser entrevistados por miedo a las represalias del Gobierno marroquí. Declaran que incluso aquí se les somete a seguimientos por parte de ciudadanos y policías marroquíes, quienes les fotografían si participan en actos públicos y envían información a los Territorios Ocupados. Nos comentan que en varias ocasiones han intentado trasladar heridos desde el Sáhara hasta Canarias, pero son precisamente las heridas el criterio especial por el que se guían las autoridades marroquíes para distinguir a las personas que estaban en el campamento, deteniéndoles e impidiéndoles salir.

Otro ciudadano saharaui que llegó a Canarias vía Mauritania, con pasaporte de este país, y que prefiere mantenerse en el anonimato, nos comentó que, cuando empezaron los disturbios en El Aaiún, vio cómo “dos helicópteros lanzaban gases contra la gente, en los barrios de Mattalah e Innash, y por la avenida Smara, y otro iba con cámara de grabación”. También relata cómo la policía y las Fuerzas Auxiliares llamaban a los ciudadanos marroquíes y les entregaban banderas de Marruecos y cuchillos. En su misma calle vio cómo “la policía escoltaba a los colonos al entrar en las casa de los saharauis, entraron por la ventana de la casa de mi vecino, dejando a los dos hijos con heridas muy graves en la cabeza. A otro vecino, un viejo, le robaron todo, lo que no robaron lo rompieron”. En la avenida Skikima, barrio comercial poblado mayoritariamente por mauritanos y saharauis que se dedican al comercio, el martes por la noche “colonos y soldados del ejercito abrieron con camiones GMP del ejército todas las tiendas y talleres, robaban todo lo que podían, cargaban muchas cosas en los camiones”. “Si había gente”, añade, “la mataban”. En el barrio de la playa vio “el caso de dos argelinos a los que, por tener ese pasaporte, se los rompieron y les destrozaron todo, además de darles una paliza brutal, con torturas”. Otros jóvenes saharauis aterrizaron en el aeropuerto de Gran Canaria el pasado viernes 12 de noviembre, y uno de ellos, del que mantenemos el anonimato, declaró: “Han quemado a muchas personas y las han tirado al río Saguia”.

La presencia de estos jóvenes, con los nuevos testimonios que están trayendo, está sirviendo para conocer con detalle la realidad que el Gobierno de Marruecos pretende ocultar. 35 años no han bastado para solucionar el conflicto, y el relevo generacional decidirá lo que suceda en los próximos años. Uno de estos jóvenes, en un debate público, reclamó: “Si no se vuelve a las armas, ¡al menos que se nos reconozca el derecho a recibir instrucción militar!”.

Tags relacionados: Manifestaciones Militarismo
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