NUEVA SITUACIÓN EN EUSKADI // EL PAPEL DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
Las redes sociales exigen pasos adelante

De cara a los cambios que se avecinan, las redes sociales
saben que no pueden quedarse de brazos cruzados. ¿En
qué líneas trabajar ahora? ¿Qué papel ha de jugar el
pueblo? Colectivos y personas ofrecen sus respuestas.

27/04/06 · 14:16
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EL PESO DE LA CIUDADANÍA. Marcha contra el sumario 18/98 en Bilbao / Jesús M. Silva

GESTO POR LA PAZ
Plataforma pacifista // www.gesto.org

“Tras el comunicado de ETA el primer
mensaje es de alegría por lo que
la noticia supone de cese de la amenaza,
pero luego hay que mantener
la prudencia para ver si se traduce
en el abandono total de la violencia
y la extorsión y no pase como en la
anterior tregua”, afirma Jesús Herrero,
portavoz de Gesto por la Paz,
para quien “si hay vuelta atrás la responsable
sería ETA; no se puede
trasladar a los demás la responsabilidad
diciendo ‘yo ya he cumplido’
porque el resto se tendrán que atener
a los principios democráticos”.

Este pacifista vasco advierte sobre
la necesidad de diferenciar entre el
fin de ETA y las reivindicaciones de
Euskal Herria. “Ahora que se habla
de las dos mesas habría que separar
la violencia de los conflictos políticos
de la sociedad. Por un lado hay
que abordar el tema de la violencia,
la situación de las víctimas y el déficit
de reconocimiento real; por otro
habría que cambiar la política penitenciaria
desde el consenso, ya que,
incluso sin tregua, desde la unidad
se puede lograr su no alejamiento”.

En relación a los efectos del alto
el fuego sobre los movimientos sociales,
Herrero afirma que “es importante
que una sociedad tenga organizaciones
sociales fuertes porque
los movimientos reivindican para
que se tenga presente por los partidos
políticos”. “Ahora”, prosigue,
“habrá más normalidad, se podrá
recuperar la diferencia y pluralidad
y habrá un mayor reconocimiento
de los proyectos de convivencia.
Para eso es importante la participación
de los movimientos sociales”.

ETXERAT
Asociación de apoyo a personas presas

La ciudadanía cuenta con un protagonismo
clave en este momento. Así
se considera por parte de Etxerat.
Para su portavoz, Estanis Exaburu,
“es más importante el papel de la sociedad
civil que el de los partidos y
las instituciones políticas”.

En su opinión, la solución del
conflicto pasa porque los ciudadanos
exijan a los políticos que lleguen
a soluciones y tomen cada decisión
“mirando al pueblo y dejando
a un lado sus siglas”. De hecho,
según considera, la normalización
debe pasar por la activación social
“antes que esperar lo que se decida
en las mesas de partidos”.

“Realismo” es la palabra que más
se repite desde Etxerat. “Se abre una
esperanza, pero hay que tener los
pies en la tierra, hace menos de un
mes que han muerto dos presos”, recuerda
Exaburu, criticando que desde
los medios de comunicación se
insista en la falta de víctimas en los
últimos tres años. “En ese tiempo entre
presos y familiares han muerto
diez personas ”, denuncia.

Pese a haber visto frustrarse otros
procesos, Exaburu espera que esta
vez sea distinto. “Ojalá”, declara “todas
las partes sepan dar los pasos
adecuados que nos permitan volver
a estar con nuestros parientes”. Para
ello, ve el fin de la dispersión como
paso esencial. Según asegura: “La
represión no tiene razón de ser. Ni
ayer, ni hoy ni menos aún mañana”,
ya que “todas las puertas que en estos
años se han puesto al campo por
parte del Estado tendrán que empezar
a abrirse en algún momento”.

LOKARRI
(Lo que sirve para unir) Continuador de Elkarri,
movimiento social por el diálogo y el acuerdo.

El pasado 12 de marzo la red ciudadana
Lokarri tomó el testigo de la labor
pacifista realizada por Elkarri en
el proyecto de defender un futuro alternativo
al de “vencedores y vencidos”
y en la búsqueda de un diálogo
“donde todos participen”. A juicio de
Lokarri, con el alto el fuego “ha desaparecido
uno de los principales
obstáculos para un proceso de paz,
lo que permite las condiciones para
constituir una mesa de partidos”.

A partir de ahora, los siguientes
pasos a dar por ETA serán que “desaparezcan
las amenazas y la violencia”,
mientras que el Gobierno debería
garantizar los derechos humanos
“a través del fin de la dispersión y la
tortura y la derogación de la ley de
partidos”. En ese camino, la función
de las redes sociales pasa por “mantener
informada a la sociedad”, así
como por fomentar la participación
de la sociedad civil en el proceso.

Desde este colectivo se considera
que la sociedad no puede ser mera
espectadora en esta etapa, sino que
debe actuar como parte activa. De
hecho, una vez se han superado los
peores momentos, Lokarri cree que
la sociedad facilitará que se llegue al
acuerdo. Para lograrlo se ha de mantener
la movilización de los movimientos
sociales, especialmente
cuando aparezcan momentos de crisis
en los que haya que insistir en
tres principios: “ausencia de violencia,
diálogo sin exclusiones y consulta
a la ciudadanía”.

BEHATOIKA
Observatorio vasco de Derechos Humanos

Varias organizaciones vascas de defensa
de los Derechos Humanos impulsaron
la iniciativa Behatokia. A
juicio de este colectivo, “la declaración
de ETA es un paso político muy
importante”. No obstante, alerta de
que durante años se han generado
circunstancias que ahora dificultan
el proceso. Según sostiene el observatorio
“De cara a los siguientes pasos
a dar, el Estado español ha estado
creando un andamiaje represivo
contra las libertades públicas y los
derechos humanos. No debía haberse
dado la declaración para restablecerlos.
No se debe invocar una circunstancia
excepcional para vulnerar
los derechos humanos”.

En esta línea, la iniciativa se pregunta
por qué debería ser ahora, y
no antes, cuando el Estado tendría
que actuar en base a los tratados internacionales
a los que estaba comprometido.
Para resolverlo, sus
miembros consideran que “es el momento
de dar pasos con carácter de
emergencia en política penitenciaria,
en la tortura, en las restricciones
de los derechos políticos, en los encarcelamientos...
Es la hora de la rehabilitación
de derechos”.

“Nunca es tarde”, afirman desde
el observatorio, si bien se incide en
que estas actuaciones “debían haber
sido una cuestión previa”. A su
juicio, si el Estado hubiera tomado
antes estas iniciativas "tendríamos
unos cimientos democráticos con
los que quizás se podría haber adelantado
más que casi con la propia
declaración".

COORDINADORA DE ONG
DE EUSKADI

Agrupación de 73 organizaciones no gubernamentales
de la Comunidad Autónoma Vasca.

La Coordinadora de ONG nació en
1989. Hoy agrupa a 73 ONG en más
de 90 sedes de Euskadi. Para su presidenta,
Purificación Pérez, la nueva
situación política va a afectar a la base
social de las ONG ya que la cantera
del voluntariado, sobre todo la
gente joven, ha estado o bien muy
polarizada en el sentido nacionalista,
o bien no veía un espacio para trabajar,
por lo que no se comprometía
en organizaciones.

A juicio de Pérez, ahora, con la
tregua, “a nivel de grupos sociales se
va a producir un refuerzo de gente
que pueda mirar a otros espacios
aparte del mundo nacional, de los
problemas internos que podamos tener”.
Para ella, “la situación de aquí
a tres años puede mejorar y normalizarse,
aunque el proceso dure diez
años como en Irlanda, eso será bueno
para los movimientos sociales”.

Actualmente Pérez realiza su trabajo
en la ONG Mugarik Gabe (Sin
fronteras). Desde allí ha puesto el
acento en trabajar en proyectos de
cooperación al desarrollo, como la
equidad de género y los pueblos indígenas.
“Las experiencias de desarrollo
que realizamos en otros países
nos pueden aportar ideas para
implantar aquí”, explica.

JUAN IBARRONDO
Autor de “Vivos, Muertos y Viajeros”

Para Juan Ibarrondo, escritor y
miembro de la cadena libre Hala
Bedi Irratia, uno de los mayores riesgos
sería pensar que la lucha ha terminado.
“Hay que seguir luchando,
contra el Estado español, pero también
contra la burguesía vasca y contra
la oligarquía global”, enfatiza. En
relación al alto el fuego, indica que
“la gran mayoría lo ve con mucha esperanza”,
ya que “la sociedad vasca
y la española quieren que se solucione
el conflicto y que la paz llegue a
Euskal Herria”.

Aún así, Ibarrondo reconoce desconfiar
del término normalización.
“Esa palabra puede esconder una
trampa, porque la paz que muchos
buscan es la paz del capital. La lucha
armada es algo que culmina, pero
no hay que olvidarse de la política”.

En su opinión, los mayores obstáculos
en el futuro serán “las zancadillas
del PP y el jacobinismo centralista
por parte de sectores del PSOE”.
No obstante, en caso de que estos
obstáculos se superen, Ibarrondo se
siente preocupado por si al final de
ese camino “Euskal Herria fuese una
eurorregión más, tan conservadora
y neoliberal como las otras”. Para
evitarlo propone construir el futuro,
“desde la izquierda”, con el referente
de los movimientos indígenas. “En
cierto modo”, bromea, “los vascos
somos los últimos indios de Europa”.

CHEMA BERRO
Director de la revista libertaria
‘Libre Pensamiento’

En opinión de Chema Berro, el
anuncio de ETA relajará la criminalización
que en muchas ocasiones se
ha hecho de distintos movimientos
sociales. "La represión va a seguir
existiendo", asegura, "pero habrá
menos". Berro en concreto recuerda
cómo se ha utilizado el pretexto del
terrorismo para cargar contra iniciativas
de desobediencia civil. Según
explica, la existencia de ETA ha servido
para estigmatizar un gran número
de movimientos sociales a base
de acusarles de connivencia con
el terror. Consciente de la paradoja,
denuncia que “precisamente, quienes
más se han aprovechado de la
lucha armada han sido muchas veces
los sectores de la derecha”.

Berro, en todo caso, no evita la autocrítica.
"Quizás el miedo a caer en
manos del Estado nos ha llevado a
no distanciarnos claramente de posturas
que, como las de ETA, está en
las antípodas de lo que nosotros podríamos
pensar desde un punto de
vista libertario".

De cara al papel de los movimientos
sociales, no cree que éstos vayan
a tener un peso decisivo en el
proceso de paz. "Vamos a participar
poco, y los que tendrán protagonismo
van a ser quienes se lo han sabido
ganar, la gente que lleva trabajando
tiempo por esto: Gesto por la
Paz, Elkarri..., esos sí. Pero éste no
es un terreno que tenga mucho que
ver con los que hemos trabajado
por la lucha social. Eso sí, la sociedad
no podrá tampoco quedarse
quieta, porque es fundamental que
esto pueda acabarse”.

No obstante, Berro es optimista
respecto al fin del conflicto. “Antes
la estrategia de tensión beneficiaba
a los extremos de ambos lados.
Ahora se puede llegar a una solución
si desde ninguna de las dos partes se
comete una barbaridad”.

ASIGNATURAS PENDIENTES PARA LA NORMALIZACIÓN

Legalización de Batasuna

En 27 de junio de
2002 la ley de partidos
entraba en vigor
con el propósito de
expulsar a Batasuna
del mapa político
cuando este partido se
negase reiteradamente
«a condenar la violencia».
Por orden de Baltasar
Garzón, el 27 de
agosto Policía Nacional
y Ertzaintza desalojaron
por la fuerza
todas sus sedes.
Desde entonces, Batasuna
ha buscado diferentes
fórmulas para
combatir lo que considera
un apartheid político.
A pesar de ellas,
el grupo independentista
quedó fuera del
parlamento de Vitoria
en las elecciones autonómicas
de 2005, si
bien el Partido Comunista
de las Tierras
Vascas presentó el
deseo de continuar su
programa. En este
tiempo, la ilegalización
ha sido criticada por
varias ONG. Según
Amnistía Internacional,
la Ley de Partidos
incumple el Convenio
Europea de Derechos
Humanos, el Pacto
Internacional de Derechos
Civiles y Políticos
y varios artículos de la
propia Constitución
española. Ahora, el
papel de Batasuna en
el proceso de paz y su
legalización se vuelven
dos cuestiones centrales.
Por un lado, el partido
independentista
aspira a presentarse
con sus dirigentes oficiales
en las elecciones
municipales de
2007. Por otro, como
señalan algunos analistas,
no resultaría
lógico dar validez a
Batasuna como interlocutor
en el proceso de
paz y al mismo tiempo
mantener ilegalizada a
la formación.

Situación de presos vascos

En total 660 personas
cumplen condena
acusados de pertenencia
o colaboración
con ETA: cinco en
México, y 502 y 153
en cárceles españolas
y francesas, respectivamente.
De ellos,
menos del 1,1% se
encuentran en prisiones
vascas. La política
de dispersión de presos
fue una medida
puesta en marcha por
el Estado español en
1987. Oficialmente el
objetivo era el de evitar
nexos entre reclusos
de ETA y «facilitar
la reinserción». Pero,
según las asociaciones
de apoyo a personas
presas, la dispersión
es un castigo añadido
para los familiares de
los reclusos, a quienes
se obliga a realizar
constantemente viajes
de muchos kilómetros.
Desde estas asociaciones
se cifra en 16 los
familiares muertos
hasta la fecha. Según
Estanis Exaburu, portavoz
de Etxerat, sería
necesario que se dieran
pasos que fueran
más allá de un simple
acercamiento. Según
remarca, «los pasos
deberían ser importantes
y decisivos». Otros
analistas, como Juan
Ibarrondo, fundador de
la revista Resiste, considera
que el acercamiento
"sería algo muy
bien recibido y daría
apoyo popular al proceso".
Respecto a las
excarcelaciones, Ibarrondo
afirma que
dependerían de una
aplicación flexible de
la legislación. No sería
la primera vez. En
1998, durante la última
tregua, el Gobierno
del PP excarceló a 180
presos y trasladó a
otros 135 a cárceles
de Euskadi.

Reconocimiento de todas las víctimas

Desde 1968, ETA ha
causado la muerte de
817 personas. En un
comunicado conjunto,
las principales asociaciones
de víctimas
expresaron que el
anuncio «puede ser el
punto inicial de un
proceso que conduzca
al fin del terrorismo».
La Fundación de Víctimas
del Terrorismo, no
obstante, marcó en
febrero sus líneas
rojas: «la voz de los
terroristas no puede
ser situada por encima
de la voz de sus
víctimas»; «cualquier
tentación de impunidad
social, política o
judicial debe ser
rechazada» o «debe
haber vencedores y
vencidos», eran algunos
de sus puntos. La
Asociación Catalana
de Víctimas del Terrorismo,
con menos presencia
en los medios,
considera que las víctimas
no deben protagonizar
la discusión
política. Para su presidente,
Roberto Manrique,
la función no es
marcar al Gobierno la
línea a seguir, si bien
se declara en contra
de la reducción de
penas para los juzgados
bajo el último
código penal. «No
entenderíamos que el
Estado se saltase sus
propias reglas», afirma.
Desde las asociaciones
de apoyo a presos
vascos, por su parte,
se incide en la necesidad
de reconocer las
víctimas de la guerra
sucia, el franquismo o
la represión policial.
«Nosotros no queremos
patrimonializar el
sufrimiento», afirman
desde Etxerat, «hay
que reconocer que
las víctimas no están
sólo de una parte,
sino de muchas».

Derecho a decidir

Este último se trata de
un principio del nacionalismo
vasco. Lo
incluyó el PNV en el
'Plan Ibarretxe', la
izquierda abertzale
exige su reconocimiento
y aparece en el
anuncio de alto el
fuego «Los ciudadanos
vascos deben tener la
palabra y la decisión
sobre su futuro»,
declaraba ETA. «Los
Estados español y
francés deben reconocer
los resultados de
dicho proceso democrático,
sin ningún tipo
de limitaciones» La
Constitución española,
sin embargo, levanta
esas limitaciones. En
su artículo 1 afirma
que «la soberanía
nacional reside en el
pueblo español, del
que emanan los
poderes del Estado»,
mientras que su artículo
2 remarca: «La
Constitución se fundamenta
en la indisoluble
unidad de la
Nación española». El
choque frontal entre
ambas concepciones
de la soberanía señala
uno de los puntos
más delicados en el
proceso de diálogo. A
esto se suman las
diferentes nociones
sobre la idea de «pueblo
vasco». Mientras
que para el Estado
español éste se limita
a los territorios de la
Comunidad Autónoma
Vasca, desde un
punto de vista abertzale
concierne toda
«Euskal Herria» (literalmente,
el país de la
lengua vasca), lo que
incluye Navarra y las
tres provincias del
País Vasco francés.
Los pasos que se den
próximamente orientarán
en qué medida
estas zonas acceden a
la autodeterminación.

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