De izquierda a derecha: Manuel Gómez, Luis Lles y Marco Potyomkin. Foto: Redacción Huesca

Con estas palabras, Manuel Gómez y Marco Potyomkin nos abren boca durante la presentación de su documental Sueños colectivos, que tuvo lugar la tarde del sábado 29 de octubre en el salón de actos de la Diputación Provincial de Huesca, y a la que acudieron decenas de personas.

Sus autores, tras una importante labor de documentación y recogida de testimonios, presentaron el fruto de su trabajo. Sueños colectivos es un documental que pretende reflejar las ansias de libertad y una forma de concebir el mundo basada en la primacía de lo colectivo frente al individualismo. Entre otras, las tierras altoaragonesas fueron testigos de una experiencia referente en la historia de la humanidad, en la que las personas se hicieron dueñas de su destino, la Revolución social. La sinrazón del fascismo se encargó de aniquilarla, y los libros de Historia de maquillarla, cuando no de obviarla.

La presentación del documental estaba enmarcada en el conjunto de actividades del festival Periferias, dirigido por Luis Lles, técnico de cultura del Ayuntamiento oscense, quien, previamente al pase del documental, presentó brevemente los autores. Posteriormente, éstos tomaron la palabra e hicieron la introducción del mismo.

En el proceso de creación, según informan a Diagonal Manuel y Marco, se documentaron, entre otras, con las obras de Alejandro Diez Torre y Raúl Mateo Otal, relevantes historiadores del movimiento anarquista, quienes son además entrevistados en el propio documental. Durante la fase de realización de las entrevistas visitaron aquellos municipios donde hubo colectividades y recogieron el testimonio todavía vivo de quienes las impulsaron.

Las estaciones del año guían el devenir histórico que tuvo lugar aquellos tiempos. La crudeza invernal de la pobreza, el frío, el hambre y la desesperanza dio paso a la primavera republicana, que fue llenando los campos con flores de libertad y progreso. Tras el “alzamiento nacional” llegó el verano, y el cálido y contagioso fragor anarquista colectivizó tierras y medios de producción, a la vez que abolió el dinero. El general Líster por parte del Ejército Popular de la República y las tropas facciosas por el bando “nacional” anunciaban el otoño, y poco a poco fueron cayendo las hojas, hasta volver a quedar inmersos en largo y criminal invierno.

Al finalizar el mismo, algunos de sus octogenarios, aunque rebosantes de vida, protagonistas -Mariano Viñuales, Alejandro Pascual y Martín Arnal- compartieron con el público asistente esos sueños ilusionantes y las vivencias del aquellos meses que quedarán para la historia de la humanidad como un referente de solidaridad colectiva. Estuvieron, además, acompañados por Luis Fernández, hijo de la colectivistas de Albalate de Cinca, y el historiador inglés Graham Kelsey, estudioso y gran conocedor de movimiento libertario. Hubo también un emotivo recuerdo para José Oto, de la colectividad de Albalate de Cinca, fallecido durante el montaje del documental.

A título de anécdota -o no tanto- no faltó una referencia a la ligereza con que en el congreso Cien años de anarquismo en España y en la exposición que le acompañaba se trabajó el tema de las colectividades, teniendo el cuenta el elenco de historiadores implicados en el mismo.