57 personas agredidas por los mossos lanzan una querella colectiva tras el sobreseimiento
Desalojo de Plaça Catalunya: caso archivado

El archivo judicial de la causa contra los mandos políticos y policiales que ordenaron el desalojo violento de Plaza Catalunya el 27 de mayo ha traicionado las expectativas de una condena pública a la brutalidad oficial.

16/03/12 · 18:05
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Manel Prat a su salida del juzgado tras prestar declaración por las cargas de plaza Catalunya. Foto: Albert García

Cambio repentino y sorprendente archivo
de la causa judicial por las cargas
del 27 de mayo en plaza
Catalunya durante el desalojo frustrado de
la acampada del 15M
. El juzgado
número 4 de instrucción de
Barcelona decretó el 1 de marzo el
sobreseimiento provisional de la denuncia
colectiva interpuesta por decenas
de personas heridas de diversa
consideración.

El magistrado Josep
María Miquel Porras considera ahora
que la violencia policial fue correcta
y “razonablemente proporcionada”
y asume la versión policial, que
ubica el dispositivo desplegado en
una operación de limpieza para vaciar
la plaza de objetos contundentes
ante la celebración de la victoria del
FC Barcelona en la Champions.

En paralelo, el magistrado emitió
un auto donde aducía la dificultad de
identificar a los agentes agresores e
individualizar los delitos, aunque en
el auto de sobreseimiento estima que
el uso de la fuerza fue proporcionado,
ajustado a protocolos y sobre
partes del cuerpo no sensibles de
los agredidos, “excepto algún caso
aislado”
sobre el que no se pronuncia.

El juez concluye, con carácter
genérico, que “en la actuación activa
por parte de la policía no hubo
muestras de extralimitación”. Una
afirmación que desmienten centenares
de imágenes y vídeos
que
muestran a miles de personas en
actitud pacífica reiteradamente golpeadas.

A pesar de que decenas de
esas imágenes han sido incorporadas,
el magistrado no ha visionado,
como mínimo, 25 vídeos aportados
aduciendo problemas de reproducción
de fácil solución
técnica.

La denuncia interpuesta, documentada
también con partes médicos,
había generado expectativas justificadas
de un proceso penal contra
la brutalidad policial
(CAT). Así, en el transcurso
de la instrucción, en enero,
prestaron declaración ante el juez,
en calidad de imputados, los máximos
responsables políticos y policiales
del intento frustrado de desalojo
de la plaza: Assumpte Escarp –exteniente
de alcalde socialista de Barcelona–,
Manel Prat, director general
de la policía autonómica, y los mandos
policiales de la actuación.

Con posterioridad al archivo, el semanario
Directa hizo públicas parte
de las comunicaciones policiales
entre
los mandos antidisturbios y el
centro de coordinación que supervisaba
el operativo y que ejecutaban el
comisario Joan Carles Molinero y el
intendente Antoni Antolín
.

Las comunicaciones
revelan que el objetivo
era el desalojo de la plaza y que la
brutalidad policial respondió a órdenes
directas de los responsables operativos.
En estas grabaciones, Miguel
Hermida, inspector de los Mossos y
responsable de las unidades antidisturbios,
llega a afirmar: “o generamos
pánico o no los sacamos de
aquí” y “estamos disparando pelotas
de goma, estamos disparando de todo”.

El inspector llega a reconocer
–desestimándola– que la única opción
gradual disponible era recurrir
al fuego real: “no podemos disparar
fuego real”. “No, no, evidentemente
que no”, replica el máximo responsable
policial, Joan Carles Molinero.

La versión oficial siempre ha señalado
que se trataba de una simple
operación de limpieza, a pesar
de que la misma mañana de los hechos
Manel Prat había anunciado
que se trataba de “desmontar el
campamento y dejar la plaza limpia”.

Las órdenes dadas por el comisario
Molinero a las 07:20 de la
mañana, desde el centro de coordinación,
son precisas y tajantes: “No
hay que entrar en discusiones, empezamos
el desalojo”. De las comunicaciones
se desprende también la
descoordinación policial en los momentos
de tensión y se evidencia
que la recuperación de la plaza no
fue fruto de una retirada policial
sino de la acción colectiva y desbordante
de los manifestantes
.

El audio
de las comunicaciones muestra
también tensiones con los periodistas
y otros detalles, como un agente
que reconoce haber propinado “patadas
y puñetazos”, vanagloriándose
de ello con un “¿has visto la
patada que he dado?”.

Redoblando esfuerzos

Los impulsores y abogados de la
querella colectiva, 57 personas heridas
de diversa consideración
, ya
han anunciado que recurrirán la
decisión judicial –presentando, en
primera instancia, alegaciones para
la reapertura del sumario–, la
trasladarán hasta las instancias internacionales
y, al mismo tiempo,
constituirán tribunales populares.

En paralelo, han impulsado una
campaña de autofinanciación de la
querella
para obtener 30.000 euros
de fondos solidarios. Y el 7 de marzo,
a partir de la convocatoria de
“Som27m” (somos 27M), un millar
de personas se concentraron en
plaza Catalunya, con velas y antorchas
para exigir una investigación
rigurosa y denunciar la impunidad
policial y el archivo judicial.

Un agente identificado

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En lo relativo a la identificación de
los agentes, cabe apuntar que uno
de los denunciantes aporta el número
de placa, graduación y cargo del
agente que presuntamente lo agredió, un aspecto que el
juez soslaya deliberadamente. Como
soslaya lo declarado por Manel Prat,
director de los Mossos: “tenemos
todos los medios técnicos para identificar
a todos y cada uno de los
agentes, aunque no lleven visible el
número de identificación”.

En la foto
que acompaña esta información
aparece dicho agente, que consta denunciado con
imágenes del momento de la agresión y
contra el cual, a pesar de las
evidencias, el magistrado no ha
adoptado medida alguna.


Tags relacionados: Barcelona Manel Prat Número 170 15M
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