Yo, lo que diga la rubia

“La ambigüedad es de cobardes,
he venido a llamar a las
mechas por su nombre”. Con esta
humilde sentencia Isabel San
Sebastián dio por inaugurado el
evento multidisciplinar Spread
the Mecha #spm2011. “¿Necesitas
una lobotomía cósmica e
indolora? ¿Quieres dejar de sufrir
por esas contradicciones
morales? ¿Te pesa tu precariedad?”.

22/11/11 · 13:46
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“La ambigüedad es de cobardes,
he venido a llamar a las
mechas por su nombre”. Con esta
humilde sentencia Isabel San
Sebastián dio por inaugurado el
evento multidisciplinar Spread
the Mecha #spm2011. “¿Necesitas
una lobotomía cósmica e
indolora? ¿Quieres dejar de sufrir
por esas contradicciones
morales? ¿Te pesa tu precariedad?”.

El Estado Rubio ha llegado:
a partir del próximo 21 de
noviembre, las peluquerías del
Barrio de Salamanca comenzarán
su programa de expansión
de mechas gratuitas a todo lo
largo y ancho de la península.
Decolorante a espuertas financiado
por los primeros presupuestos
del Estado pepper serán
distribuidos entre la población
castaña.

El Derecho a Mecha, así como
el aprovisionamiento de gomina
en varones (“lo paritario
se mantendrá, no somos cavernícolas”)
vendrá a implementar
con eficacia el empoderamiento
de la población deprimida. “¿A
quién le importa malvivir siendo
rubia?”. Estos laboratorios de
vanguardia e innovación capilar
fueron ideados por Bárbara
Bush en 1990 en EE UU
dando grandes frutos entre
todo tipo de capas sociales
(incluso capas “negras”,
con perdón).

Angela Merkel instauró un
programa similar, Mechas
Uber Alles, desde la baja
Bavaria con los resultados políticos
tan competitivos que ya
todos conocemos. “Si es rubio,
es mejor”. Eso es así.

Así como se ha demostrado
científicamente que la sinapsis
de los futbolistas está mediatizada
por sus cortes de pelo (a
más asimetría y humedad, menos
sinapsis y menos capacidad
verbal en rueda de prensa), la
ecuación Perla-Mecha-Visón sigue
transformando a las masas
por reformar. Llongueras,
Ruppert, y Pelo Pantene se encuentran
entre los entusiastas
patrocinadores de esta innovadora
iniciativa cultural (“El pelo
también es cultura, ¿no?”). Si
quieres ser como ellas, decolórate.
Y reza. Resultados garantizados.
Te lo dice Isabel San
Sebastián. Y la Dra. Smichdt.

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