Ediciones Tierradenadie
Precio: 6 euros,
64 páginas, 2004

Buscar una poética cotidiana
que rompa el planteamiento
productivo y
diabólico, trabajo-consumomuerte,
supone una propuesta
de acción a reconsiderar si no
queremos ser infructuosamente.
Hoy más que nunca existe la
necesidad imperiosa de eliminar
la personalidad burguesa.
Este libro nos invita a ello.
Reinventar la cotidianeidad
desde cada uno de nosotros, pero
como una lucha colectiva,
que nos lleve al inicio de una
transformación. Orihuela da
propuestas concretas que en
ningún caso deben considerarse
nimias, ya que ejercerán como
fisuras certeras que irán minando
el hormigón mismo del
sistema. Asumimos nuestra
condena convencidos de estar
en el mejor de los mundos posibles,
sin saber que no sólo se
nos ha dotado de una personalidad
y de unas ideas ajenas, sino
que incluso nuestros deseos
nos han sido infligidos. El reconocimiento
de nuestro yo impuesto
es el primer paso, después
queda una larga lucha, toda
una revolución pendiente.
Pero desde este comienzo se
abre toda una crisis de liberación
en donde la poesía y las
manifestaciones de lo poético
empezarán su andadura. De esta
forma cambiaremos “la rotación
monótona de la civilización
occidental en torno a sí
misma”, como propone Michael
Löwy. Porque todos somos
poetas, “somos ese hombre que
encarna la más alta manifestación
de la capacidad de hacer
mundo” (Eugenio Castro).