PELÍCULAS // 'Gente de Roma'
Signore, signori, questo è Roma

ETTORE SCOLA (2003)

05/05/06 · 20:40
Edición impresa



Con Gente de Roma nos
asomamos a una especie
de neorrealismo
del siglo XXI, a una Roma
amarga, multicultural y caótica
dentro de la Europa del
capital pero que al mismo
tiempo mantiene esa particular
idiosincrasia que, como si
de una pátina invisible se tratara,
da brillo y sentido del
humor a esa ciudad que se
nos antoja distinta e indiferente
pero que al mismo
tiempo sigue enamorando.
El maestro Ettore Scola
(La Familia, Una jornada
particular...) expone diferentes
situaciones entre el
documento y la ficción que
arrancan esa sonrisa tierna,
ladeada e inconsciente que
sólo el cine italiano nos ha
sabido mantener a lo largo
de los años.

Roma, en sus múltiples aspectos
y situaciones diarias
con una cámara temblorosa
y cálida y una estructura extraña
que comulga con el espíritu
de cualquier gran urbe,
de la madrugada a la noche,
que se mueve en autobús y a
ritmo de jazz latino y que espía
el sentir más profundo de
la cità eterna, de todos los romanos
y romanas, romanas
paquistaníes, romanos chinos,
romanos subsaharianos,
jóvenes, viejos, celebridades,
personajes anónimos, enfermos...

Curiosos personajes
que apoyan la intencionalidad
de la película como el individuo
del autobús, orgulloso
de la idea de que en Roma
no hay guetos. Nos falta
Alberto Sordi, que se murió
antes de poder colaborar con
el director en este agridulce
retrato. Gentes de Roma pretende
recuperar un necesario
neorrealismo para recordarnos
que “no todo va de maravilla”,
que aún falta mucha
para que aquel poema que
Schiller escribió un día se haga
realidad; mientras tanto,
Scola nos enseña lo que hay.

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