ENTREVISTA A LA PEGATINA
Rumba sin límites

’Vía Mandarina’, el último trabajo de La Pegatina, ya lleva un millón de descargas a través de Internet, su gira de presentación fue todo un éxito. Ahora se encuentran metidos de lleno en su Mira que Mira Tour. Hablamos con ellos sobre su disco, la rumba y sus experiencias como banda, que es todo un ejemplo de éxito de la autogestión.

23/03/10 · 13:39
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¿Qué supuso Vía Mandarina tras un primer trabajo menos profesional?

Era un riesgo habiendo pasado lo que pasó con Al carrer!, del que vendimos 4.500 copias (y 500.000 descargas) siendo un disco que tenía que haber sido una maqueta, pero que al final fue un disco en el que nosotros lo hicimos todo porque no confiaba ninguna discográfica ya que no nos conocía nadie. Lo hicimos nosotros haciendo lo mismo que hace una discográfica, le metimos caña y a través de internet conseguimos que la gente nos escuchara. El boca a boca de la gente a la que le gusta el directo también ha ayudado.

¿De donde viene lo de Vía Mandarina?

Vía Mandarina es el camino de la autogestión, el camino que hemos recorrido, con muchos, muchos amigos, muchos conciertos y todo lo que hemos hecho durante todo este tiempo. Mandarina, es un poco también por el trabajo de los chinos en el que nosotros nos lo hacemos todo, nos lo guisamos y nos lo comemos pero con un curro detrás del día a día. A nivel de colores también es algo interesante, porque nos identifica con el colorido que mostramos también en el escenario.

¿Cómo valoráis vuestra experiencia en directo?

Para nosotros las giras que hemos hecho han sido muy positivas. Somos un grupo de directo, que es algo que siempre se dice, pero intentamos que en La Pegatina el público sea uno más y se enganche con nosotros desde el primer momento. Nuestra arma para ello es hacer muchos directos. Los finales de giras han sido bestiales. En la valoración diría que no nos lo esperábamos y los que empezamos la historia nunca habíamos pensado poder vivir de esto, sacar un segundo disco, bueno ni un primero (risas), todo lo que va viniendo y que salga bien es bestial. Ves reflejado nuestro curro autogestionado, del día a día, ensayos, kilómetros, ordenador, etc. pero luego ves a la gente que se sabe las canciones, que se desplaza para ir a los conciertos. Te dan más ganas de seguir, tirar para adelante y a ver hasta donde llegamos



Queda claro entonces que lo vuestro es la autogestión…

Tenemos un trato con la discográfica (Kasba) basado en nuestros principios, porque cuando sacas un disco que descarga tanta gente, está claro que el segundo tenemos que ponerlo también en descarga gratuita. Con esta condición hablamos con ellos y nos lo han distribuido habiendo hecho nosotros un trabajo previo. Dentro de la banda seguimos con nuestros “cargos” de organización de diferentes temas. En Al carrer! donde fallamos es en que no se vendía el disco en casi ningún sitio, y con esto lo hemos solucionado pero sin cambiar nuestra forma de funcionar. El hecho de que se pueda descargar permite que la gente se lo escuche antes, y a quien le gusta igual lo compra.

Parece que la rumba atraviesa un buen momento.

No se a donde irá todo eso que se está moviendo. Desde luego que, si lo hay, es porque hay mucha rumba. En los últimos años a través de cierta gente se ha empezado a dar caña al tema como producto exportable y lo ven como “una música que viene de Barcelona, que es folklore catalán, bailable y festivo”, es un producto ya hecho y que se ha promocionado mucho, han resurgido muchos grupos desaparecidos. Cuando apareció La Troba Kung Fu fueron los abanderados de la vuelta de la rumba, pero en ese momento resulta que nosotros ya lo hacíamos, y la verdad es que nos ha ayudado porque así también se habla de nosotros como la nueva rumba. Luego llegamos nosotros diciendo que no hacemos rumba, porque no somos puristas, estuvimos dos años haciendo música y como era parecido a la rumba dijimos que hacíamos rumba, pero a nuestra manera. Es una rumba que no se ha hecho hasta ahora, pero no por nada, sino porque nos ha salido así. Ya veremos en donde desemboca esto porque igual en breve se empieza a sobresaturar, están saliendo un montón de grupos haciendo rumba y no sé si ayudará o la gente se acabará cansando. Nosotros por lo pronto hemos podido tener a Los Chichos de teloneros (risas).

¿Se puede hacer punk con el cajón flamenco?

La relación más directa con el punk es que son temas muy cortos, muy directos y que tenemos un batería en la banda con el que no empezamos y que mete más caña. La esencia de instrumentos acústicos, trompetas y tal que son instrumentos cálidos, a la hora de hacer el punki no es igual que al hacerlo con la distorsión de una guitarra y queda muy diferente. Es algo que hemos trabajado para el directo.

¿Qué os ha aportado Gambeat?

Ha sido un guía para nosotros, que nos ha aportado mucha sabiduría adquirida por ejemplo al lado de Manu Chao y de haber girado mucho. También ha trabajado con La Kinky Beat y con Che Sudaka. No solo ha sido un productor sino que nos ha ayudado mucho en otros aspectos de profesionalidad como músicos. Por ejemplo nos dijo que para poder triunfar debíamos tener un buen disco, un buen directo y buen merchandising. El disco lo tenemos, el directo lo hemos trabajado mucho y con el merchandising lo flipas (risas), que no se trata de ganar pasta sino de ganar visibilidad. Queremos que la gente sienta suya la banda.

¿Cómo se os ha dado el llevar la rumba fuera de Catalunya?


Mola ir a sitios en los que escuchan poco mestizaje y nada de rumba, y demostrarles que con nuestra rumba se puede bailar y botar igual que escuchando punk o a lo que estén acostumbrados, además del buen rollo que se crea. Lo normal es que haya una barrera entre público y escenario que nada más empezar tratamos de romperla, intentándolo de todas las maneras posibles. Por otro lado decir que fuera de España, la cultura está más valorada, aquí muchas veces te sientes como el mono de feria que está entreteniendo a los cuatro borrachos del bar. En Suiza por ejemplo al músico se le valora más y se le respeta más, la gente va a ver el espectáculo y son muy respetuosos con el trabajo de los músicos.

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