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Rigor y seriedad del Banco Sabadell

La última campaña
publicitaria del Banco
Sabadell nos muestra a
supuestos héroes de
nuestra sociedad
divagando sobre la
necesidad de más
esfuerzo. Como para
echarse unas risas.

13/03/12 · 7:55
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Los bancos, bien lo sabes tú
que los sufres, son rentables
en la medida en que son fiables.
Últimamente, crisis mediante,
Goldman y Asociados
mediante, tienen problemas de
fiabilidad. No nos fiamos de
los bancos, quién sabe por qué.
Hubo un tiempo en que la publicidad
vendía productos.
Sopas, coches, películas, pastas
de dientes, seguros, etc. Los productos
se publicitaban buscando
aquello que era distinto y mejor
que los demás productos.

Un
día, allá por la crisis publicitaria
de hace ya 40 años, se dieron
cuenta de que los productos
eran todos más o menos iguales
y que la gente se iba a coscar de
esto. Por eso dejaron de publicitar
productos como productos y
empezaron a publicitar productos
como formas de vida
, como
sueños, como anhelos. La relación
entre lo que se vende y la
forma de venderlo fue alejándose
lentamente, hasta conseguir
ser indistinguible de la nada.
Producto y objeto publicitario se
disociaron por completo.

Banco Sabadell. Un banco
que quiere que confíes en él
lanza una campaña publicitaria
en la que el banco no sale
.
Las oficinas del banco no salen,
las ofertas del banco no salen.
¿Qué sale? Un escenario sobrio, rodado en blanco y negro, nos
muestra a dos personas charlando
de muy diversas cosas.
Elegancia retro de tiempos mejores,
estética de la nostalgia,
ese perfume que Adrien Veidt
comercializaba en “Watchmen”
para embotellar los buenos-viejos-
tiempos. El pasado es inmutable
y lo que no cambia, es en
fin, fiable.

Parejas improbables

Los monigotes: parejas improbables
como Inocencio
Arias y Loquillo, Fernando
Trueba y Guardiola, Estrella Morente y Luis Rojas Marcos.
Personas convertidas en vehículo
de un producto. Charla
de club de caballeros. Rigor,
puñeta. Saber estar.
Elegancia. Todos hablan de lo
mismo: formas distintas de
declinar el esfuerzo y... por su
boca habla el Banco Sabadell.
Si ves el anuncio una vez, si
lo ves comiendo en casa o algo
similar, se te queda como el run run del esfuerzo, el
compromiso, etc.

Pero hay un punto en el que
ya no sabes bien si es sólo que
ellos te explican cómo son
ellos, o en esa dinámica que
pasa cada vez más en los
anuncios de bancos, empieza
también a demandarte cosas.
Al fin y al cabo, un banco no
es ya un servicio que contratas,
sino una deuda que contraes.
El ciudadano-deuda no
elige, sino que trabaja para la
deuda. Es decir, para el banco.

Desde ese punto de vista,
las palabras de Geraldine
Chaplin en el anuncio resultan
incluso insultantes:
“Trabaja. Mátate a trabajar”,
por lo cristalino del mensaje.

Hasta los tiempos cambian

Hay algo, aún así, que no
funciona. En su ensayo E
Unibus Pluram
el escritor
David Foster Wallace analiza,
entre otras cosas, la condición
irónica del medio televisivo.
Cómo la ironía resulta ser a la
vez una liberación del deseo y
una máquina de enganche absoluta.
Los tiempos, sin embargo,
cambian. Banco
Sabadell tiene que demostrar
de manera tan firme su propia
seriedad que, de pronto,
todo da un poco de risa. Ver a
Loquillo diciendo “Hay que
estar” te saca del Club de
Caballeros y te lleva a los mejores
momentos del tu muro
adolescente de Facebook.

Toda esa seriedad, esos
consejos, se vuelven impostados
y al final, no puedes evitar
reírte un poco. Recuperar
la ironía que el medio televisivo
te robó en algún momento
y poder señalar que, en fin, su
rigor y su excelencia, son cada
vez más forzados.

Tags relacionados: Número 169 Sabadell
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comentarios

1

  • |
    anónima
    |
    14/03/2012 - 5:02am
    Un recopilatorio de los anuncios que han programado a toda una generación. Anuncios de los bancos y cajas antes de la crisis que nos han montado. http://www.youtube.com/watch?v=ZTeZ87PyMF0 http://youtu.be/ZTeZ87PyMF0
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