Razones para ir (o no ir) a ARCOMadrid

Un paseo crítico por la 32 edición de la feria de arte contemporáneo Arco, en Madrid. Cinco razones para ir y tres para no acercarse.

14/02/13 · 18:35
Mayhem [Tumulto], 2011 / KUTLUĞ ATAMAN

Razones para ir:

1- Porque es una feria internacional de arte contemporáneo de envergadura. Del 13 al 17 de febrero, esta 32ª edición de ARCOMadrid abre sus puertas a un total de 201 galerías de arte procedentes de 27 países, con la participación de 150 profesionales y 250 coleccionistas.

2- Porque Turquía es el invitado de honor. Diez galerías turcas participan en la feria, en la sección Focus Turquía para dar a conocer obras poco conocidas como la fascinante instalación del artista Kutluğ Ataman y su proyección sobre siete pantallas de imágenes oníricas.

3- Para tomar fotos de sus amigos delante de una pared cubierta de (falsos) tomates aplastados. Es el grupo de artistas cubano Los Carpinteros (galería Ivory Press) que ha estampado esos tomates de porcelana, acompañados con regueros rojos. También vale la pena ver una lámpara “estallada” (ya vendida) del mismo colectivo, obsesionado por una estética de la explosión.

4- Para comprar. Este año, los precios se ajustan a la crisis. Según el sitio europapress.es, una obra de las más caras “solo alcanza 1.680.000 euros” (un Picasso de la galería Leandro Navarron) mientras que el año pasado, una obra de Bacon “llegó hasta los 11 millones de euros”. Es la hora de adquirir su primer cuadro de maestro (modo ironía on).

5- Para despertar su conciencia ecológica. Una instalación de Susy Gómez va a llamarnos la atención con su serie de fotocopiadoras rotas, recordando el principio de obsolescencia de todas nuestras máquinas. En este mismo sentido de repensar el valor de los objetos, la artista chilena Isidora Correa expone sus trozos de recipientes de uso cotidiano como productos de lujo, en un escaparate luminoso.

Razones para no ir

1- Porque arte contemporáneo puede ser sinónimo de mal gusto. Es difícil describir el sentimiento que despierta la exposición de la galería Honor Fraser (Los Angeles, EE UU), con sus paredes cubiertas de periódicos y… de enormes piezas de carne falsas.

2- Porque en su totalidad, a esta edición le falta audacia. Entre las eternas obras de Damien Hirst, Tapiés o Saura y las pocas iniciativas realmente atrevidas, solo un número reducido de obras sostienen la calidad de la feria. También se puede lamentar la subrrepresentación del arte asiático y la inexistencia del arte africano.

3- Porque es caro. La jornada de aparcamiento vale nueve euros, la entrada, 40 euros (17,30 el domingo), y 17,21 euros para estudiantes. Esos precios impiden que la feria sea realmente otra cosa que un desfile de compradores.

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