DÍA MUNDIAL DEL TEATRO
Rapapolvo para trabajadores escénicos

"Hace mucho tiempo, el poder tomó una decisión intolerante contra los cómicos, a los que expulsaron del país. Actualmente, actores y compañías teatrales tienen dificultades para encontrar escenarios públicos, teatros y espectadores, todo por culpa de la crisis”.

, Es coordinadora de contenidos de Artes Escénicas de DIAGONAL.
27/03/13 · 17:24

"Hace mucho tiempo, el poder tomó una decisión intolerante contra los cómicos, a los que expulsaron del país. Actualmente, actores y compañías teatrales tienen dificultades para encontrar escenarios públicos, teatros y espectadores, todo por culpa de la crisis”. Así comienza el manifiesto que este año ha escrito el dramaturgo italiano Dario Fo para conmemorar el Día Mundial del Teatro. Pero poco hay de celebración y mucho de reivindicación para unas artes, las escénicas (no solo teatrales), que se están comiendo el roscón de la dictadura neoliberal en materia cultural.

Dario Fo recuerda lo que sucedió durante el siglo de la Contrarreforma: “el gran éxodo de actores de La Commedia dell’Arte después del desmantelamiento de todos los espacios teatrales”. El escritor comparte al final de su texto un temor profundo hacia una nueva caza de brujas “especialmente contra la gente joven que desea aprender el arte del teatro: una nueva diáspora de cómicos que, desde tal imposición, sin lugar a dudas, provocará beneficios inimaginables para el bien de una nueva representación”.

En la actualidad en el Estado español, los trabajadores de la cultura también dicen “no nos vamos, nos echan”. Aunque en los últimos cinco años hayan empezado a emerger nuevos espacios, laboratorios y grupos, viveros culturales urbanos y rurales, que se plantean desde las premisas de la cultura libre, otras formas de producción, distribución y exhibición de sus trabajos. Y por ahí surgen formas de expresión escénicas más híbridas que van en la misma dirección que los movimientos sociales de base, comparten su resistencia a la esquizofrenia del mercado y repiensan desde la práctica no sólo las formas de creación artística, si no las propias formas de vida. Lo que sucede es que por estos entornos de pensamiento crítico y disidencias se ve poco a los y las teatreras.

Más allá del IVA

El 21 de marzo la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza (FAETEDA) hacía público su informe económico sobre el estado de la cuestión de las artes escénicas, que calificaba de “gravísimo deterioro”. Desde septiembre de 2012 (con la subida del IVA para estas actividades al 21%), el sector ha perdido 1,8 millones de espectadores (un 55,6% de descenso de público) y ha dejado de ingresar 33,3 millones de euros de recaudación neta (un 61,4% menos).

La reivindicación de FAETEDA se centra en exigir de nuevo al gobierno un impuesto reducido. Pero la crítica debería ir más allá, porque es la estructura pública la que debe ser repensada globalmente en un contexto de privatización de la cultura y de aplicación del modelo anglosajón de gestión privada de espacios públicos.

En Madrid, La Noche los Teatros, cuya coordinación vuelve a delegar el Ayuntamiento de Madrid a la empresa La Fábrica, incluye descuentos del 40% en la cartelera para la noche del viernes 29 de marzo (un miércoles como hoy sería menos rentable). Después del primer golpe de efecto, queda la sensación de que este macroevento trata al público como borregos ("me pegaré el día haciendo colas para ver algo") y a los trabajadores de la cultura como obreros explotados de los escenarios ("estoy agradecida porque han contado conmigo para esta noche, los 364 días restantes ya me las apañaré").

Más allá del perjudicial aumento del IVA en materia cultural, toca un poco de autocrítica. A ver si espabilamos. La mayor parte de la gente teatrera, “de la profesión”, “del gremio”, se mantiene en la queja inmovilista, se mantiene (¿inocente? ¿ignorante?) al margen de los debates sobre cultura libre, sobre derechos de autoría, sobre nuevas formas de producción y gestión escénica. No hay movilizaciones desde las escénicas que vayan a la estructura de la cosa, a pesar de valiosos intentos como los de las Comunidades Creativas Ahora.

La mayor parte de la gente “de la profesión”, “del gremio”, se mantiene en la queja inmovilista, se mantiene al margen de los debates sobre cultura libre
Los y las trabajadoras escénicas deberían reflexionar sobre la situación más allá de su ombligo/ego. Y ser más valientes. Unirse entre ellas y con otros trabajadores de la cultura, y echar un órdago al poder para reclamar unas condiciones laborales dignas (así consiguieron lo que consiguieron los intermitentes del espectáculo en Avignon en 2003, aunque en Francia la cuestión no está para tirar cohetes diez años después), conseguir que no haya compañeros 'lameculos' en lista de espera, dispuestos a hacer el trabajo sucio y precario en cuanto haya “hueco”.

Un ejemplo actual es el de la empresa Clece, del grupo ACS de Florentino Pérez, la que se ha acuñado en este país el concepto de “empresa multiservicios” y que empezó con la limpieza de todo tipo de lugares. Clece gestiona hoy en la Comunidad de Madrid espacios públicos como los Teatros del Canal de Madrid, o el recién renovado pliego a subasta para el paquete 3x1 (Centro de Humanidades de La Cabrera, Centro Cultural Paco Rabal y Teatro de la Universidad Carlos III), con la correspondiente reducción de plantilla y sueldos.

Empezar de nuevo

Quizá sea mejor quedarnos todas sin trabajo y empezar de nuevo, en lugar de vivir con el miedo a perder un puesto de trabajo que nos encadena a multitud de contradicciones y conflictos sociales y éticos. Como dijo Judith Butler, el abandono económico y la desposesión que sigue a la institucionalización de racionalidades neoliberales, así como las diferentes formas de producción de precariedad son análogas a la esclavitud.

Dentro de un proceso constituyente global en el Estado español, es urgente movilizarnos por nuestros derechos culturales, defender (igual que la sanidad, la educación y la ciencia) la cultura pública, la cultura como un recurso al que tenemos derecho. Y entronco esto con dos preguntas: ¿Cómo se percibe la dotación económica para actividades culturales? ¿Cómo se perciben las condiciones económicas de los trabajadores de la cultura? Porque es grande el salto de lo que podemos pensar a lo que realmente es. Algo digno de un estudio de percepción social de la cultura, a la misma altura que la denostada ciencia.

Dentro de las urgencias de nuestro tiempo, en un contexto de crisis económica, social y territorial, es imperativo defender el bien común y reducir las desigualdades también desde la interseccionalidad de la cultura y las políticas públicas. Porque las políticas culturales también son poderes que organizan la vida, también son biopoderes.

Y a estas alturas del texto cae una mención al anteproyecto de Ley de Propiedad Intelectual, aprobado el pasado 22 de marzo en Consejo de Ministros. Una ley de gran calado que no provoca ni el interés ni la crítica de los trabajadores teatrales. Y eso que nos afecta por todos los costados, como productoras y como usuarias de la cultura.

Repitámoslo este 27 de marzo de 2013. Frente al desmantelamiento y mercantilización de las estructuras públicas, frente a la aniquilación de presupuestos públicos en pos de fundaciones y chiringuitos privados, es necesario un trabajo de base colectivo que regenere el espacio público cultural, reinvente y se reapropie de las estructuras de lo público (presupuestos participativos, transparencia, autogestión, estabilidad, empleo cultural...)

Se trataría a fin de cuentas de conseguir la promoción real de leyes y planes de fomento de la cultura (la Asociación de Directores de Escena de España lleva años haciendo para que se apruebe una Ley del Teatro), así como reforzar las estructuras públicas de apoyo a cooperativas y asociaciones cuyo objetivo no es el ánimo de lucro y generan empleo cultural desde la perspectiva de la economía social y de la cultura libre. Y en todo esto, la disidencia creativa es fundamental.

Toma rapapolvo para el Día Mundial del Teatro.

Gracias por haber llegado hasta el final. Ahora toca actuar.

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comentarios

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    icaro2pink
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    17/04/2013 - 3:06pm
    hola, yo soy una trabajadora&nbsp;de los teatros nacionales que llevo viendo desvaríos económicos en ellos desde hace 7 años. Se podría&nbsp;decir que había por parte de los técnicos pero os puedo decir que la mayoría&nbsp;iban a la zaga del director superdivo del momento...que ahora no hay dinero ??? bien, pues la mayoría de los compañeros somos conscientes y estamos dispuestos a apretarnos el cinturón&nbsp;y tirar para delante, pero claro siempre están aquellos que hipotecaron su vida por encima de su sueldo real... lo malo, es que pese a los recortes en algunos teatros como el Valle-Inclán todavía&nbsp;sigue habiendo clases. La lista&nbsp;A que se lo lleva todo lo rentable por acatar las órdenes sin rechistar y la lista B que a la que nos funden a partes y expedientes por reivindicar derechos.<br /><br />Quiero, reprochar, si alguien lee esto, &nbsp;la poca sensibilidad en general del personal artístico&nbsp;respecto a nuestros problemas y enfrentamientos... claro, la mayoría solo quieren hablar de su obra. El director del CDN vive en su torre de marfil y tampoco quiere saber nada de estos conflictos...<br /><br />Yo sinceramente, &nbsp;prefiero irme por la puerta de atrás y entrar en el bar de mi amiga marian donde se puede hablar con personas muchísimo más interesantes....<br /><br />Agur
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    CarolaMadrid
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    09/04/2013 - 6:27pm
    &nbsp;Os puedo recomendar <a href="http://www.teatroscanal.com">teatros en Madrid</a> que no os podéis perder como es Teatros Canal, 100 % por 100% recomendables.
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    29/03/2013 - 1:51pm
    <div>Hola. Leí este artículo ayer porque una amiga me lo compartió en mi muro de facebook. Comenté, pero ella, con toda la razón, me ha dicho que traslade mis palabras aquí. Antes de copiar y pegar aprovecho para reforzar algo que ha dicho #nosincultura: &quot;Y en este campo es posible que quienes trabajamos en la &quot;industria&quot; cultural tengamos gran parte de culpa por no habernos sabido acercar a la mayoría del público para que nos defiendan junto a nosotr@s mism@s, pero también es cierto que tanto dentro como fuera del sector la cultura no es aún algo por lo que la mayoría de la sociedad parezca estar dispuesta a moverse de sus complacientes sillones. &iquest;Cómo empatizar y motivar a la gente que también lo hace con la sanidad y la educación?&quot; Esa es la clave, yo no tengo la respuesta, pero trabajar en esa línea es una de las soluciones. Ahora sí, traslado mi comentario aquí:</div><div>&quot;Bien. Me ha gustado leer este artículo, dice muchas verdades, pero ese rapapolvo entiendo que va a cierta parte de los trabajadores escénicos. No sé quién es la autora (más allá de su puesto como coordinadora de contenidos de artes escénicas en Diagonal). Me refiero a que no sé si ella es trabajadora escénica en algún otro sitio además de espectadora. Tampoco pasa nada, ella no sabe quién soy yo :) Me refiero con esto a que no sé por qué dice que no se ve a los teatreros y teatreras en ambientes pensamiento crítico y disidencias. Es cierto que hay un enorme nivel de caspa y mendrugos en mi profesión (soy actriz), pero he compartido manifestaciones, escritos y firmas con muchos compañeros. De todas formas, para mí al menos, hay muchas maneras de rebelarse escénicamente y por supuesto como espectadora. Yo concretamente sí estoy puesta (algo) en autoría, cultura libre y laboratorios de creación, voy al teatro una media de tres veces por semana y en esas obras veo de todo. Asisto a teatros públicos, salas alternativas, nuevos espacios y también me intereso por nuevas formas de expresión y concepción de la escena, porque además, tengo la suerte de tener amigos que son creadores en esas nuevas líneas. Simplemente creo que si no hubiese generalizado hubiera sido un artículo redondo. Y el fallo es que todo queda igual si tú o yo leemos esto. Los que tienen que leerlo son los que de verdad tienen que darse por aludidos y esos no son público objetivo de un periódico como Diagonal.&quot; Tengo que actualizar diciendo que moví el artículo en mi twitter con el hashtag #tuiteatreros y conseguí algunos retuits pero nadie ha abierto la boca... Muchas gracias</div>
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    28/03/2013 - 2:17pm
    Buenos días.&nbsp;<br /><br />Llegamos tarde para leer este artículo, gracias a un tweet de uno de nuestros seguidores en Twitter. Y es realmente de agradecer. &nbsp;Los nuevos modelos de gestión, producción y exhibición cultural deben ser una prioridad en el debate de una nueva construcción de la sociedad y el ordenamiento del poder contrario al que ahora nos somete. Por otra parte también queremos desde #noscincultura&nbsp;resaltar que en este artículo (que, insistimos, es muy bueno) parecen obviarse&nbsp;organizaciones y colectivos, además de l@s valientes de #CCAhora, que están en ese debate, en esa lucha, y que cuestionan el actual poder establecido y las actuales políticas culturales, sobretodo en materia de empleo y formación. Estamos nosotr@s, uniones de actores y actrices de diferentes territorios del llamado estado español, la Coordinadora de Trabajadorxs del Espectáculo, TEatro&nbsp;Quince de Mayo, CulturaSol, etc. que pretenden unirse en una especie de marea cultural que vaya más allá de las meras acciones de protesta y desafío (que deben seguir existiendo) y emprendan este debate y el reto de la construcción de un nuevo modelo cultural tanto público como privado. Y en esto nos encontramos con el problema de siempre, que se resume en muchas ideas, muchas ganas y muy poco apoyo social-popular. Y en este campo es posible que quienes trabajamos en la &quot;industria&quot; cultural tengamos gran parte de culpa por no habernos sabido acercar a la mayoría del público para que nos defiendan junto a nosotr@s mism@s, pero también es cierto que tanto dentro como fuera del sector la cultura no es aún algo por lo que la mayoría de la sociedad parezca estar dispuesta a moverse de sus complacientes sillones. &iquest;Cómo empatizar y motivar a la gente que también lo hace con la sanidad y la educación? Ese es el reto inmediato a corto plazo para poder después comenzar a andar en la dirección que tanto este artículo y nosotr@s mism@s&nbsp;apuntamos. Enhorabuena por el artículo.
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