ARTES ESCÉNICAS // PROYECTANDO LA VOZ
Una puerta no tan estrecha



07/01/10 · 14:13
Edición impresa



Tras una expropiación del primer teatro por
parte del Ayuntamiento de Madrid, La Puerta
Estrecha ha sido trasladada a la calle Amparo,
94, en Lavapiés. El espacio se ha ampliado y
con él su proyecto. Ha pasado de ser un teatro a
ser un centro de investigación escénico. A la sala
de exhibición se suma ahora un departamento
dedicado a la edición de textos teatrales (con
diez números en la colección Breviarios), una
escuela de formación para actores y una segunda
sala, abierta a las creaciones de otras compañías.
Con esta ampliación se ha tratado de responder
a una particular concepción del teatro, entendido
más como artesanía que como arte, y
abrir un espacio donde disponer del tiempo y las
condiciones suficientes para desarrollar procesos
de investigación y reflexión sobre las artes
escénicas.

No obstante, detrás de estas novedades siguen encontrándose
los mismos nombres que, en 1983, se unieron para formar La
Pajarita de Papel. Rodolfo Cortizo –director, actor y autor teatral–
permanece al frente del proyecto, tarea que comparte con
Eva Varela, actriz, productora y traductora de muchas de las
obras que llevan a escena. Junto a ellos continúan Concha Roales
y Sayo Almeida, dos actrices que han protagonizado muchas de
sus propuestas.

Desde hace algún tiempo, La Puerta Estrecha tiene también
un grupo de colaboradores que, cada uno a su manera (actuando,
promocionando o vendiendo entradas), hacen posible su
funcionamiento.

Una seña de identidad de La Pajarita de Papel es la elección de
un repertorio fiel a un teatro basado en el texto y para el que han
recuperado obras de los escritores más significativos de las vanguardias
del siglo XX. Beckett, Ionesco o Lorca forman parte de
sus referentes, a los que han ido añadiendo las obras de otros autores
y autoras que, por motivos ideológicos o estéticos, no han
gozado de demasiada repercusión. Movidos por este objetivo –el
de dar a conocer el teatro de vanguardia y aquél menos representado–
y convencidos de la necesidad de ofrecer una programación
distinta a la habitual, proponen temporadas trimestrales que articulan
en torno a temáticas o autores concretos. Así, las últimas
temporadas se han dedicado a Samuel Beckett, al teatro político,
a la escritura de mujeres y al absurdo.
En paralelo a cada ciclo, han organizado exposiciones, proyecciones
cinematográficas y charlas especializadas para profundizar
en la puesta en escena, y en el universo de referencias y contextos
en que cada obra aparece inscrita.

Presente y futuro

La Puerta Estrecha disfruta de un presente en el que muchos de
sus proyectos han dejado de ser ideas y se están transformando
en realidad. Han querido convertir el dificultoso traslado de un
teatro en una oportunidad, y han construido un nuevo espacio
más acorde con las dimensiones de su propuesta.
Su futuro, aunque aún es pronto para augurarlo, parece que estará
unido a la visibilidad que consigan de aquello que los diferencia
e identifica como un modelo diferente de gestión, investigación
y creación escénica. Mucha mierda. //

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