FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO Y ARTES ESCÉNICAS DE SEVILLA (FEST) 2007
Póngame una docena de días mágicos

El II Festival Internacional de Teatro y Artes Escénicas
de Sevilla se ha despedido de su entusiasmado público
en el mismo punto en el que comenzó. Extraemos
algunas pinceladas de un cuaderno de bitácora que
ha recorrido durante diez días todos los teatros.

29/03/07 · 0:15
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WARD WARD. La compañía belga
de Van den Broek mostró en ‘FFRew
60:00’ la deconstrucción gestual.

El pasado 7 de marzo
dos espectáculos de
calle, Motards, de
La Industrial Teatrera,
y Happy 4 Nothing, de
Cirq’ulation Locale, inauguraban
la II edición del Fest,
con la Plaza del Triunfo como
escenario, y Catedral y
Giralda como telón de fondo.
¡Mira, mira, mira!, como
diría la catalana Pepa Plana
en su deslumbrante espectáculo
clownesco L’Atzar. Las
miradas han estado volcadas
en 103 actividades bajo el lema
“Sevilla es un teatro”.

Un total de 27 compañías
con 47 funciones han hecho
posible ampliar la visión escénica
y teatral contemporánea
de todo aquel público
afortunado que ha puesto el
pie en alguno de los espacios
propuestos y, en ocasiones,
han hecho pensar que, por
fin, Sevilla deja de observar
su apreciado ombligo anclado
en el pasado y en sus más
tradicionales fiestas, para
abrir las puertas a las expresiones
artísticas contemporáneas.
Danza, teatro y espectáculos
de calle han conformado
la pasarela artística
del festival, que se ha acompañado
de seminarios, conferencias
y cursos.

Una reunión de amigos

Son las cinco de la tarde en el
bar-restaurante Contenedor.
En una mesa rectangular, como
la del salón de una casa,
un hombre de aires extranjeros
se toma un café mientras
observa a los indecisos que
allí nos encontramos. Por fin,
un valiente se sienta frente a
él y, poco a poco, el resto nos
vamos acomodando en la familiar
mesa, té o café en mano.
Es el artista y coreógrafo
belga Kris Verdonck. Esa noche
presentará Duet, pero
ahora nos habla de su trayectoria
profesional como si nos
encontráramos en una reunión
de amigos, al tiempo
que proyecta sobre la pared
algunos de sus espectáculos.
Estamos dentro de las jornadas
de café que ha propuesto
el Fest con algunos
de sus artistas para acercar,
de una manera muy especial
y coloquial, espectadores
con creadores. Nos despedimos
de Verdonck con la
promesa de reencontrarnos
esa noche en las gradas de
la sala Endanza.

Ya son las diez de la noche
y, como va siendo común en
días de festival, aún no ha comenzado
el espectáculo. Una
vez más, vamos tarde, aunque
tampoco importa tanto
porque así nos da tiempo de
refrescarnos la garganta antes
de entrar, y se hace grata
la charla entre amigos y nuevos
conocidos. En esta ocasión
el espectáculo va precedido
de un previo de danza
de otro artista, y es que Duet
sólo dura ¡17 minutos! Una
vez sentados en el interior de
la sala, la oscuridad se hace
total para dejar paso a la ensoñación
plena de dos cuerpos
suspendidos en el aire,
por una maquinaria invisible
a nuestros ojos, que los hace
girar y moverse a un ritmo
lento pero intenso como si en
un estado de ingravidez se
encontraran. Sólo se escucha
el ruido de la propia máquina
y la respiración de cada uno
de nosotros. Al final, aplausos
y más aplausos. Una sonrisa
nueva y una experiencia
más increíble.

Hago una pausa en el ambigú
de la sala para tomar un
aperitivo antes de dirigirme
hacia el bar Ego en la calle
Calatrava, encargado de albergar
las Cápsulas de Areatangent,
ocho propuestas escénicas
experimentales con
variedad de géneros, de 15
minutos de duración y presupuesto
cero, ofreciendo en
ocasiones ideas en gestación,
ante un público informal concentrado
allí, a veces por casualidad.
Una vez finalizada
la cápsula de danza cierro mi
libreta de anotaciones para el
Festival y pongo rumbo al
descanso, ¡aún queda mucho
por mirar!

Así, día tras día, a veces
tranquila, a veces corriendo
de una sala a otra para intentar
encajar en la apretada
agenda todos los espectáculos,
desde grandes compañías
como Lamaría Teatro
(Andalucía) con su espectáculo
Fábrica de Mujeres, y
Zen in The Basement Dance
Company (Estados Unidos)
con Off the map, hasta incipientes
y prometedores profesionales
como los formados
por Viento Sur Teatro,
con Una Leyenda Urbana.

El Fest también ha presenciado
la apertura de un espacio
teatral nuevo, el teatro
Salvador Távora. El encargado
de abrir este espacio fue
el espectáculo Carmen, que
el propio Távora con La
Cuadra ha vuelto a traer a su
tierra diez años después de
su estreno. El Fest 2007 ha sido
testigo de momentos únicos,
entrañables y ensoñadores.
Esta edición es un escalón
más, bajo una dirección
de Pedro Álvarez-Ossorio y
una gestión 100% privada.
¿El nuevo rumbo artístico
que acaba de comenzar la
ciudad no va a contar con los
fondos públicos?

El 18 de marzo la compañía
francesa Sergente Pépère,
repleta de buena música
y humor, se encargaba
de decir adiós en las calles,
bajo los 27 grados primaverales
que acoge
Sevilla. Se bajan los telones
invisibles, pero se abrirán
otros nuevos.

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