EL TEATRO DE ESCENA CONTEMPORÁNEA
Los paisajes y los retratos
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Pisando Ovos, ‘No intre 1800./Mecki Barth

Un interesante equilibrio
entre poéticas
de asuntos públicos
y personales,
entre la épica y la lírica, es
el eje teatral del VII Festival
Escena Contemporánea de
Madrid y la apuesta de su

01/02/07 · 0:00
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Pisando Ovos, ‘No intre 1800./Mecki Barth

Un interesante equilibrio
entre poéticas
de asuntos públicos
y personales,
entre la épica y la lírica, es
el eje teatral del VII Festival
Escena Contemporánea de
Madrid y la apuesta de su
nuevo responsable, el director
escénico Roberto Cerdá.
La muestra internacional se
abrió el pasado 29 de enero
con el colectivo checo Farm
in the Cave, que presentó su
montaje de teatro danza
Waiting Room, estancia de
movimiento y emoción de los
deportados eslovacos a los
campos nazis de exterminio.
En estas líneas, elijo un posible
itinerario, entre una
veintena de propuestas de
los distintos ciclos.

Asuntos públicos

Angélica Liddell y su compañía
Atra Bilis estrenan en
Madrid El año de Ricardo (7
de febrero en Cuarta Pared),
que culmina su trilogía del capitalismo
salvaje. Ella misma
y Gumersindo Puche entregan
un texto poético de enorme
aliento shakesperiano,
que concentra a los dictadores
y guerras del último medio
siglo, con resonancias que
nos trasladan de Washington
a Bagdad: “La ciudad está llena
de ahorcados. / Se ahorcan
en cualquier parte. / No sé de
qué se quejan. / Ahora son libres...
/ Hemos acabado con
el tirano. / Les hemos regalado
una democracia.”

El Ciclo Experiencias aporta
el documento Saw it on television
/ DIDN’T UNDERSTAND
(Lo vi en televisión, no
lo entendí), del belga Michael
de Cock. En un tráiler, en la
calle, De Cock recrea el encierro
y los relatos de inmigrantes
que cruzan los espejismos
y peligros del llamado bienestar
europeo (del 9 al 11 de febrero
en pº Pintor Rosales, 42
/ 44). En el nuevo Ciclo Perspectivas,
Rosa Casado y Rocío
Solís muestran Las sin tierra:
7 intentos de cruzar el Estrecho,
una instalación y performance
de las migraciones y el
desigual reparto de recursos
en el planeta (sólo el 11 de febrero
en Lagrada). En el mismo
ciclo, vecinos y vecinas
mayores de Alcalá de Henares,
en vídeo y en vivo, bailan
y narran su memoria y utopía
de las casas y ciudades de su
vida, en Una tierra de felicidad,
de la coreógrafa Louisa
Merino (del 9 al 24 de febrero
en Alcalá, Madrid y Pinto).

El XI Ciclo Autor acoge el
incisivo teatro de la rebelde
escritora austriaca Elfriede
Jelinek, premiada con el Nobel
en 2004. Comparecen la
música Clara Schumann, la
top woman Jackie Kennedy y
mujeres anónimas, en tres
piezas que diseccionan la violencia
contra la mujer, la doble
moral, los estereotipos sexuales
y la dominación que
sostienen al patriarcado. Debuta
la Compañía Siglo XXI
en la RESAD, con el estreno
de Clara S.(7 de febrero); nos
visita el Burgtheater de Viena,
con Jackie (12 de febrero) y
Vicente León, director del
Ciclo, presenta La pared (16
de febrero), estos dos montajes
en Pradillo. En paralelo,
en ambos locales se celebran
conferencias y debates sobre
la escritura de Jelinek.

En Truenos & misterios, la
artista gallega Ana Vallés y
Matarile Teatro (Compostela,
1986), dice “pasar del paisaje
al retrato”, después del rico
ciclo coral que concluye con
Historia Natural e Isla Reunión.
“Es un encuentro más
íntimo con los que estamos en
escena, todos ya mayores.

Mostramos nuestros sucesivos
yoes y cuestionamos lo
que hacemos. ¿Somos una
simple suma de lo que fuimos?”,
dice Vallés. El estreno
ha reunido a los veteranos
Carlos Sarrió (Madrid), Mauricio
González (Canarias),
Perico Bermúdez (Murcia),
Juan Cejudo, Ana Vallés y
Baltasar Patiño (Galicia). En
su vida ellos fueron (son), respectivamente,
un currante, un
bailarín, un científico que
nunca ha pisado un escenario,
un maestro de escuela,
dos tiririteros. Ahora se encuentran
con el público desde
un mostrador, con palabras
suyas y escritos de la propia
Vallés, de Bernhard y Harry
G. Frankfurt; “muestran sus
cuerpos sin afeites, con ironía,
bailan, conversan entre
ellos y con el espectador”, a la
sombra de una legendaria
conferencia de Tadeusz Kantor
sobre la libertad, el amor a
los actores y el disgusto ante
el “espectáculo”. (Hasta el 4
de febrero en Cuarta Pared).

Un cráneo de vaca, un racimo
de uvas, dos zanahorias,
el cuento del lechera y dos actores
en la sala desnuda, que
los propios espectadores
acondicionan, componen 13
años sin aceitunas, el segundo
encuentro personal con la
compañía El Canto de la Cabra.
Después de recorrer México,
Nicaragua, Venezuela,
Chile y Perú con Los días que
todo va bien, Elisa Gálvez y
Juan Úbeda conjugan la pérdida
y la esencia, en esta irónica
subasta de su teatro-casa
y a la vez celebran su único tesoro:
sus cuerpos.

Otros cuadros intimistas de
interés pueden ser la vertiginosa
melodía de 4.48 Psicosis,
de Sarah Kane, en voz y cuerpo
de la colombiana Heidi
Abderhalden, de Mapa Teatro
(6 de febrero en Casa de
América), el extraño viaje por
los trastos caseros de la italiana
Claudia Triozzi en Park (9
de febrero en La Casa Encendida),
Fragile, un primer plano
de El zoo de cristal, de
Williams, que hace el checo
Krepsko Theatre Group (15
de febrero en El Canto de la
Cabra), el concierto poético A
voz que foge à matriz, del portugués
Américo Rodríguez
(13 de febrero en Casa de
América) y el montaje dramático-
musical de Ítaca Teatro
Fragmentos de ‘Cuaderno de
Nueva York’, sobre el libro
homónimo de José Hierro
(desde el 17 de febrero en Ítaca,
Móstoles y Alcalá).

El Festival presenta una
primera coproducción con
artistas holandeses, La torera,
una ironía de los entresijos
de la tauromaquia que
monta la compañía Odd
Enjinears, de Ámsterdam
(16 de febrero en La Casa
Encendida) y acoge estrenos
de las compañías madrileñas
Cuarta Pared (Rebeldías posibles,
de Javier Yagüe y Luis
García-Araus, 14 de febrero)
e (In)constantes Teatro (La
tierra, de José Ramón Fernández,
23 de febrero), ambos
en Cuarta Pared.

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