Estilos de Vida
Ocio en verano: una cuestión de gustos

Libros imposibles de leer, las peores
películas del año, ciudades
deshabitadas…, preguntamos a lectores y
colaboradoras acerca de los mitos del verano.

02/08/11 · 8:05
Edición impresa
JPG - 65.2 KB
David Fernández

El verano es la mejor época del
año. Sales de la ciudad, te vas a
la playa, lees ese libro que llevas
queriendo leer meses, disfrutas
de los mejores estrenos cinematográficos
del año... espera, espera.
¿Es todo esto verdad?
“En verano siempre se quieren
hacer muchas cosas y no hay
tiempo para nada”, comenta una
de las jóvenes que ha contestado
un cuestionario remitido por
DIAGONAL para conocer si el
verano es tan maravilloso como
lo pintan.

La primera pregunta
era obligada: ¿Alguna vez te ha
tocado quedarte en casa cuando
el resto del mundo se ha ido de
vacaciones?
Y las respuestas han
dejado claro que, a quien más o
a quien menos, le ha tocado
“pringar” alguna vez. Aunque
hay quien lo hace por vicio.
Así, uno de los entrevistados
señaló que siempre se queda
en casa en verano: “prefiero
cogerme las vacaciones en
temporada baja para poder ir
más lejos por menos”.

Pero, ¿cómo es la ciudad
cuando la mayoría de sus habitantes
está perdida en alguna
playa o chiringuito?
¿Es mejor que el resto del año? ¿Se disfrutamás? “Madrid sin duda” asegura
uno de los entrevistados, que
añade: “no sólo no se muere, sino
que sigue habiendo qué hacer
pero con ese ritmo más calmado
que echamos de menos el resto
del año
”.

Sin embargo, no todo
el mundo está de acuerdo: “Que
la ciudad es mejor en verano es
una mentira como una casa, que
se la inventó el mismo que dijo
que pisar una caca de perro trae
suerte”. “La ciudad en verano lo
único que tiene bueno es poder
aparcar y menos tráfico”, apunta
otro de los encuestados.

¿Y qué pasa con el ocio? ¿Se
lee más en verano? “Hay más
horas de luz y menos de sueño
aunque no queramos (¡calor!),
así que en teoría tenemos más
tiempo libre. Yo creo que ese
tiempo se reparte entre ocio y
cultura pero también en cañas
y terrazas
”, apunta uno de los
encuestados. “Si te quedas solo
en la ciudad, sí sueles disponer
de más tiempo”, señala otro,
“además, puedes meterte con
libros de más calado”.

Elitismo y aftersun

Esa respuesta engancha con otro
de los temas del verano entre los
lectores intelectuales: ¿Es humanamente
posible leerse el Ulises
de Joyce en la playa?
O, lo que es
lo mismo, ¿la música house, los
gritos de los “guiris” pidiendo
paella, y los gritos de los niños
que juegan al balón impiden seguir
adecuadamente los pensamientos
de Leopold Bloom?
“Yo me leí Más allá del bien y
del mal
de Nietzsche en una playa
,
así que supongo que se puede
leer cualquier cosa”, dice un
joven, que añade: “es una cuestión
de evitar las distracciones, o
relacionar tus distracciones con
la lectura”.

Pero no todo el mundo
está de acuerdo, aunque no
tanto por el ambiente, como por
el libro: “Yo el Ulises de Joyce no
he sido capaz de leerlo en ningún
lugar, y he probado varios...
En serio, no entiendo nada de lo
que pasa en ese libro. Aun así,
imagino que sí habrá gente capaz
de hacerlo, incluso en la playa.
Yo en la playa también he hecho
cosas lamentables, aunque
prefiero no hablar de ellas
”.

Que el Ulises es difícil también
lo comparte otro de los encuestados
que riendo comenta:
Nadie en su juicio ha leído más
de 20 páginas del Ulises.
No, se
trata de una broma privada entre
intelectuales. Lo divertido es
que algunas veces alguien pica y
el resto se parte de risa: ‘¡Vaya,
otro que ha caído!’”.

Y si el Ulises no es para el verano,
¿qué pasa con la música?
¿Son tan pijos como parecen
los festivales del verano?
Preguntamos a los encuestados.
Uno de ellos no sabe muy
bien qué responder: “Los controlo
poco. Para el de folk de
Ortigueira soy demasiado joven
y para la macrorave de los
Monegros demasiado sano
”.
Otros, más entendidos, lo
tienen más claro: “En general
sí me parecen demasiado cool
y modernetes, al margen de la
retahíla de festivales de rock
patrio con los grupos de siempre.
Se han convertido en un
desfile de modelitos tribalescos.
Salvaría el Paredes de
Coura
, más que nada por
aquello de que menos mal que
nos queda Portugal”.

La palabra ‘cool’, entendida
como aquello que es lo más moderno
del momento, salió a relucir
en muchas de las respuestas
acerca de los festivales del
verano. Así, uno de los lectores
afirmó: “Algunos son pijos
y caros, y a veces los carteles
son tan cool que se pasan de
rosca... A otros, en cambio, sí
merece la pena ir. Sin duda salvaría
el Rototom”.

Finalmente, la última pregunta
se evitó preguntar sobre la
canción del verano por razones
obvias
– trataba sobre cine: ¿es
cierto que en verano se estrenan
las peores películas del año?
Respuestas, como siempre, para
todos los gustos.

Los hay que directamente no
van al cine porque no siguen la
actualidad cinematográfica: “Ni
idea, no sigo tanto la actualidad
del cine, pero me da la sensación
de que la navidad es peor...”.

Hay quienes aseguran que no van porque dicen que en verano
en el cine hace mucho frío
(el aire
acondicionado, ya se sabe...).
Unos son más taxativos:
“ahora mismo no se me ocurre
ninguna película buena que se
haya estrenado en verano”, y
otros más optimistas: “Es rotundamente
cierto, pero también
que hay festivales interesantes
(al menos en Barcelona)
y que algunos cines tienen la
buena costumbre de proyectar
reposiciones, lo cual es muy de
agradecer.
Si voy al cine en verano
suele ser a ver películas
de reestreno”.

Pero todos parecen coincidir
en algo: “El cine de verano, al aire
libre, es una buena opción”
. O
como señala otro lector: “hay
cantidad de cine al aire libre con
ese ambiente divertido y populachero
de tortilla de patatas y tinto
de verano, que hacen ver las
pelis con otros ojos”.
Y es que en verano, como decían
las abuelas en el pueblo,
donde mejor se está es en la calle…
¡al fresco!
//

Tags relacionados: Número 155 Audiovisual
+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

David Fernández
David Fernández
separador

Tienda El Salto