El actor y dramaturgo chileno describe la relación de losmovimientos sociales de base con experiencias escénicas emergentes en Chile.
- Texto de Cristian Aravena Aravena
- Teatro chileno
UN COMIENZO. En los últimos
años, el conflicto político
y social en Chile ha sido el detonante
de la aparición de varios
colectivos teatrales y compañías
independientes, que
han comenzado a articular un
teatro que renuncia a esa enquistada
oficialidad hegemónica
abriéndose a la comunidad,
por ejemplo, un teatro de
reunión con juntas de vecinos,
de conversaciones con organizaciones
de inmigrantes.
Todo ello se mezcla y
desarrolla en propuestas como
las de Teatro Público con su
montaje Celebración, que se
pregunta por los supuestos 200
años de independencia, las del
Colectivo Ausente, con su
obra Ausente en la que se
muestran, a través del cuestionamiento
de la construcción de
la realidad, las fracturas de un
sistema educativo que fracasa
para los más desposeídos.
O las propuestas del Colectivo
Pandemia con su Público
número 4, una descripción de
nuestra insoportable sociedad
neoliberal que toma como
argumento el encierro de
un grupo de estudiantes de un
colegio público que quieren
evitar una prueba de medición
de conocimientos. Esta obra,
en concreto, ha recorrido numerosos
establecimientos educativos
ocupados.
Temáticas de un sistema teatral
al que no le caben adjetivos,
solamente necesidades
de derrumbe, y nuevas construcciones.
LA CONTINUIDAD. Estos
grupos teatrales, junto con las
asociaciones vecinales y comunitarias
chilenas, han rearticulado
el tejido social y han generado
identidad.
Y es que en Chile existen distintos
mecanismos que apuntan
a unmismo horizonte de luchas.
En los encuentros de
artistas por una Asamblea
constituyente, el teatro, la acción
política y la acción comunitaria
se presentan como temas/
herramientas prioritarias.
Otra de estas importantes
iniciativas sociales es el
encuentro La Escena en Emergencia,
generado por estudiantes
de teatro de la universidad
Arcis, y que convoca trabajos
teatrales que instalan como
problema el conflicto estudiantil,
y que luego se replican por
distintas poblaciones, universidades
y colegios. Uno de estos
trabajos fue realizado por
el colectivo Teatro Constituyente,
Ypúnklito, Hipólito ya
no existe, mostrándonos las
necesidades que tenemos en
Chile de una Asamblea constituyente
acorde a las diferencias
regionales y culturales de
cada zona de nuestro país.
Estos grupos teatrales son una
parte de esta nueva fuerza latente
que se articula en los espacios
populares usurpados por la desigualdad,
el individualismo, la
enajenación y todas esas promesas
neoliberales que nos ofrecían
alegría y libertad.
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