Keith Elam, a.k.a. Guru, nació en Roxbury, Massachussets, en 1967. Considerado como uno de los precursores de la fusión del nu-jazz y el hip-hop, Guru comenzó a despuntar a comienzos de los ‘90, aunque anteriormente ya gozaba de una sólida reputación como MC, debido a sus primeros trabajos con el grupo Gang starr, creado junto a varios DJ y productores en Brooklyn, en 1987. En este período se ganó una verdadera reputación en el mundo del rap americano gracias, en gran medida, a su capacidad para mezclar estilos aparentemente incompatibles pero cuya fusión producía un sonido homogéneo y original, además de experimental. Con discos como Step in the Arena (1991) o Daily Operation (1992), delimitó y sentó las bases de lo que sería el rap de la costa Este norteamericana.

A pesar de la calidad de la producción, no hay que menospreciar su lírica, ya que sus letras siempre se caracterizaron por huir del egocentrismo y la voracidad tristemente característicos de la corriente principal en el hip hop estadounidense. Guru fue un pionero en el desarrollo de un hip hop política y socialmente comprometido con la lucha social, la búsqueda de igualdad y planteamientos cercanos a la utopía del “one love”.

Inicialmente calificado por la crítica de innovador experimental e incluso de poco cuerdo y repetitivo, poco a poco, Guru construyó su propio marco estilístico en el que combinaba recursos del funk, el soul, el gospel o el rythm and blues, con el poder de la lírica hip-hop y la fuerza y el carisma de su voz. Sus discos están repletos de colaboraciones con músicos de la talla de Isaac Hayes, Jamiroquai, Ramsey Lewis o Donald Byrd.

Junto a ellos, evolucionó hacia un estilo musical más armónico y más volcado en el jazz y en el sonido instrumental, creando el grupo Jazzmatazz, que es considerado el primero en combinar el directo de una banda de jazz con la voz de un rapero. En 1993 publicó el primero de sus cuatro discos, en el que colaboraron Mc Solaar, Roy Ayers y Simon Law, entre otros prestigiosos instrumentistas y cantantes. Asimismo, las intenciones musicales de Guru quedan al descubierto al oír algunos samplers empleados en el disco, entre los que aparecen piezas de James Brown, Esther Williams o Grover Washington Jr.

Toda su trayectoria personal y profesional nos ha dejado un total de 17 discos y una multitud de colaboraciones, entre las que se encuentran gritos de rabia como Take it personal, mensajes irónicos como Ex girl to Next girl o Suckas need bodyguards o simplemente obras maestras de la música como State of Clarity, Lift your Fist o Le Bien et Le Mal, entre muchas otras.

Su muerte, causada por un cáncer pulmonar el pasado día 19, ha generado una agria polémica entre sus más allegados, ya que, al parecer, Guru, antes de morir, nombró administrador de su legado musical a su amigo y productor Solar, dejando fuera a Dj Premier.

Sin duda, el mundo de la música pierde a un grande. Alguien que intentó hacer aquello con lo que disfrutaba, menos preocupado por las ventas que por el alcance de su mensaje, abierto al mundo, comprometido con sus palabras y fiel a sí mismo. A pesar de la tristeza propia de este momento, sin duda Guru abrió vías musicales y estilísticas que músicos y aficionados de todo el mundo recorren y recorrerán. Y ése es el mejor tributo.