Larga vida a Joe

Existen grabaciones fundamentales
en la discoteca de todo aficionado
a la música a las que se
vuelve cada cierto tiempo. En la
mía, una de ellas es London Caling,
un disco de 1979 que, al
igual que el primer día, sigue
transmitiendo vitalidad, ganas
de vivir y argumentos.

22/10/10 · 8:00
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El grupo
que lo firmaba era The Clash y
su cantante, Joe Strummer
(1952-2002). Unos pocos años
después de su muerte Julien
Temple, amigo suyo, realizó un
documental que, además de un
recorrido por las distintas bandas
en las que estuvo, es una
biografía del cantante y un homenaje
a su figura.

La película, que sigue una cronología
lineal, arranca desde su
nacimiento, con un padre diplomático,
izquierdista concienciado
que, con su continuo viajar, le
inculcó el internacionalismo; pasa
por sus años de internado, su
devoción por Woody Guthrie;
sus primeros trabajos (en una fábrica
de alfombras, en otra de
caucho, de sepulturero) mientras
estudia en la Escuela de
Artes; la muerte de su hermano,
con apenas 20 años, por sobredosis
de pastillas; sus primeras
formaciones (The Vultures); su
primer instrumento (un ukelele);
sus primeras novias; sus
amigos; para llegar a los años de
su primera juventud en los que
vive, como un “acto político responsable”,
en casas ocupadas.

Por entonces –estamos en
1974 y Joe Strummer tiene 22
años– monta su primer grupo
importante, The 101’ers, y
acondiciona un local en el que
actuaban regularmente, un local
autogestionado, sin intermediarios,
siguiendo al pie de
la letra el “hazlo tú mismo”
, precepto
ético del punk. Los
101’ers llegaron a compartir
cartel con los Sex Pistols, quienes
con su estilo y, sobre todo,
con su actitud, le indicaron el
camino a seguir.

En 1976 entra a formar parte
de The Clash. Un año después
publicarán un disco clásico
que, con música que destila rabia
juvenil y letras que animan
a la revuelta social, denunciaba
la explotación laboral, el desempleo,
el sistema político, el
racismo, la brutalidad policial,
las injusticias cotidianas, y se
rebelaba contra el aburrimiento
burgués, los ejércitos, el servicio
militar y todo tipo de autoridad
.
Los siguientes años los
pasarán dando conciertos, sacando
discos tan grandes como
London Calling o
Sandinista –en honor a la revolución
nicaragüense–, con los
que evoluciona musicalmente,
más allá del punk, en una particular
mezcla de estilos como
el rock & roll, el hip hop y los
sonidos jamaicanos. En los primeros
‘80 les llegó el triunfo
masivo en EE UU, y el éxito (y
las concesiones que conlleva)
les sobrepasó hasta el punto de
llevarles a cometer muchos
errores. Ahí, en un final indigno
para su trayectoria, tuvo su
origen la semilla que provocaría
la disolución del grupo, en
otoño del ‘85.

A partir de entonces, Joe tuvo
un período de desorientación,
de soledad y de frustración, en
el que va de un lado para otro,
tratando de encontrarse. Luego,
ya recuperado, destacará como
compositor de bandas sonoras,
intérprete en películas (Mistery
Train
de Jim Jarmusch); guitarrista
con The Pogues; locutor
de radio en la BBC; con su grupo
Joe y Los Mescaleros; en
conciertos benéficos a favor de
trabajadores en huelga... Episodios
mucho menos conocidos

pero igual de importantes que
forman parte de la leyenda de
un mito que fue el líder de The
Clash, un grupo inolvidable que
nos contagió la idea de que el
rock puede ser un instrumento
más con el que luchar contra el
sistema.

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comentarios

1

  • |
    anónima
    |
    25/10/2010 - 3:01pm
    La pasaron en el festival de cine de Lavapies y esta realmente genial y ahora la vuelven a pasar el juevez en El Patio Maravillas: http://defiendelo.patiomaravillas.net/2010/10/20/joe-strummer-the-future-is-unwritten-este-jueves-21-en-el-patio-maravillas No perderselo, ademas creo que va a seguir rulando en sitios parecidos.
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