ARTES ESCÉNICAS
“La dramaturgia tiene que ver con inventar estrategias de juego”

El teatrero y cineasta argentino Federico León (1975) ha hablado con DIAGONAL acerca del contexto y los procesos de montajes escénicos como ‘Yo en el futuro’ o ‘Las multitudes’.

21/03/12 · 8:00
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Una constante en tus creaciones
son los afectos, los vínculos,
los amores, los besos, los
abrazos.

Más allá de la obra que uno
quiere hacer, hay algo independiente,
el relato mayor, que es
convivir con un grupo de personas
en un proceso de creación
durante un año o un año y medio.
La obra son esos vínculos
que se arman, la interacción entre
los actores con el director,
con el equipo de trabajo. Y me
interesa particularmente observar
esa dinámica real, incidir sobre
las personas que estamos
haciendo la obra. Más allá de
escribir una escena o de tener
ideas, para mí la dramaturgia,
la escritura, tiene que ver con
inventar estrategias de juego y
mecanismos de funcionamiento
con un grupo de personas.

En algunos países latinoamericanos
el teatro parece integrado
en un continuo de procesos
sociales, ¿es así?

Cuando se habla de la crisis y de
cómo se puede producir en un
país en crisis, hay que hacer un
paralelo con el teatro. En el entrenamiento
teatral las reglas
cambian todos los días y uno inventa
continuamente estrategias
creativas para resolver las
cosas. Esto contrasta con algunos
países europeos, que son
más previsibles en el buen sentido
de la palabra, donde se sabe
lo que va a pasar dentro de un
año y medio; una compañía se
pone en funcionamiento si hay
un dinero desde el comienzo, si
se sabe dónde se va a estrenar;
hay dos meses de ensayo, de lunes
a viernes, en tal lugar…
Entrenarse en un país que permanentemente
está cambiando
creo que le viene bien a la creación;
está más viva.
Obviamente, sería buenísimo
que hubiera más dinero para todo,
para las artes, pero me parece
que hay algo en esa manera
en que funcionan las cosas que
se traslada al teatro: nos juntamos,
queremos hacer esto, no
hay plata, ya veremos dónde y
cómo lo hacemos…

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Escena de ‘Yo en el futuro’. WIM PANNECOUCKE

¿Qué ocurrió con el teatro y la
cultura durante la crisis del
Corralito?

Comenzaron a surgir organizaciones
en los barrios, fuera de
las establecidas. En 2001 hubo
un estallido. En esa época estábamos
ensayando El adolescente
y siento que hubo una gran
propuesta de la realidad con respecto
a la obra. Grupos de personas muy
diferentes, saliendo a
manifestarse, sin previo aviso;
esto se relaciona con muchas cosas
del teatro.

Las tres cámaras que se superponen
en la obra Yo en el futuro
no están haciendo un alarde
formal, están contando a gentes
en el tiempo. ¿De dónde
arranca la obra?

En Yo en el futuro fuimos descubriendo
el universo a medida
que trabajábamos. Uno empieza
por una intuición, por cualquier
lugar, por un actor, obviamente un texto también es un punto de
partida. Cuando estoy en el proceso,
tengo la sensación de que
es infinito, no veo el límite. Es la
obra en la que menos sabíamos
adonde estábamos llegando.
Yo en el futuro también tiene
que ver hoy con Facebook. Un
grupo de personas va a una fiesta
y en una hora la fiesta está subida
a internet; están las fotos,
los vídeos. Entonces, ¿qué?; ¿se
va a las fiestas para después ver
el vídeo? Y acá hay una obsesión
por registrar. Son unos niños a
quienes se les ocurrió filmarse,
después proyectarse, verse, y
luego volver a proyectarse, como
en una especie de plan infinito
hacia el futuro; se arrancó
con tres amigos de diez años.

"Cuando estoy en el
proceso de una obra,
tengo la sensación
de que es infinito,
no veo el límite
"

¿Cómo es el espacio de Las
multitudes
, la obra en que trabajas
ahora?

Hay un espacio de representación,
neutro, totalmente negro.
Un amigo que la leía me dijo:
“Me hace recordar las vacaciones.
Cuando me voy de vacaciones,
nos vamos mi familia, amigos
de la familia, los ancianos
por un lado, por otro los adultos,
los niños juegan…”. Aquí la dinámica
es mostrar cómo juegan
los grupos. Son 120 personas en grupos de doce por cada sexo y
edad: niños, adolescentes, jóvenes,
adultos y mayores. Y los
grupos se empiezan a contagiar,
a intoxicar. Hay muchas entradas
y salidas de gente buscándose
y no encontrándose.

¿También hay una historia de
vínculos y relevos?

Para mí todo el relato de Las
multitudes
está muy asociado a
la representación; gente muy diversa,
desde niños a adultos,
vienen a ver a personas muy distintas,
como ellos. Son dos grupos
semejantes. Al principio, yo
quería que la obra empezara
con los actores entrando a la sala
como entra el público: la sala
y el escenario están vacíos, el
público entra y se sienta. Pero
este relato, que en un principio
era más evidente, ahora está diluido.
Yo quiero que haya una
historia, detrás de esta historia,
de esta gran telenovela, está este
otro relato. La gente aplaude
al mismo tiempo, se ríe o no se
ríe al mismo tiempo; hay un
acuerdo grupal, no pactado.
Yo quiero buscar eso en la
obra, una polifonía, instrumentos
muy diferentes que tocan
la misma melodía.

Juegos de ficción y documento

En la duodécima edición del Festival Escena Contemporánea, Federico León (en la foto) presentó una «puesta en escena» de una filmación de su obra Yo en el futuro (2009), acompañada al piano por una de sus intérpretes, Elisabeth Bagnes, y sus hermosas películas Estrellas (2007) y Entrenamiento elemental para actores (2009). Además, realizó un taller de experimentación teatral y participó en una charla con el público. Su obra regresó a Madrid, tras sorprender al público con Cachetazo de campo (1999) y El adolescente (2003).

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Escena de 'Yo en el futuro’. WIM PANNECOUCKE
Escena de 'Yo en el futuro’. WIM PANNECOUCKE
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