Sabedores de la calidad de su primer disco, Smooth Beans no lo tenían precisamente fácil a la hora de afrontar un nuevo trabajo. Aún así han conseguido estar a la altura, cuando no superarse, y cada cual sabrá si le gusta más o menos que aquel At Low Fyah!, decisión difícil. La capacidad para trasladarnos a la época dorada del Ska, el Reggae y el Rocksteady jamaicano es increíble, y queda demostrada en instrumentales como Far From Home o High Water. El resultado es un disco muy compensado, con buenos instrumentales bailables, temas amorosos muy apropiados para la voz de Rudy King, y también espacio para la temática social con la gran Keep Talking o All Power to the People.