Una noche de éstas nos podemos encontrar con un
inesperado mensaje en una cabina: “Naces. Compras.
Mueres”. Se trata de una intervención del colectivo
madrileño Te gusta lo que ves?, que, spray y plantilla
en mano, altera y subvierte el paisaje publicitario.
- ‘TUNEAR’ LAS CABINAS. Intervenciones en las cabinas telefónicas del
centro de la ciudad que aluden a conocidas marcas publicitarias y al
consumismo navideño
Podría crearse un sistema
limpio de comunicación
donde
el comercio quedara
anulado y donde tan sólo importase
el fluir de las ideas?
Te gusta lo que ves?
(TGLQV?) demuestra que es
posible. TGLQV? se enfrenta
al hecho de que el arte, supuestamente
el refugio mas
sólido de la libertad, se ha
vuelto absolutamente inofensivo
desde que se aloja en los
museos y necesita escapar de
los mismos para volver a su
figura ofensiva y violenta. Se
trata de recuperar un espacio.
Un pequeño margen robado
de nuestras calles para
manipular nuestro consumo.
¿Por qué no pasear por una
ciudad limpia de imperativos?
¿Por qué no disfrutar de
un espacio para la libre expresión
popular? ¿Por qué no
trabajar para conseguirlo?
Desde luego no es fácil. Es
cierto que hay que echarle
mucho valor para enfrentarse
a un sistema tan protegido
como es la publicidad: reina
y diosa de toda sociedad ‘primermundista’.
Pero no es el
miedo a la multa o al castigo
lo que generalmente nos
frena. La causa suele ser
el miedo a afrontar la
idea de que no somos
capaces de
valorar nuestra
libertad por encima
de nuestra
comodidad.
Por eso es casi
mágico que TGLQV?
exista. Y cada
esfuerzo, cada
miedo, cada noche
en vela y cada
momento merecen
la pena con tal
de volver a la cama
un poco más
satisfecho.
Para los que no estén muy familiarizados
con TGLQV?,
un repaso de su corta vida.
Todo comienza en 2003,
cuando una de las partes de
TGLQV?, obsesionada con el
graffiti, se propone conseguir
a toda costa las llaves de las
marquesinas de las paradas
de autobús. Esto no atiende a
una necesidad comunicativa
mas allá que la de utilizar el
mejor soporte para saciar su
necesidad de llamar la atención
a través de su nombre.
Percibiendo las posibilidades
del mismo, se empieza a trabajar
en torno a una pregunta
directa con el viandante:
¿Te gusta lo que ves?
El mejor soporte
A partir de la guerra de Iraq
y las multitudinarias manifestaciones
en la capital, el
proyecto crece incorporando
nuevos artistas con ideas a
flor de piel. Las marquesinas
de bus se quedan pequeñas.
El soporte empieza a ganar
importancia y se experimenta
sobre distintos espacios no
concebidos para la expresión
popular. Cualquier medio
parece valer con tal de
esparcir un mensaje en las
calles y se reconquistan lonas
de andamio, carteles de
metro, anuncios de papel
fotocopiado.
Una de las características
de TGLQV?
empieza a ser su facilidad
para conseguir,
con unos medios muy
limitados económicamente
hablando, el
éxito pretendido por
cualquier campaña
multimillonaria. Y
así, en cuestión de semanas,
el proyecto
pasa a contar con el
control de las marquesinas
de telefónica, de las
paradas de autobús y de algunas
grandes franquicias
como VIPS. A esto se suma el
interés de más artistas por
trabajar en la calle.
Stop Wars
Otro de los momentos mágicos
sucedió en el evento ‘Stop
Wars’. Gracias a TGLQV? la
exposición no quedo limitada
a un espacio interior y los artistas
pudieron ofrecer en la
calle de Callao su obra conjunta,
sorprendiendo a transeúntes
y autoridad con mensajes
y gráficas creados en un
perfecto diálogo. El buen resultado
de la acción propició
que TGLQV? saliera a la calle
ofreciendo más. Más calidad
y más cantidad.
El 11-S de 2003 fue otra fecha
clave para TGLQV?,
puesto que organizó la primera
exposición de arte urbano
a pie de calle, recuperando
un enorme número de
soportes desde la plaza de
Cibeles hasta el intercambiador
de Moncloa, atravesando
Gran Vía, Callao, plaza de
España y Princesa. Más de 50
invitados colaboraron con
una muestra que apenas duró
unas horas, desde la noche
del 11 hasta la tarde del 12.
También por vez primera nos
asombramos de la capacidad
del sistema para afrontar
‘errores’ como TGLLQV?
Desde ese día TGLQV? no
ha parado de crecer y superarse
en frecuencia, calidad y
dominio del soporte. La cosa
se pone fea con las multas y
el miedo crece cuando se pretende
manipular una marquesina.
Una cosa está clara:
el éxito a nivel emocional nos
empuja a no parar de crear.
A seguir buscando espacios.
A no cometer errores más veces
de las necesarias y a disfrutar
de cada instante.
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