MÚSICA
Ilegales: Mañana lo sueltan

La gira de despedida de uno los más longevos grupos de rock español, recalará en
Madrid, Bilbao o Barcelona, entre otras ciudades. Conciertos que en palabras de su líder,
Jorge Martínez, serán muy generosos. Un entierro vikingo en toda regla.

04/05/10 · 0:00
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Durante la rueda de prensa que
se celebró para presentar la gira,
Jorge Martínez explicó: “Pues
nada amiguitos, este 2010 es el
año de la extinción de Ilegales.
Se acaban porque de repente fui
consciente de que había dedicado
30 años de mi vida a Ilegales,
quería hacer otras cosas diferentes
y vi que entraba dentro de lo
posible el poder palmarla. Es algo
improbable, por supuesto”. Y
añadió: “Creo que como Ilegales
hemos cumplido y este año 2010
vamos a hacer una gira de despedida,
una gira generosa, no es
una gira de estas alimenticias
que personalmente es algo que
me repugna”. El futuro se llamará
Jorge Ilegal y los magníficos:
“El repertorio es totalmente diferente,
lo que pretendemos es
dignificar un poco a las orquestas
de baile porque las orquestas
actuales no sabes si se están
riendo de ti, con ese sonido y
esas ropas”.

Vástagos de la locura

1977, el año en que el punk pudo
cambiar el mundo. Tres jóvenes
asturianos empuñan sus instrumentos
con decisión con el
propósito de darle al rock su merecido.
La formación pasa por
diferentes nombres, como Los
Metálicos o Madson para denominarse
definitivamente Los
Ilegales. Tras fijar su formación,
siempre con Jorge Martínez al
frente, en 1981 se alzan con el
primer puesto en el concurso de
rock Villa de Oviedo, cuyo premio
era la participación en un
disco colectivo para el que graban
Europa ha muerto, La fiesta
y Princesa equivocada. Esta última
forma parte de un particular
género dentro del repertorio de
la banda, en el que se mezclan
amor, drogas y locura y que nos
ha dejado joyas como Regreso
al sexo químicamente puro
o
Cuánta belleza. Al poco publican
su largo de debut homónimo:
una perfecta demostración
de lo que el punk podía llegar a
ser en nuestro país. Canciones
crudas que hablan sobre broncas,
drogas o líderes alemanes
de la mitad del siglo XX. Una
provocación en toda regla.

Sentadas las bases tocaba viajar
a Madrid donde se estaba celebrando
un curioso festival llamado
La Movida que conjugaba
música, petardeo y estupidez a
partes iguales. Era evidente el
jaleo que un personaje como
Jorge Martínez y su calvicie casi
de nacimiento iba a causar entre toda aquella pandilla de snobs
de pelos cardados. Muy recordado
por todos es el debut de la
banda en la sala Rockola (ahorraremos
lo de mítica) con la
banda completamente puesta y
sin otra disculpa para su retraso
que la de haberse entretenido en
una pelea.

La banda sigue rodando con
sucesivos cambios y, con la incorporación
del bajista Willie
Vijande en sustitución de Iñigo
Ayestarán, alcanza una de
las formaciones más memorables…
y peligrosas. Los directos
que pueden encontrarse de
aquellos años son de escándalo:
tres energúmenos golpeando
sus instrumentos como si el
mundo pudiera terminar después
de cada canción. Ilegales
graban en 1984 Agotados de
esperar el fin
, otro repertorio
de malos sentimientos expresados
en forma de canción que
incluye alguno de sus himnos
más coreados: Odio los pasodobles,
Soy un macarra
o
Destruye.

Comienza las giras de la banda
allende los mares. La relación
de Ilegales con Latinoamérica
ha sido muy estrecha
durante toda su carrera y el
motivo de que algún indocumentado
anunciara su defunción
debido al tiempo que pasaban
desaparecidos de la
escena patria. Además, la banda
se encuentra como en casa
por aquellos lares. En palabras
del propio Jorge: “Ilegales nos
hemos esforzado mucho en los
escenarios, en conciertos realmente
duros en medios muy difíciles
e incluso muy hostiles”.

Tras Todos están muertos,
que repite el sonido crudo de la
banda, llega Chicos Pálidos para
la máquina
. Este álbum incorpora
teclados y vientos en las
composiciones de Martínez y
supone un acercamiento a temas
más elaborados como ese
himno a la derrota de la guerra
titulado Ángel Exterminador. La
banda seguirá avanzando en esta
línea más cercana a un rock
anfetamínico en sus siguientes
trabajos: Regreso al sexo químicamente
puro, (A la luz o la sombra)
todo está permitido, El corazón
es un animal extraño
y El
apóstol de la Lujuria.
En todos
ellos destaca el cambio de estilo
letrista de Jorge, mucho más
elaborado y fruto de su pasión
por la literatura, en particular
por la del Siglo de Oro. Uno de
esos músicos que al entrevistar
puede departir, por ejemplo, sobre
Pío Baroja durante horas.

Ya sabemos el nido de vanidades
que suele ser el mundo
de la música rock. Pocos pueden
presumir de reunir a todos
sus miembros en su 20 aniversario
como lo logró Jorge en un
magnifico concierto frente a la
Catedral de Oviedo: El Día que
cumplimos 20 años
que salió
editado en CD/DVD.

La última formación de Ilegales
vuelve al power-trío de guitarra,
bajo y batería. Y puedo
dar fe de que es una maquinaria
bien engrasada la que publicó
Si la muerte me mira de frente
me pongo de lado.
Punto y final
para la producción original
de la banda.

En 2009 se ha publicado la caja
126 canciones Ilegales como
regalo a sus seguidores y preámbulo
de la gira de despedida. La
caja no se limita a recopilar los
discos oficiales, sino que se trata
de un esfuerzo por recuperar y
restaurar todo el material que
grabó la banda en estudio.

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