El filósofo Beatriz Preciado comisarió el ciclo de vídeo, debate y performance feministas La Internacional Cuir en el museo Reina Sofía y en el espacio Off Limits de Madrid.
Texto de FRANCISCA CAZOÑA
inforelacionada
¿Qué es esto de una Internacional Cuir? En palabras del filósofo Beatriz Preciado, “el ciclo alude al viejo sueño universal de la internacional obrera, pero no ya de trabajadores viriles, sino de disidentes sexuales, buscando así otro modo de imaginar el ámbito de lo político”. El giro de ‘queer’ a ‘cuir’ pone de manifiesto el desplazamiento geopolítico hacia el sur, dejando en evidencia el todavía dominio colonialista en los textos anglosajones y reclamando así el poder de enunciación de discursos subalternos.
Lo cuir pone en cuestión la
identidad como algo fijo y esencial.
De esta manera tanto la
identidad de género y sexual como
racial y nacional se entienden
como narrativas ficcionales
que funcionan como campos de
opresión. Sería un rechazo al ser
y una recuperación del estar híbrido,
contaminado, fronterizo.
Los vídeos que se presentaron
aglutinan una suma de
prácticas artísticas de diferentes
estéticas, pero que apuntan
a un cuestionamiento y reapropiación
de los medios de comunicación
de masas para
(re)producir prácticas de género
y sexualidad disidentes.
Forman parte de una red que se
aglutina –que no encorseta– en
el discurso transfeminista.
Mapa de la intromisión
La variedad de posiciones y lenguajes
estéticos en este atracón
audiovisual dio cuenta de múltiples
e irreductibles experiencias.
El ciclo se abrió con el
documental de Virginie Despentes Mutantes/feminismos pornopunk,
una pieza de arte crítico
que mantiene una relación equilibrada entre qué cuento y cómo
lo cuento. Una cartografía sobre
la intromisión a principios de los
‘80 del postporno y el debate de
la prostitución en el feminismo
de los ‘70. Aquel día, la discusión
se centró en las mutaciones del
feminismo, y en el discutido sujeto
del mismo. Remontándose a
las primeras feministas francesas
del siglo XVIII, Preciado remarcó
que ya allí el sujeto no
eran las mujeres, sino las minorías
políticas.
Desde los ‘80 la crítica de género
se ha expandido teniendo
en cuenta los factores que hacen
que las opresiones se conecten.
Porque no se puede practicar
una crítica feminista sin cruzar
el género, la sexualidad, el sexo,
la clase, la raza y otras categorías
identitarias. Si el feminismo
es una teoría crítica desde la que
desmontar los conceptos entendidos
como naturales, el transfeminismo
hace referencia a posiciones
que ponen el acento en
esos otros constituidos como
subalternos, los que no entramos
e n la categoría de mujer.
Maratón audiovisual
En los siguientes días se proyectaron
32 vídeos de corta duración.
Un maratón audiovisual
en el que la multitud de lenguajes
y usos mostró la revolución
que supone tener los modos de
producción al alcance de todas, ya sea con una cámara de alta
definición, con una webcam o
un teléfono móvil.
Carole Roussopoulos, una de
las pioneras del cine feminista,
incidió en que “el vídeo no filma
la revolución, sino que es
parte de ella”. Se da entre el vídeo
y los movimientos activistas
una relación pasional.
Comparten cama. La cámara
es testigo de ocupaciones del
espacio público, de la visibilización
de las trabajadoras sexuales
como en Obelisco
Noche/la puta, o de la sexualización
opositiva del colectivo
Porno Porsi de la carretera 26
en Colombia.Carole Roussopoulos incidió en que “el vídeo no filma la revolución, sino que es parte de ella”
La cámara funciona también
como narradora de experiencias
en primera persona y creadora
de otras ficciones. En
Dancing Queer, Superman sustituye
a la clásica bailarina de
la caja de música, y en Pandrogeny
Manifiesto las artistas
conciben a otro ser sin reproducción
y se convierten ellas
mismas en ese tercer ser a través
de la cirugía.
La parodia, una de las
más contagiosas prácticas
feministas, estuvo presente
en muchos vídeos. Desde la
pionera feminista postporno
Annie Sprinkle, hasta el colectivo
Subrosa con su Vulva
De/Reconstructa, que desmonta
el entramado estético-médico
con la simulación de una visita
al médico para un aumento
de labios del coño. O Maternidad obligatoria, una crítica
al clero y su hipocresía con el
condón y el aborto.
Destacaron el trabajo de
Giusseppe Campuzano, creador
del museo travesti de Perú,
y del performer Héctor Acuña/
frau Diamanda. En palabras de
Preciado, sus obras analizan
“no sólo la identidad sexual
sino también la identidad latinoamericana
como formas de
travestismo cultural”. El travestismo
como una práctica de resistencia
común al marica, a la
bollera, al transexual pero también a la indígena, al criollo, al
moro, al puto, al mugroso.
En el debate con el colectivo
Cabello/Carceller tras la proyección
de su vídeo AO, Caso Céspedes
ocurrió algo inesperado.
Fruto de un mal entendido o de
un gran entendido, un comentario
planteó que la pieza no seducía
con la imagen y que parecía
un anuncio del PSOE. Una
mitad de las Cabello/Carceller
sacó la garra e hiló la idea de la
representación de las mujeres
masculinas como idea de fealdad
o grotesco en la historia del
arte, con su elección intencionada
de no seducir con la imagen
y hacer otros tipos de representación
más allá de los cánones
establecidos, y dejar al descubierto
los mecanismos de producción
de la subjetividad.
El entramado teórico de
Beatriz Preciado permitía relacionarse
con las obras artísticas.
Pero fuera de este contexto, había
algunas de ellas que podrían
cambiar de significado. ¿Cómo
hacer para seguir siendo leído
desde donde ha sido pensado?
¿Un manual de instrucciones?
¿Unas súper gafas infrarrojas
transfeministas ¿Un traje de flamenca
con peineta para los señores
y unos dildos bigotazos
para las señoras?
las más contagiosas
prácticas feministas,
estuvo presente en
muchos vídeos
También hubo cierta polémica
con el hecho de si institución
si o no. Los colectivos LGTBQ
La Acera del Frente de Madrid y
el Transblok de Barcelona escribieron
un texto sobre la instrumentalización
de los movimientos
sociales por parte de las
instituciones.
El Reina Sofia se quedó pequeño
tanto a la hora de los debates
como para las performances.
Porque lo más potente que
tuvo esta Internacional Cuir es
ser una red donde encontrarse,
ver trabajos de otras y compartir.
P or ejemplo, es muy interesante
saber que el colectivo
Genderhacker está elaborando
un archivo digital contra-historiográfico
de las prácticas artísticas
sobre identidades sexuales
minoritarias.
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