Lleva muchos años en la escena
musical vasca y ahora llega con
su segundo LP debajo del brazo.
Sorkun habla a DIAGONAL de
‘Duna’ y de mucho más.
- EN MOVIMIENTO. La cantante no se conforma: ahora toca adaptar la música y dar conciertos. Sin parar.
Acabé agotada de la
última gira, pero la
vida cotidiana no
es para mí”, sentencia
en plena temporada
llena de bolos. Está presentando
Duna (editado por
Metak), su segundo trabajo
en solitario. Y parece que gusta
al personal: “Está siendo increíble,
estoy muy emocionada
porque no me esperaba
tanto, desde los medios hasta
los conciertos, noto el interés
de la gente”.
Sorkun, por lo que nos
cuenta, no para de estar en
proyectos: tras la disolución
de Kashbad se enroló en la gira
del Brigadistak de Fermín
Muguruza haciendo los coros,
y ha seguido con el músico
irundarra hasta el momento;
trabajos para dibujos animados,
su primer disco, gira
y segundo ‘larga duración’
ahora. Lo suyo no es trabajo
repetitivo ni la vida convencional,
está claro.
¿Pero qué es Duna? “Es un
disco pensado para musicar
imágenes, así que al componer
las canciones ha quedado
patente”. En principio era para
un proyecto de musicar
una película, pero no se llevó
a cabo finalmente y, grabado
el pasado verano en los estudios
Katarain, en él nos encontramos
10 canciones con
amplitud de miras, donde nos
sigue demostrando la calidad
de su voz, composiciones en
euskera bastante cuidadas,
guitarras duras sobre bases
electrónicas que después se
transforman en cadencia
funk, sinuosos trazados que
pueden ser acelerados o de
pura tranquilidad e insinuación.
En definitiva, estados de
ánimo: “Aunque me gustaría
seguir bailando, prefiero desnudarme”
( Atmósfera).
Fermín Muguruza, en la
web de Metak, hace una crítica
acertada de los temas que
componen Duna. Entre todos
los cortes dan un sentido de
conjunto con el significado de
los elementos de la naturaleza:
aire, agua, fuego y tierra.
Y siempre con referencias
también al cine, con alusiones
sonoras a David Lynch o Win
Wenders.
Junto a Sorkun han estado
Kanda, a la guitarra; Home, a
la batería; Igor Ruiz, al saxo
barítono; Libe, en los teclados
y Atxus, al bajo, ambos de
Neubat; Iker Ormazabal se ha
encargado de la programación
electrónica; y las colaboraciones
de Gaizka Pereda
como DJ en Erreskata nazazu,
las letras de Aritz
Lazkano, cantante de Izaera,
en Atmósfera y Nosferatu,
Gorka Sesma y la voz de
Tzuzi (Potemkin).
Y Duna no admite etiquetas,
¿no? “No podría, el primero
(llamado Onna) te lo digo
claro: es rock con algo de metal,
pero en este caso hay desde
un funky hasta un drum &
bass, pasando por bossanova
y rock electrónico; me es imposible.”
Espíritu inquieto el
de esta mujer de 28 años, natural
de Rentería y residente
en Vitoria-Gasteiz. ¿Y cómo
trabaja la composición?
“Suelo decir que la disciplina
es de lo más importante para
componer. A mí nunca me ha
pasado ir por la calle y
ocurrírseme una letra maravillosa.
Sí puedes tener una
idea de repente, pero hay que
meter horas.”
En ese cambiar, en ese ir incorporando
nuevos estilos,
ella lo hizo como quería. “Mi
primer disco fue muy rockero,
fueron canciones muy cañeras,
con mucha distorsión,
y en este me apetecía que hubiera
guitarras limpias o con
trémolos, un saxo barítono,
que le da un aire muy elegante
a las canciones. También
hay pianos, teclados... no sé,
es un disco mucho más suave”,
nos explica.
Feminidad y desierto
A pesar de que muchas mujeres
en Euskadi están siguiendo
la estela de Sorkun, asemejándose
en el estilo en el
que se mueve, ella no quiere
acarrear con “esa responsabilidad”
de ser referente de nada,
y al ser consultada por el
papel actual de la mujer en la
música, ella aclara: “Ufff, esta
pregunta tiene demasiados
matices, necesitaríamos muchas
hojas en blanco. En
Euskadi por lo menos, cada
vez hay más encima de un escenario.
Eso es bueno, ¿no?”.
Su anterior disco, el primero
en solitario, Onna significaba
femenidad en japonés (y da la
casualidad de que es ‘bueno’
o ‘buena’ en euskera). Duna
sin embargo tiene muchos
matices: significa duna, como
en castellano. “La elección de
la duna entre las diferentes
montañas, reivindicación de
la movilidad ante la imagen
estética, señal o deseo de la
posibilidad de cambio del paisaje
que se nos antoja delante”,
ha dicho Fermín. Pero
también es el sufijo vasco para
expresar “la que posee, la
que tiene, la que sabe”. Y ella
nos lo ofrece.
Hablemos de la música
que lo inspira: “Bueno, escucho
música desde que tengo
tres años, así que tendría que
hablarte cronológicamente,
pero simplificando te diré algunos
ejemplos: últimamente
estoy escuchando Juliette
Lewis & The Licks, M.I.A., 4
Hero, Tali, The John Butle
Trio, Queens of the Stone
Age, Melissa Auf The Maur,
Morphine.Y muchos más.”
La impronta de estos últimos
es bastante perceptible. Y
también recuerda quizás a la
de los ingleses Dead in
Vegas o a la de los franceses
Air. Curiosamente ambas
formaciones han participado
en las películas de Sofia
Coppola, Vírgenes Suicidas
y Lost in translation. El cine
está presente.
Y Sorkun siempre estuvo
rodeada de música (sus padres
eran hippies y tenían
puesto a todas horas rock setentero,
reagge o flamenco);
a ella se dedicó desde muy joven.
“Sólo de pequeña hice
un año de solfeo. Nunca he
estudiado canto ni voz”. Pero
a los 17 años se mete en una
banda de rock “cuando de repente
tus amigos te proponen
que cantes en su grupo
(Kashbad)”. Más de cinco
años compartiendo vida y
obra, pero se perdió la pasión,
como dijeron, y a otra
cosa cada uno, aunque sin
malos rollos: “Nos vemos
mucho, ellos están muy presentes
en mi vida y en mis
discos. Son como parte de
mi familia”. ¿Y qué tal con
los hermanos Muguruza?
“Oí por ahí que era la corista
oficial de los Muguruza
(risas) ¿Qué te parece mi currículum?”
Aparte de integrar
las distintas giras de
Fermín, ella ya colaboró en
Negu Gorriak.
Euskera y Euskadi
¿Y qué acogida tiene el euskera
fuera del País Vasco?
“En el caso de Fermín, te puedo
asegurar que muy bien, ya
sea Japón, Alemania o Chile.
Hay que salir y conseguir que
la gente baile tu música, entonces
ya no importa el idioma.”
¿Y allí en Euskadi cómo
ves la escena musical? “En mi
tierra está pasando algo muy
curioso y es que se están
construyendo salas de conciertos
cojonudas a punta y
pala. Hay más conciertos internacionales
que nunca, pero
nadie va a ver a los nuevos
grupos. Yo no puedo quejarme.
Pero es muy difícil empezar
ahora.”
¿Da la música para vivir?
“En mi caso sí, aunque es
bastante irregular, ten en
cuenta que voy alternando
mis giras con las de Fermín y
de esa manera consigo mantenerme,
pero no es fácil. Hago
también alguna cosa para
televisión, pongo voces para
algunas canciones de dibujos
para niños”. En cuanto a la
polémica sobre los derechos
de autor e Internet, ella es
clara: “Hay que asumir cuanto
antes que el formato CD va
a desaparecer. Yo no vivo de
las ventas, vivo de los directos
y eso nadie me lo roba”.
LOS CONCIERTOS
«Tenía la preocupación de que
fuera demasiado contraste mezclar
los dos repertorios, Onna y
Duna, pero hemos conseguido
que quede muy homogéneo, las
bases electrónicas desaparecen,
así que hemos adaptado las canciones
a la banda y cogen todavía
más fuerza».
Más info:
[Ir a sorkun->http://www.sorkun.org]
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