Lidia Damunt
Música
"Cuando parece que estás en un mundo que no es tuyo, tienes que decir ‘aquí estoy yo y soy la pera limonera’"

Lidia Damunt fue una de las participantes en Ladyfest Madrid 2013, una “invasión feminista” que ha recorrido las periferias de la ciudad.

, Ladyfest Madrid
28/06/13 · 9:06
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Sábado 22 de junio. En una sala autogestionada del barrio de Carabanchel, Lidia Damunt acaba de hacer la prueba de sonido para su concierto en el festival feminista Ladyfest Madrid. Con ella está Sole, que hace música bajo el nombre de Le Parody, pero en esta ocasión se encuentra al otro lado del equipo de sonido: es una de las organizadoras del festival y ha preferido no tocar para “cuidar” de la fiesta. Sole se queja de que las periodistas musicales hablamos sobre todo de sociología porque no sabemos hacer música, así que le proponemos que sea ella quien pregunte a Lidia.

Sole: Tu último disco [Vigila el fuego, 2012] es muy distinto a los otros porque te lanzaste a meter arreglos. ¿Lo proyectaste así desde el principio?

Lidia: Empecé con canciones para hacerlas sola, pero hablé con Hidrogenesse e íbamos a componer un disco juntos. Al final no salió, así que quedamos en que ellos meterían más arreglos.

Sole: Pero no son adornos, sino que la composición ya está hecha con ellos, las canciones son como un patchwork.

L.: Sí, como La escritora, que en directo no me convence... Este disco me ha supuesto mucho quebradero de cabeza porque es complicado llevarlo al directo. En la música siempre parece que hay que meter cosas, cada vez más y más sofisticado, y grabar 80 pistas... Yo sacaría 80 discos con guitarra y armónica, pero a lo mejor a nadie le interesa.

S.: ¿Cómo te planteas los directos? ¿Cuáles son tus referencias?

L.: Cuando empecé con la pandereta pensaba en el blues y el country, que siempre he escuchado. Pero no pretendo parecerme a nadie. Siempre intento que quede lo más intenso y cañero posible. Yo me llamo cantautora porque me hace gracia, pero no soy de ese estilo.

S.: En el dossier de Ladyfest sales como “cantautora rockabilly”.
En la música siempre parece que hay que meter cosas, cada vez más y más sofisticado... Yo sacaría 80 discos con guitarra y armónica, pero a lo mejor a nadie le interesa.

L.: Por hacer la gracia... En directo intento sonar más punk-rock. Hay gente del rollo cantautoril a la que le gustaba mi primer disco [En la isla de las bufandas, 2008, folk de corte norteamericano] que me ha visto en directo y ha dicho “¡qué horror!” Me gusta improvisar, si puedo cambiar la canción y que quede chula me da mucha satisfacción. Y lo que más me divierte es que haya buen rollo con la gente.

Marta: Pero no tocas mucho en directo, ¿por qué?

L.: Vivo en Suecia y es complicado, necesito un sello que me busque conciertos [en España le edita Austrohúngaro]. Mi ilusión siempre ha sido tener un grupo, pero por mi forma de ser o mi estilo de vida no consigo conocer a gente para tocar. Me gustaría darle a un botón y que me caigan del cielo los músicos...

S.: Volviendo al disco, me gusta que las melodías de voz vayan pegadas a las de guitarra.

L.: Me sale así, es muy de blues. Lo que más me gusta es tocar la guitarra y soy una flipada. Como pasan los años y me aburro en Malmö, cada vez toco mejor...

S.: Yo me quejo de que me pregunten sobre el significado de las letras, porque las veo como un pack con la música, pero aún así te voy a preguntar: antes hacías letras muy épicas, pero en el último disco son cotidianas.

L.: Sí, es más intimista. Antes inventaba historias de juglares, supongo que voy cambiando mi manera de contar.

Inmersas en Ladyfest, la conversación deriva en la ‘sociología’ que se pretendía evitar. El contexto invita a preguntar por la relación de Lidia Damunt con el movimiento riot grrrl, del que surge este festival y cuyo eco resonó en Murcia a finales de los ‘90 gracias a proyectos de los que fue parte: el grupo Hello Cuca, varios fanzines y el sello Rompepistas. Se incorpora Mabel Damunt, hermana y compañera de aquellas aventuras.

Marta: ¿En cuántos ladyfests has tocado?

L. y Mabel: [cuentan juntas] Como Hello Cuca, en Glasgow, Londres, Amsterdam, Berlín, Bristol, en Madrid dos veces...

S.: Una de las veces en Madrid tocó Lidia sola, íbais a tocar como Hello Cuca y al final no pudisteis.

Marta: ¿Y cómo ves el panorama ahora?

L.: He notado que hay más fanzines, un resurgir del interés por el riot grrrl. Hay una generación nueva de gente joven que está en estos rollos, gente de veintipocos. Y mola, claro.

Marta: ¿Y de ‘machirulismo’?

Mabel: Comparando con el primer Ladyfest en 2005 en Madrid, te puedo asegurar que había más rechazo en la escena musical. Muchos grupos no querían tocar, incluso grupos de chicas. Aunque también hubo gente muy maja que colaboró.

Marta: En esta edición sólo pasó en el concierto de Pussy Riot [Sala Siroco, septiembre de 2012], pijo-punks de Malasaña haciendo chistes sobre organizar un hipotético “machofest”.

S.: Yo he notado que al menos el feminismo está presente, que la gente es más cuidadosa.

Mabel: Sí que es verdad que chirría menos hablar de feminismo en un entorno de música. Vamos con veinte años de retraso respecto a otros países, pero bueno, al final va llegando.

S.: Pero queda lo de los técnicos de sonido...
Los técnicos de sonido huelen el miedo. Haría falta un taller en Ladyfest de empoderamiento ante técnicos de sonido.

L.: Sí, recuerdo al técnico de sonido de la sala Siroco. Me hablaba como si fuera retrasada, en tono meloso: “ese pedal lo llevaba Jimmy Hendrix, pero veo que tú lo tienes nuevo, lo has usado poco”. Y yo digo, ¿esto es machismo o es así con todo el mundo?

S.: Nunca lo sabremos, todos los técnicos son tíos. El de la sala Sol también se las trae...

L.: Sí, ahí tuve también problemas un par de veces. Hay que ir muy segura de ti misma. Los técnicos huelen el miedo. Haría falta un taller en Ladyfest de empoderamiento ante técnicos de sonido. Y, en general, para las tías que hacen música. Todas, antes de aprender a tocar, tienen que coger y decir “aquí estoy yo y soy la pera limonera”. Eso es lo principal para hacer tu arte. Parece que los tíos son más propensos a decir esas cosas. Los grupos de chicas lo necesitan más porque es un mundo de chicos, no hay tantos referentes, parece que estás en un mundo que no es tuyo. Ya de entrada parece que te van a juzgar más o que tienes que justificarte ochenta veces.

S.: La confianza es lo primero.

L.: Pues ahí tiene sentido un festival como éste. Ladyfest tiene que ser para eso.

Y Sole acaba contando que, en el Ladyfest de 2008 en Madrid, sustituyó a Hello Cuca: “Habíamos hecho una banda y teníamos sólo tres canciones, las tocamos todas dos veces. Yo me empoderé en ese Ladyfest, ahí empecé a saber que podía hacer música”.

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comentarios

1

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    Jue, 07/04/2013 - 18:31
    Viva Lidia Damunt!
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