Hoy pasamos por la Termomix
de la tele los Increíbles
Casos de Hermann Tertsch y
el Profesor Neira. Este año,
ese género chico que empieza
a ser la tele dentro de lo que
son “los medios, estúpido”,
nos ha dado una gran pareja
cómica: Profesor Neira &
Hermann Pijamita Tertsch,
Magos del Oportunismo. Dos
fantásticos humoristas involuntarios:
Jesús El Hombre
que dijo Basta Neira y Hermann
Nos Veremos en los
Tribunales Tertsch. Un poli
bueno o “héroe civil” metido a
monje antenatresero –la verdad
es que por tono de piel,
daba el perfil de la cadena–, y
el poli malo o “represaliado
socialista” viviendo unas cotas
de onanismo demagogo
que ni él mismo hubiera soñado
en sus mejores sueños
telemadrileños.

Lo primero, inciso innecesario,
convengamos que el señor
con aspecto desmejorado o
Profesor Neira, desempeñó un
papel temerario con consecuencias
funestas ante una situación
inadmisible. Bien.
Porque hay que convenir, y
mucho, para llegar a entender
algo de este mundo “delrrevés”
en el que últimamente tengo la
impresión de habitar. ¿Se imaginan
que Walter Benjamin
pudiera ver unos pocos minutos
de Sálvame Deluxe de “derrepronto”?
¿O que Aldous
Huxley presenciara sin contexto
una de las tertulias de
Ana Rosa Quintana? Pensarían
estar o bien bajo efectos
del mismísimo LSD en un caso
o perseguido por la encarnación
del famoso Ángel
Terrible en el otro.

Cuando el profesor Neira salió
de la UCI para ingresar en
Antena 3, no sabía que la muerte
de su tan cacareada dignidad estaba
a punto de producirse. El
parte médico fue claro: “Señores,
aquel profesor que trató de
atajar una hostia de esas de supuesto
amor, ha fallecido. A partir
de hoy, demos la bienvenida
al Maniqueo Tertuliano Poliopinionólogo
Neira, la Justicia
Encarnada, el Samaritano de
Aravaca”. Yo hasta ese día creía
que la mera bonhomía, el buenismo,
ni siquiera el heroísmo,
no bastaban de salvoconducto
para esgrimir opiniones espurias
y ominosas de cualquier tema
que se precie. Pero seguimos,
que de hostias va la cosa. El nuevo
plan Bolonia ha propuesto la
asignatura Paliza en tercero de
Comunicación Audiovisual.
Algo así como unas prácticas,
duele un poco más –no mucho
más– pero entras en nómina de
una de las más casposas cadenas,
pero fijo. Creo que del millón
de hostias que repartió
Rouco Varela la pasada Navidad,
han salido tres o cuatro
periodistas cum laude.

Pero volvamos a la Pareja
Cómica. Uno pasó de ser periodista
a víctima y el otro de víctima
a periodista, de lo que se infiere
que los caminos del periodismo
actual no son sólo son
muy escrutables, sino perfectamente
predecibles. Cuando el
otrora profesor de Teoría del
Estado (¿?) sintió que su vida se
le quedaba pequeña y que sus
cotas de vanidad no estaban cubiertas,
amén de una cuenta corriente
de profe de universidad
algo páuper, aceptó la oferta de
la Diosa Lomana –Gloria, no
Carmen–, (la mujer con más caridad
de Spain, no hay que olvidar
que hace poco se casó con
Josep Piqué): un puesto de colaborador-
humorista en la tertulia
mañanera de la Mujer que
Bebe Actimel, Susanna Griso.
De ahí a la carta blanca de este
nuevo Fucking Pope de la
Opinión Chorra y con Corazón,
no ha habido más que un paso.

Ahora vayamos con Tertsch
o como carajo se escriba, otro
valor pujante del nonsense de
la opinión, especialista en la
espiral monoléctica del Habla
Chucho que no te Escucho. Él
siempre quiso presentar su
propio programa en pijama.
Así que contrató a dos matones
de Chueca para que fingieran
darle una paliza. “Les va a
costar cara esta miseria moral
que permite todo a estos gurús
de la izquierda apoyados por
la Sexta, Roures y Zapatero”.
Eso se lo escribió el propio
Neira a pie de cama cuando
fue a visitarlo a La Paz (aháhá).
Han hecho tan buenas migas
que ahora se regalan sketches
y todo. Darán que hablar,
se lo aseguro. Estos, qué demonios,
sanos muchachotes,
retomarán el buen nivel del
humor por parejas cual
Tip&Coll, Laurel&Hardy o
Rajoy&Sáenz de Santamaría.
Si la Fusión Antena 3 y La
Sexta no les funde la sinapsis,
el Héroe Social y el Refugiado
Político pronto seguirán perfeccionando
sus dos principales líneas
de trabajo: desafortunadas
declaraciones (¿existen las
declaraciones afortunadas?...
¿Comunicar el Gordo?) y decir
las palabras ‘dignidad humana’
hasta gastarlas. Si sus conciencias
hablaran, entrarían en
off locutadas con la voz de
Matías Prats, hijo o padre.
Ellos no son tan exigentes con
la letra pequeña.