La poesía de Jorge Riechmann, con una tensión y una claridad de exposición y de síntesis únicas, muestra las contradicciones del capitalismo, al mismo tiempo que nos presenta las incertidumbres necesarias para comenzar a vivir de otra manera. Así, sus versos tratan de hacernos reflexionar sobre las consecuencias de nuestro sistema económico y también sobre las implicaciones de la ideología desarrollista. Consciente del ecocidio y de la desigualdad social, exige un cambio urgente y apunta a una ética anticapitalista, radicalmente vitalista. Busca iluminar la realidad, pero pide que nosotros aportemos la mirada, que completemos el análisis. Para ello, utiliza un lenguaje claro, que se dispone en desarrollos discursivos o bien en búsquedas de la precisión léxica, y aúna la explícita denuncia con la detenida evocación de un entorno natural de frágil belleza.

Lejos de las certezas, exhorta al cuestionamiento continuo, y de ahí el gran número de preguntas que llegan a constituir poemas completos no en pocas ocasiones. Así, este El común de los mortales constituye un volumen muy variado, pues además contiene piezas sobre la capacidad del lenguaje y el lugar y posibilidades de la poesía en la sociedad, poemas de amor y, como novedad en su obra, series sobre la finitud, sobre la vejez.