64 EDICIÓN DEL FESTIVAL DE TEATRO THE FRINGE
Coger tablas en Edimburgo

El festival de teatro de Edimburgo ‘The Fringe’ celebra este año su 64 aniversario. Entre el 6 y el 30 de agosto los espectáculos de música, danza, opera y teatro convierten esta ciudad en un gran escenario internacional. Para el visitante es la oportunidad de ver obras de teatro gratuitas o a un precio razonable y sumergirse de lleno en una oferta cultural a veces inabarcable. Concretamente en esta última edición pueden verse 2.453 espectáculos, de los cuales 558 son totalmente gratuitos, según fuentes del ‘Fringe’.

, Edimburgo (Escocia)
01/09/10 · 13:15

Los espectáculos se reparten por las llamadas ‘venues’, algo así como sedes teatrales distribuidas por toda la ciudad y que sirven de soporte a las compañías que deciden participar en el festival Algunos son profesionales que saltan de festival en festival y que afrontan esta experiencia como un medio de vida. Es el caso de Amelia Cadwaller, una artista de calle Australiana que visita por sexta vez el festival. Sus principales herramientas de trabajo son las acrobacias, el humor y la interacción con el público. Lo que más le gusta es la autonomía que le ofrece su trabajo. “El hecho de poder viajar y llegar tanto al espectador que tiene dinero como el que carece de recursos. Hay algo que es más auténtico. Para mí es un reto”, afirma.

La mayoría de los artistas ven en esta experiencia la posibilidad de traspasar fronteras y experimentar nuevas formas teatrales. Aunque el idioma predominante es el ingles, algunos deciden arriesgar y traer un espectáculo en un idioma diferente. Es el caso de Thomas Marceul, que interpreta en francés con subtítulos en ingles “Hamlet, the end of a childhood”. Muchos espectadores ingleses son reacios a ver una obra de Shakespeare en francés, aunque finalmente la calidad interpretativa de Thomas y la originalidad de su puesta en escena hablan por si solas. “Atraemos a un público curioso, generalmente a extranjeros que buscan algo diferente”, aclara.

 

Cuestión de ingenio

En un festival donde abundan todo tipo de propuestas el espectador se siente a menudo indeciso y perdido a la hora de decidir que ver. La promoción es la clave. Los artistas tienen que desarrollar su ingenio para captar la atención del espectador a lo largo de la ‘Royal Mile’, una de las avenidas más turísticas de la ciudad y que discurre entre el Castillo de Edimburgo y la Abadía de Holyrood. El espectáculo de color y creatividad está servido.

A la hora de promocionarse, Guillen Alonso, guitarrista de la compañía catalana Tap Ole es consciente de la importancia que tiene ofrecer algo realmente diferente al público. El espectáculo en el que participa en el festival se llama Tapeando y fusiona la guitarra española, el contrabajo y otros instrumentos de percusión con el claqué, una mezcla curiosa que hasta el momento ha dado buenos resultados. “Venir a Edimburgo es una inversión de futuro, es útil a la larga... si te viene a ver un promotor internacional”.

En un festival de estas características lo más importante para los artistas es la promoción, ya que económicamente no obtienen ganancias. El dinero es uno de los principales escollos a superar. John Roberts, actor en la obra Bright is the ring my words y crítico de teatro para Public Reviews ha experimentado en primera persona lo que supone invertir en un festival como el Fringe. “Cuesta entre 5.000 y 7.000 libras producir un espectáculo en Edimburgo". Lo mejor de esta experiencia para John es lograr reconocimiento mediante las buenas críticas de teatro, salir en las páginas de periódicos nacionales. Su obra de teatro ha tenido buenas críticas.

Un aprendizaje vital

A pesar de todo, todos los artistas están de acuerdo que la experiencia vale la pena, y que es muy enriquecedor desde el punto de vista personal. El eslovaco Tomas Vaclavek, un artista principiante de calle, afronta esta experiencia como un aprendizaje vital. Según Tomas, cuando empiezas en esto es necesario realizar 100 espectáculos fallidos antes de hacer uno realmente bueno. De los errores se aprende. “Tienes que romper muchas barreras mentales para dedicarte a esto”.

En la actualidad, El festival de Edimburgo genera alrededor de unos 75 millones de libras para la economía escocesa. Este año se estima que alrededor de 21.148 artistas participan en el festival.

El festival de los rechazados

_ En el Fringe theatre festival de Edimburgo hay espectáculos para todos los gustos. Cada año miles de artistas toman la ciudad y la convierten en uno de los teatros más grandes del mundo. Su historia se remonta a 1947, cuando ocho compañías de teatro quedaron excluidas de la programación oficial del Festival Internacional de Edimburgo. Una iniciativa creada tras la Segunda Guerra Mundial para promocionar la diversidad cultural europea. A pesar de todo, los artistas decidieron seguir adelante con sus respectivos espectáculos y convirtieron las calles de Edimburgo en su escenario.

Los años consecutivos, otros artistas decidieron seguir el mismo ejemplo. Hasta que en el 1959 se creó the Festival Fringe Society como respuesta a este fenómeno. Además de proclamar oficialmente la existencia de este nuevo festival, este organismo tiene por objetivo ofrecer información a los artistas, publicar la programación del Fringe y proporcionar un sistema centralizado de taquilla. Defiende los mismos valores de diversidad cultural que el festival de teatro nacido en 1947, pero a diferencia de este último, no excluye a ninguna compañía o grupo de artistas. Está abierto a todo tipo de propuestas de teatro, música, danza, comedia, acrobacias, opera o exposiciones.

El gran número de espectáculos hace que los artistas salgan a la calle para promocionarse a lo largo de la 'Royal Mile', una de las avenidas mas turísticas de la ciudad, que discurre entre el Castillo de Edimburgo y la Abadía de Holyrood. Pasearse a lo largo de esta avenida es un espectáculo por si mismo y permite hacerse una idea con respecto a la variedad de propuestas. Los artistas de calle y las compañías de teatro rivalizan por captar la atención del espectador.

Actualmente, está considerado uno de los festivales de artes escénicas más grande del mundo. Su carácter abierto y experimental atrae a una gran cantidad de artistas de todo el mundo en busca de una oportunidad. Para los artistas tiene sobre todo un valor promocional, la búsqueda de contactos y la posibilidad de desarrollar sus carreras artísticas a nivel internacional.

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