Con su montaje de ContraAcciones (Contractions),
del inglés Mike Bartlett (1980), la actriz
Pilar Massa convierte en escenario vivo el vestíbulo
del Teatro Lara. Medio centenar de espectadores,
en sillas corrientes, rodean una mesa de despacho,
la aséptica sala de ejecuciones del actual
capitalismo de shock. En poco más de una hora
claudica una vida, triturada en una veintena de
breves entrevistas o rounds entre la jefa de personal
y la vendedora “puntera” de una gran empresa, pautados por el
venenoso “gong” del “pasa. Siéntate. ¿Cómo estás?”.

A cada encuentro, una vuelta del garrote laboral, a partir de una
cláusula firmada que prohíbe las relaciones “con intención de
amor” entre los trabajadores. La fórmula es frecuente en empresas
de nuestro país, es parte del catálogo internacional del miedo (“Sin
dinero no tienes vida” se dice en un momento). Y el chantaje del
paro va poniendo a la vendedora ante una serie de encrucijadas en
las que, sin apenas resistencia
(mocos, una lágrima, silencio,
una pregunta, un vómito)
va demoliendo lo poco
que tiene de vida personal
y entregándose en vientre
y sangre a las ganancias
de su empresa. Pilar Massa
y Goizalde Núñez templan
este cuerpo a cuerpo en un
juego de matices escalofriante.
Otra valiente apuesta
de Massa, que dio a
conocer en España La fiebre,
de Wallace Shawn, en
el Teatro Las Aguas, en
2006.