Lily Keber
Cineasta, autora de 'The Tragic Genius of James Booker'
Booker es una metáfora de Nueva Orleans

Lily Keber vive desde hace años en Nueva Orleans. Al hilo del Jazzfest presentó su película sobre la obra del pianista James Booker, uno de los músicos más representativos de la ciudad.

, Nueva Orleans
14/05/13 · 17:24
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¿Quién fue James Booker?

James Booker es probablemente el mejor pianista de Nueva Orleans de todos los tiempos. Esta ciudad tiene una larga
tradición de pianistas, desde Jelly Roll Morton a Fats Domino, Tuts Washinghton o Allen Toussant, hasta gente más reciente como Dr. John. Hay más pianistas per cápita que en cualquier otra ciudad de Estados Unidos, y, de todos ellos, creo que James Booker fue el más avanzado técnicamente. Fue un niño prodigio, que recibió clases de piano clásico desde muy pequeño y adoraba a Chopin, Malinoff o Grieg y combinó su formación clásica con un cierto funk pantanoso típico de Nueva Orleans. Todos sabían que era el mejor pianista, pero ser negro, homosexual y drogadicto no le ayudó en aquella época de Estados Unidos.

¿Cómo presentar un personaje tan complejo?

Quería hacer un retrato completo y entrevistar a tanta gente como fuera posible. Para algunas personas, resultaba un tipo muy reservado, otras le recuerdan como alguien que podía estar hablando durante horas de cualquier tema. Había gente que le consideraba un intelectual. Para otros era simplemente un loco. Así que fue todo un proceso de aprendizaje para mí. Además, está el hecho de que no le conocí, pues pertenezco a otra generación... Había mucho que aprender sobre su música y sobre ser músico en esta ciudad. Pienso que hay que sentarse y escuchar lo que dice Booker desde su música. Es muy fácil distraerse con el parche, su orgullo negro, con que fuera gay, con sus problemas mentales o con sus historias alocadas con drogas. Eso es más fácil de procesar que la profundidad de las emociones en su música.

Booker fue un músico difícil de catalogar dentro de los parámetros del jazz

La gente no sabe cómo clasificarle, se sale de cualquier categoría. ¿Qué música toca Booker? No es realmente jazz, tampoco blues ni R&B [rhythm and blues]... es una combinación de todas. Es algo tan nuevo que la gente no sabe comprenderlo. Pero esto es Nueva Orleans, aquí la gente no me pregunta qué películas he hecho antes, o por qué quería hacer esto, la gente que lo conoció comprendía perfectamente por qué había que hacer esta película. Creo que, de alguna forma, Booker es una metáfora de Nueva Orleans, tan lleno de talento como de problemas. Nueva Orleans quiere levantarse tarde por la mañana, comer buena comida y escuchar música. Para Booker, el dinero no era una prioridad. En otras ciudades seguramente no hubiera alcanzado mucho éxito, pues para ser músico en Nueva York tienes que llegar a un concierto puntual, sobrio, listo para tocar, cada vez, cada día... si no, alguien te quitará tu lugar. Y eso es justo lo contrario al ritmo de Nueva Orleans. Con Booker, nunca se sabía lo que podía ocurrir en un concierto... hay todo tipo de historias loquísimas, incluso podía llegar y sentarse a hablar durante una hora en el piano sin tocar, pero si le pillabas con el humor adecuado: la música lo trascendía todo.

¿Sería posible un personaje como James Booker en la actualidad?

Algunas de las cosas contra las que tuvo que luchar Booker han cambiado un poco. Aunque sin duda siguen existiendo, hay menos racismo y homofobia. Sin embargo, la industria musical es más cerrada. El género se define de forma más estricta: tienes que ceñirte a hacer sólo jazz o sólo R&B o sólo pop, porque es más fácil vender “un producto” de esa forma. La gente que baila entre distintos géneros lo tiene más difícil, porque son menos clasificables. En Nueva Orleans hay músicos alucinantes pero nunca van a alcanzar el éxito o hacerse ricos. La mayoría prefieren quedarse aquí, porque está su familia y pueden llevar una buena vida sin estar compitiendo continuamente para poder ganarse un buen sueldo. Pero incluso en Nueva Orleans cada vez es más difícil ser músico, hoy en día cada vez tienen que estar más enfocados al mercado: tienen que tener un kit de prensa, su propia página web, Facebook, Twitter, estar en las redes sociales, etc. Booker nunca hubiera sido capaz de hacer todo eso... y por supuesto ¡no le hubiera interesado en absoluto! Para los músicos jóvenes, parece cada vez más difícil concentrarse en la música, cuando tienen que estar pendientes de todo ese otro aspecto.

¿Qué trayectorias te gustaría que tuviera la película?

Hice la película para la gente que no había oído nunca hablar de Booker, o para quienes no supieran mucho sobre Nueva Orleans. No quería hacer una película de consumo interno. Mi sueño es que se pudiera ver en la tele, que lo vea cuanta más gente mejor, la película es una introducción a Booker, al piano y a la propia Nueva Orleans. Creo que es una introducción a un lugar distinto de la experiencia estadounidense que no se ve tanto. Pienso que si la gente sólo ve películas de Hollywood, piensa que así es EE UU, pero hay una cara totalmente distinta. Creo que
EE UU está en declive, se ha terminado nuestro momento glorioso, nuestra industria ya no existe, otro país tomará ese lugar. Lo que sí sobrevivirá
al declive es el jazz, creo que Buddy Bolden, Jerry Roll Morton sobrevivirán a EE UU. Así que, por un parte, hice esta película porque era una película que había que hacer, pero por otra, quiero que la gente vea que hay otras cosas, que hay otras formas de ser y de estar aquí y que es difícil ser una persona creativa en este sistema capitalista. Si no triunfas como músico, si no te haces rico, es muy difícil que la gente te tome en serio. Eso es algo que sufrió James Booker y por lo que se sigue sufriendo también hoy.

Cinco sugerencias desde Nueva Orleans

1. Such a Night Dr. John

Quizá el músico vivo más respetado de la ciudad. Ha tocado varios palos, pero el piano es el instrumento de cabecera para este auténtico caballero de la música. Such a Night formó parte de la BSO de la película de Martin Scorsese The Last Waltz (1978).

2. Don’t mess with my man Irma Thomas

Conocida como “la reina del Soul de Nueva Orleans”, el tema no deja de sorprender en una cantante con referencias religiosas: “You can have my husband / But please don’t mess with my man / I’m telling all you women ...”.

3. El Barrio Los Hombres Calientes

Quizá uno de los grupos más de moda de la ciudad. Latin Jazz con una deriva importante hacia la influencia cubana. Canciones como El Barrio acercan dos orillas musicales y culturales que han estado en conexión a lo largo de la historia.

4. Good night Irene James Booker

Desde que Huddie ‘Leadbelly’ Ledbetter compusiera esta canción en 1933, se han realizado más de 50 versiones. Un tema que se formalizó en la prisión de Luisiana. Booker recoge el legado desgarrador de la música y el riff carcelario.

5. Tremé Song John Boutté

A día de hoy, tras la popularidad de la serie Tremé, no hay fiesta, concierto o encuentro musical que no termine con la canción que sirve de sintonía a la serie. Una especie de himno colectivo que reivindica una ciudad cargada de particularidades.

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