Los ideales del gol
Bochornos barnizados

El genial grupo de soul The Redskins decía: “Los eslóganes son brillantes para centrarse en las ideas, pero desastrosos cuando las reemplazan”...

28/10/12 · 14:28

El genial grupo de soul The Redskins decía: “Los eslóganes son brillantes para centrarse en las ideas, pero desastrosos cuando las reemplazan”. Y eso es algo de lo más común hoy, invadidos como estamos por esta cultura pop mal entendida, en la que lo que importa es la foto, la estética o el cartel ingenioso, sin profundizar más. No es casualidad que Tuenti o Facebook sean infinitamente más utilizadas que Twitter, claro.

Igual que no se puede culpar a la radiografía del cáncer, no se puede culpar al fútbol de ser el espejo de la sociedad. Detrás de los colores de los equipos profesionales, detrás de esa fachada de club de fútbol que gusta lucir a las sociedades anónimas deportivas (SAD), sabemos que hay negocios bochornosos, algunos hasta ilegales, y la mayoría absolutamente inmorales. Las SAD, sobre todo cuando no marchan bien, se barnizan generosamente con los colores del equipo, con esos colores levantados durante décadas con la pasión y el dinero de aficionados desinteresados, la sociedad anónima deportiva se refugia en sus hinchas y muestra enormes banderas para intentar tapar escándalos de dopaje, financieros, inmobiliarios, o lo que toque. El espejo de la sociedad.
 
Guardiola, a quien por cierto admiro futbolísticamente, es un ejemplo de esta dictadura de la imagen: su fachada de intelectual progresista no resiste análisis alguno tras ver cómo nos intenta vender las bondades del Banco Sabadell.
 
Los eslóganes reemplazando a las ideas, la imagen tapando las vergüenzas. El fútbol de las sociedades anónimas deportivas, plagado de enchufes, publicistas o especialistas en marketing, no tiene tantas diferencias con las estructuras del poder político. No tiene ninguna.
 
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comentarios

0

  • |
    Pedrol
    |
    09/02/2013 - 9:36am
    No se caracteriza precisamente Diagonal por artículos tan vacios de contenido como este. Me ha parecido estar leyendo la revista QUO.
  • Tienda El Salto