Escena de la obra danesa para mayores de 13 años

Hermosas batucadas de bronces y percusiones abren y cierran María Bonita, el excepcional montaje del danés Teatergruppen Batida (1992), en su segunda visita al Festival Teatralia de Madrid, el pasado marzo en el Centro Paco Rabal de Palomeras Bajas.

Fotografías de época, narración e interpretación, acciones simbólicas y máscaras, títeres y cabezudos, y, sobre todo, canciones y bailes, se entrelazan en la aventura de una joven bandida del hambre, inspirada en historia y leyenda del “cangaço”, el bandolerismo social del Noreste brasileño en los años ‘30 del siglo XX.

Ocho actores y actrices y una técnica en escena, jóvenes y mayores, maestros en todas las artes que ensamblan, pueblan la escena con la peripecia de una muchacha del ‘sertâo’: su rebeldía contra su pobreza y su futuro de parir prole hambrienta, su decisión de proteger a un bandolero que huye del ejército del terrateniente, su huida con él y su transformación en bandolera y heroína de su banda, hasta morir decapitados tras una emboscada militar.

Un musical para adolescentes

Qué gozada asistir a un musical para adolescentes reales que pone en escena con tanta gracia e inteligencia una aventura real, con todas sus contradicciones y consecuencias. “Los niños viven en un mundo terrible”, canta un coro de títeres / niños hambrientos.

La función nos recuerda que esto ocurrió en el Brasil de 1938, al mismo tiempo que sus documentos y su presente escénico, sutilmente, nos abren la cabeza a geografías más próximas. Nos regalan una aventura de placer y pensamiento, sin moralejas ni moralinas, puro teatro, carne de escena, poesía y pasiones.