Bailando controversias con Lloyd Newson

El “multiculturalismo”, el
fanatismo islamista y la libertad
de expresión fueron los ejes de un
encuentro público con Lloyd
Newson, director de DV8 Physical
Theatre
, sobre su última creación.

- ¿Podemos hablar?, crítica de Laura Corcuera.

- De teatros y fanatismos

25/06/12 · 12:09
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La actriz y bailarina Seeta Patel, en un momento de la obra, presentada en los Teatros del Canal (Madrid), dentro del Festival de Otoño en Primavera 2012. Foto: Oliver Manzi

En su última trayectoria, DV8
ha bailado un debate sobre las
religiones, la homosexualidad y
la controversia del fanatismo islamista
con los derechos democráticos
.
Durante un encuentro
con el público madrileño el pasado
2 de junio, Lloyd Newson,
bailarín y coreógrafo de origen
australiano, fundador y director
de esta compañía, contó que,
tanto en los temas como en la
forma, el antecedente de Can
We Talk About This?
(¿Podemos
hablar sobre esto?
, 2010-11) fue
el espectáculo To Be Straight
With You
(Para serte sincero,
2008 y 2009).

“En nuestro trabajo anterior,
To Be Straight…, enfrentábamos
al islam, al cristianismo y al
judaísmo con la homosexualidad,
a través de entrevistas con
gais musulmanes, cristianos y
judíos. De los 40 gais y lesbianas musulmanes que entrevistamos,
ninguno quiso que se le
identificara. La mayoría de los
gais cristianos y judíos no tenía
problema en aparecer con su
nombre, ¿por qué los musulmanes
sí? Porque tenían miedo de
su propia comunidad
”.
Añadió el director que una encuesta
del Centro de Estudios
Islámicos británico preguntó a
500 musulmanes cultivados y
moderados si aceptaban la homosexualidad.

En este momento,
el director lanzó la misma pregunta
a los presentes en el encuentro:
“¿Qué porcentaje creéis
vosotros que la aceptaba?”. Hubo
voces que aventuraron desde el
10 al 90%. Newson se contestó a
sí mismo: “El cero por ciento”.
Según el coreógrafo, reacciones
como éstas mostraron la
complejidad y fragilidad de las
interrelaciones entre religión,
cultura, tolerancia e intolerancia,
cuando se las enfrentaba a
la homosexualidad, y le llevaron
a usar en To Be Straight With
You
la forma del verbatim theatre
(teatro “al pie de la letra”).

En
una entrevista de 2007, el director
de DV8 comentaba: “opté por
este método para debatir los temas
en el escenario. Así, cada
palabra dicha por los performers
pertenece a los entrevistados.
Son sus historias y sus palabras,
de primera mano…” Además de
85 entrevistas a personas de diversas
comunidades y asociaciones,
la compañía recogió opiniones
en la calle.

Para él, la opción del “teatro
documento” en estos dos últimos montajes implica también
una opción por una danza de temas
vitales, que provoque controversia,
partidarios y detractores
,
como ha ocurrido en Reino
Unido con Can We Talk About
This?
: “No me interesa hacer ballet”,
dijo Newson, haciendo una
parodia de un movimiento de
brazos. Señaló que una vez que
DV8 había estrujado al máximo
las posibilidades de comunicación
con el solo movimiento, al
abordar temas tan complejos y
polémicos le interesaba no restringirse
a una sola vía, experimentar
y fundir lo mejor de la
palabra y del movimiento.

Testimonios de experiencias

Sobre el contenido de Can We
Talk About This?
, Newson precisó:
“Esta pieza trata sobre el
islam, el multiculturalismo y la
libertad de expresión”, y en la
línea de su anterior creación,
la compañía realizó entrevistas
a personas que quisieran relatar
experiencias directas con respecto
a estos temas. El espectáculo
abarca acontecimientos ocurridos
de 1985 a 2011, un período
que abre con la acusación de racismo
(y su consiguiente destitución
y polémica) al profesor
Ray Honeyford, del Instituto
Drummond, en Bradford, por sus
críticas a la ambigüedad del concepto
de “multiculturalismo” y su
propuesta de que los niños de origen
asiático fueran integrados en
la cultura británica desde la escuela,
y que cierra con las amenazas
de muerte al científico y ex
imán Usama Hasan por escribir
que la teoría de la evolución era
compatible con el Corán.

Newson subrayó que la obra
recoge muchos testimonios y
diversos puntos de vista, tanto
críticos con el fanatismo islamista
como moderados y denuncias
de musulmanes de
Reino Unido a las coerciones
y prohibiciones de manifestaciones
opuestas a la política
británica en Iraq y Afganistán,
o de protestas ante la embajada
danesa.
“En el proceso creativo, seleccionamos
las declaraciones más
relevantes, tanto opiniones extremas
como más sutiles y las
grabamos en un Ipod. En los ensayos,
los bailarines escuchaban
los fragmentos de las entrevistas
y los repetían, y luego desarrollaban
los movimientos coreográficos,
en pequeños fragmentos, en
un trabajo muy minucioso
.”

La coartada de las fobias

“Como homosexual, yo odio
los aspectos del Corán en los
que me siento aludido y amenazado
de muerte”, explicó el
director. Newson añadió que
la etiqueta de “islamofobia” es
utilizada con frecuencia por algunas
personas que no quieren
que se investiguen aspectos
morales del Corán que están
en contra de las mujeres,
de los homosexuales, de la libertad
de expresión
, y que suelen
además utilizar sinónimos
como “racismo” para silenciar e
intimidar las críticas. Ironizó
que a nadie se le tilda de “catolicófobo”
o “vaticanófobo” cuando
denuncia aspectos de esa
Iglesia
, como los abusos de sacerdotes
amenores, la discriminación
de las mujeres en la curia
o su rechazo a las comunidades
homosexuales.

Sin embargo, según Newson,
en algunos sectores liberales
británicos hay una especie de
inhibición con respecto a la crítica
del islamismo y otras culturas,
amparada en un discutible
argumento de “respeto al multiculturalismo”
de su sociedad,
que él achaca a una consideración
de culpabilidad por el pasado
británico imperialista, por
el colonialismo, la explotación,
el racismo y la esclavitud a las
que sometió Gran Bretaña a
otros pueblos y culturas.
Puntualizó el director: “La ironía
es que en esta Inglaterra multicultural,
tenemos 85 tribunales
de la sharia en activo, que operan
como tribunales paralelos al
sistema legal británico, donde
las mujeres musulmanas no tienen
los mismos derechos que los
hombres con respecto al divorcio,
la herencia, etc.”

Newson subrayó
que su espectáculo era, en
gran parte, una obra sobre la
igualdad de derechos.
El director de DV8 aportó datos
que ampliaban los argumentos
de su espectáculo. Entre
ellos, destacó que de los 20 países
con peor situación sobre los
derechos humanos, 18 pertenecen
a la OIC, una conferencia
internacional islámica; que los
57 países que integran la OIC
han impedido en la ONU debates
sobre la situación de estos
derechos en el islam; que la pena
de muerte por relaciones homosexuales
subsiste en cinco
países de religión musulmana.
El director apuntó que él no
conocía la situación de las relaciones
de la Iglesia católica
y el Estado en España, pero
que en Reino Unido la Iglesia
anglicana había perdido terreno
en beneficio del laicismo.
Citó como ejemplo que en
2008 se había suprimido la
blasfemia como delito. //

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La actriz y bailarina Seeta Patel, en un momento de la obra, presentada en los Teatros del Canal (Madrid), dentro del Festival de Otoño en Primavera 2012. Foto: Oliver Manzi
La actriz y bailarina Seeta Patel, en un momento de la obra, presentada en los Teatros del Canal (Madrid), dentro del Festival de Otoño en Primavera 2012. Foto: Oliver Manzi
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